Dormido, Cthulhu espera su momento. Despierto, insomne, mis ojos clavados entre el suspenso y horror de la próxima línea... Páginas de un libro que son tu reino, inverosímil, mundo paralelo creado para dominar mente y cuerpo de quienes inmersos en la lectura siempre permanecerán despiertos. Cambias mi vivir por sufrimiento, Cthulhu, me haces entender en esta noche azul el enigma de quién aun sigue vivo y lo seguirá estando por milenios... Antropomorfo, octopus murciélago, clavado de uñas en la mugre de un planeta desierto. Troglo proveniente de más allá del universo, todo lo transforma en gris, aun con la luna en su cara que hace imposible mirar de cerca la muerte y su lamento ...

Predicas el significado de la paciencia, tu larga espera que no fue en vano. Eres motivo de culto para quienes creen que puedes enderezar el perdido rumbo de la humanidad... Por eso, fue tu condena a no morir, por creerte dios de los confines, donde penas dormido tomando el miedo como alimento.

_{«Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn»}

"Oh! Cthulhu, Amo de la perdición, señor de la bestialidad. Lléname con tu historia, la efímera razón fundamento del sumiso. Haz mi lugar en R'lyeh, seré batracio en tu océano de servidumbre, merodearé entre los pasajes de la gutural voz a un escalón del primigenio sacerdocio, portal de oscuridad donde reordenas la paz del mundo..."

Otra vez mi mano tiembla delante del oro puro, "Cthulhu", tus propios tentáculos te ahogan con el significado de inaudible ruego, entre escamas y falciforme viscosidad, tu verdad oculta... ¿Quién dotó de alas a un demonio? ¿O tal vez, no eres gárgola maligna? ¿Tal vez, el ángel caído que busca perdón?

"R'yleh impone tu palabra turbia... En el negro y profundo mar, eres mudo y ciego, habitas sumergido en la maquinación. Someter, plagar la superficie del planeta imponiendo el orden donde reina el caos. Esa gota de agua y sal es lo único que brilla mientras tu voz se pierde sin regreso en el lóbrego e intraducible doble sentido que transgrede el espíritu del lector más sabio."

Oh! Cthulhu, eres una metáfora. Sé que vives en la fornitura de un libro, en la imaginación de aquellos que transitan la imagen y el poder de la palabra. Inspiración de quienes rebasan el género de la escritura, eres el castigo en la mano de un poeta. Cthulhu, la tinta derramada... Ficción en un tiempo inmemorable que perdurará por generaciones en la cultura e idiosincrasia de nuestra civilización.

"Oh! Cthulhu, gracias por iluminarme, déjame ser parte de tu saga, tómame como rehén y yo daré al mundo una muestra del poder de tu palabra..."