El valor que das
Cuando quieres a una persona desde el fondo de tus pensamientos, le asignas un valor en base a tus sentimientos o decisiones. ¿Que tan fácil es transmitir el valor que le das a una persona?
Somos seres humanos y asignamos valor a los objetos, también a otros seres humanos. Lo hacemos porque estamos acostumbrados a eso, estamos dispuestos a realizar tareas por nuestros amigos, que no haríamos por los extraños, porque estamos evaluando el valor de ambas personas.
No existe un ser humano más valioso que otro, todos somos iguales en ese aspecto, pero nos gusta complicar todo y asignamos valor a nuestra familia, novia, amigos, compañeros de estudios o trabajo, también al mendigo y al desconocido.
Es inexistente una regla clara para realizar esto, lo hacemos de la manera que mejor nos plazca, sabemos cuanto vale para nosotros, pero, ¡qué difícil es transmitir ese valor a la persona que nos interesa!.
No importa lo que hagamos, la persona a quién transmitamos nuestro cariño no comprenderá completamente cuanto valor tiene para nosotros, porque cada quién asigna ese parámetro de manera diferente a otras personas.
Si eres excelente comunicando tus pensamientos y sentimientos, muy probablemente estas dispuesto o ya realizaste todos los actos para transmitir el valor que asignaste a esa persona que es especial para ti, aún así, no entenderá de manera completa que no evalúas su peso en oro o piedras preciosas, porque es más valiosa que cualquier metal precioso.
Nunca intentes presionar a la persona para que observe su propio valor ante tus ojos, solo haz que se sienta bien y que, si en algún momento tienes que separarte de esa persona, pueda recordar que hubo alguien que la valoraba.