Cada noche de helados vientos, y de danzantes estrellas, a las 8:16 pm, segundos más segundos menos, ella pasaba por la calle paralela al cementerio.
Siempre tan hermosa, tan radiante con sus ropas de negro color como su liso y largo cabello de dama nocturna.
Con sus finos labios de color de vida, y sus ojos portales de la belleza terrenal y no tan terrenal.
Cautivado y más que enamorado, esperaba ansioso su pasar, oculto entre el pequeño altar de los González y las lápidas de los hermanos Rodríguez ( aunque estos son muy quisquillosos) Pero valía la pena esa espera, al ver a mi gran dama, mi reina de la oscura noche.
Siempre, antes de ir al sitio de admiración de mi amor, pasaba por el jardín de niños y me llevaba una de sus tantas rosas, ellos no les importaba, pues estaban muy ocupados en sus juegos del escondite.
La rosa era para darme valor y algún día acercarme para saludar y decirle a mi reina de las estrellas lo que sentía por ella.
Una de las tantas noches algo inesperado sucedió.
Un minuto antes que mi amada apareciera, llegaron 2 hombres de aspecto intrigante y se pararon en medio del camino, y cuando mi dulce amor llegó, ellos le bloquearon el paso, sacaron una gran navaja que podía cortar el aire.
Empezaron a forcejear con ella, intentando quitarle su bolso pero ella resistía. En un breve momento, ella cayó bruscamente y golpeó su cabeza contra el suelo, quedando inmóvil y derramando un poco de vida enrojecida.
Ver esto me hizo perder la cordura y llenarme de una siniestra ira, saltando de entre las lápidas hacía los malhechores profiriendo gritos de rabiosos aires, al verme estos despreciables sujetos huyeron despavoridos como si yo fuese algún espectro.
Sin detenerme agarre en brazos a mi amada, nervioso y angustiado fui rápidamente con el doctor, con el médico de la zona. Al llegar le expliqué todo brevemente, el tomo a mi ángel y la examinó cuidadosamente.
Luego de unos interminables minutos(creo fueron 10 pero para mí fueron como 90) el doctor me dijo con voz de lamento: "Hijo lo siento, lo siento mucho, no hay nada que hacer, ella está viva, lo siento ella vive"
Derrotado ante tal situación, no tuve opción, lleve a mi reina de amor en mis huesudos brazos, y la coloque al lado de una puerta en la casa cercana al camino, le puse mi rosa en su cabello, y toque y toque repetida y fuertemente la puerta hasta escuchar que alguien procedía a contestar mi llamado, me oculte y me asegure que atendieran a mi amada.
Ahora sigo esperando cada noche, para verla como siempre hermosa en su caminar, ahora sale acompaña de amigos de su trabajo, y siempre lleva una rosa en su negro y hermoso cabello.
Inspirado en el cuento "el médico de los muertos" del gran Julio Garmendia.
Imágenes sacadas de www.pixabay.com
******Gracias por leer******
Every night of icy winds and dancing stars, at 8:16 pm, seconds more seconds less, she passed by the street parallel to the cemetery.
She was always so beautiful, as radiant in her black clothes as her smooth long night-lady hair.
With her fine lips the color of life, and her eyes portals of earthly and not-so-earthly beauty.
Captivated and more than in love, I anxiously awaited his passing, hidden between the small altar of the González and the tombstones of the Rodríguez brothers (although they are very picky). But it was worth the wait, seeing my great lady, my queen of the dark night
Always, before going to my love's place of admiration, I would pass by the children's garden and take me one of their many roses, they didn't care, because they were very busy with their hide-and-seek games.
The rose was to give me courage and one day to come closer to say hello and tell my queen of the stars what I felt for her.
One of the many nights something unexpected happened.
A minute before my beloved appeared, 2 intriguing-looking men came and stood in the middle of the road, and when my sweet love arrived, they blocked her way, pulled out a big knife that could cut through the air.
They began to struggle with her, trying to take her bag from her but she resisted. In a brief moment, she fell sharply and hit her head on the ground, becoming immobile and spilling a bit of reddened life.
Seeing this made me lose my sanity and fill me with a sinister rage, jumping from between the tombstones towards the criminals uttering screams of rabid airs, when these despicable subjects saw me they fled in terror as if I were some specter.
Without stopping, I grabbed my beloved in my arms, nervous and anguished, I quickly went to the doctor, to the doctor in the area. Upon arrival I explained everything briefly, he took my angel and examined her carefully.
After a few endless minutes (I think it was 10 but for me it was like 90) the doctor told me in a lamenting voice: "Son, I'm sorry, I'm very sorry, there's nothing to do, she's alive, I'm sorry she lives"
Defeated in such a situation, I had no choice, I took my queen of love in my bony arms, and placed her next to a door in the house near the road, put my rose in her hair, and repeatedly and strongly touched and touched. the door until I heard that someone came to answer my call, I hid and made sure that they attended to my beloved.
Now I keep waiting every night, to see her as always beautiful in her walk, now she goes out accompanied by friends from her work, and always wears a rose in her black and beautiful hair.
Inspired by the story "the doctor of the dead" by the great Julio Garmendia.
Images taken from www.pixabay.com
****Thank you for reading*****