Hacer el bien.
Estamos en un mundo lleno de egoísmos y de apetencias personales que han hecho perder la perspectiva signada por nuestro Dios, que es la de hacer el bien, apoyarnos, y amarnos unos a otros.
En la convulsión de las situaciones cada quien procura hacerse de todo lo que significa beneficio, y solo intentan que ellos, sus familiares y sus amigos (de los que también se benefician) para alcanzar lo necesario, y hasta más de lo necesario en la existencia.
En las calles de mi pueblo (San Juan de los Morros, estado Guárcio, Venezuela) abundan los mendigos y personas con trastornos mentales de los que muy poca gente se conduele.
Vivir una realidad así es de mucho dolor para el sentimiento humano.
¡Cuánto quisiera que Dios intercediera por tantos seres humanos cuyo nivel se encuentra en un nivel extremadamente bajo!
Los gobernantes aportan muy poco, y no se ve resultado del trabajo para el cual han sido elegidos.
Desde la misma mañana elevo mis oraciones a Dios por que mi pueblo y mi país mejoren.
Bendiciones de Dios para todos.