Atardeceres de Durango

En nuestro ir y venir a lo largo y ancho de nuestro país pocas veces hemos visto atardeceres tan esplendorosos como éste que contemplamos en un pequeño pueblito del estado de Durango, en el norte de México.

Al caer la tarde y de regreso al hogar después de animadoras charlas con las personas sencillas y humildes del lugar; con un corazón rebosante de alegría y paz, de pronto el cielo nos sorprende con éste festín de colores como si de un regalo se tratase.

Un antiguo poeta escribió lo siguiente: "Que mi oración sea delante de ti como incienso preparado; mis manos alzadas, como la ofrenda de grano al atardecer". (Salmo 141:2) ¿Pueden ustedes imaginar aquel sacerdote del antiguo pueblo de Dios, alzando sus manos, ofreciendo su oración más humilde y sincera, mientras la agradable fragancia del incienso envuelve el lugar confundiéndose con el de una ofrenda quemada de grano, en tanto el cielo se tiñe de majestuosos colores? ¿Qué será más placentero para Dios que una oración de gratitud?

¡Que disfruten este bello atardecer! Nos vemos en el siguiente post.

@depeloziscool