Aquellos amaneceres.
Hoy recordé aquellos días
de precioso amanecer
y ese cielo parecía
como un rosado vergel,
en tanto tu rostro bello
yo me empecinaba en ver,
sobre todo, por tus labios
de idéntico parecer.
Aquellos amaneceres
yo jamás olvidaré
porque miro tus mejillas
en bello resplandecer.
Aquellos amaneceres
yo jamás olvidaré.