Estuve muchos días asistiendo al mismo lugar que tú, y no presté la suficiente atención para darme cuenta de quién eras.
Quizás porque en ese momento, mi corazón pertenecía completamente a otra persona, que en su momento, yo pensaba que iba a ser mi amor eterno.
Ese día que te conocí, estuviste muchas veces intentando llamar mi atención, pero la fidelidad de mi corazón, no dejaba ver a nadie más con otra intención.
Pero en plena charla con amigas, tú objetivo lograste, mis ojos captaron tu presencia después de tanta insistencia, con aquella botella de agua, con la que jugabas dándole vueltas.
Eres un chico muy extrovertido, tanto que en ese mismo momento, tu nombre junto con un apretón de manos se guardaron en mi cerebro.
No sabía nada de tí, solo eras el chico, que en cualquier momento, se robaba toda mí atención.
Eras como un imán, al tú pasar, contigo quería estar.
Pero debí saber, que eras un chico totalmente misterioso, que al día de hoy, causa la misma sensación, que al día de hoy, sigue siendo el mismo misterio.
Tendré las mismas ganas de descubrirlo?
O simplemente pasaré, el resto de días, disfrutando de su misteriosa manera de ser.