Pedro escuchaba la historia de unos amigos acerca de sueños extraños que han tenido y familiares, en encuentros ha salido el tema a colación y Pedro no deja de decir que eso son solo sueños. El no cree en sueños y si los llegara a tener dice que despertaría y ya.
Pasaron unos días, el tema se le había olvidado a Pedro. Una noche después de haber llegado de una fiesta un poco mareado por lo que había tomado cayó en un profundo sueño. En él bailaba con una hermosa mujer que se sentía tan atraído que no podía dejarla, un cuerpo, una cara como nunca antes vista.
Fue atraído y fue poseído en el. Cuando despertó al día siguiente se sintió como que le hubiese pasado un tractor por encima, sentía su cuerpo paleado; reconoce que si bebió pero no para tanto, solo estaba algo alegre.
Recordó el sueño, no dejaba de sorprenderse de lo natural y real que había sido. Recordó las conversaciones con los amigos y familiares y entendió lo que contaban. Fue en busca de algunos y habló de lo que vivió, les dijo que lo ayudaran que él no quiere soñar otra vez y ser poseído por esa mujer, parece que le robó su energía, siente desganos y quiere ayuda.
Una tía hablo con él le propuso ir a la iglesia a la que él se sintiera identificado no importa si era católica o de otra filosofía lo importante es que debe empezar a creer en la magia de protegerse tomando en cuenta a esa energía que nos cuida y acompaña cuando le damos permiso.
Pedro asintió, aceptó, comenzó a asistir a la iglesia elegida...notó cambios en su día a día, lo mejor de todo no siguió con ese sueño que en aquél momento lo dejó atónito.
