Modo literato
He tenido cierta inquietud por escribir algún tema relacionado con el “Inconsciente colectivo”. Puedo notar ampliamente que el consumo de Literatura se vincula estrechamente con las necesidades del hombre, por ende, estando en la era actual, se fundamenta el estereotipo de la literatura moderna como uno de géneros más cotizados por el lector. Repito, en base a la aseveración anterior; -se fundamenta-, más no necesariamente se justifica. Tampoco se tienda a confundir el término literatura moderna con el ya establecido genero literario, "Modernismo". Ciertos títulos relativos al Sci-fi, así, como los temas de naturaleza y universo, están implantados en la conciencia colectiva de una forma sustancial. Puedo pasar a creer, que debido al estado de vulnerabilidad que sienten las personas, generado por las condiciones medio ambientales y la inminente concepción de amenaza por la posible acción de una catástrofe, bien sea natural o infringida por el mismo hombre, como por ejemplo, la concebida por un conflicto bélico. Pueda ser éste, el factor desencadenante de tal efecto. El creciente avance de la tecnología es capaz de acercar a las pantallas de TV, imágenes preponderantes, incluso, algunas en tiempo real, en cualquiera de los casos. Sucesos como: Guerras, desastres naturales, vida personal de personas influyentes, estatus general de la economía, índices del hambre y la miseria sobre el planeta, etc. Hacen que el individuo se mantenga en un permanente estado de alerta, donde le es común manejar prácticamente toda la información que requiere saber con solo permanecer resguardado en su nicho y tener acceso a Internet o algún otro medio de comunicación digital. De esta manera se convierte el acceso a la información en algo fácil, realmente maravilloso, aunque también, adictivo y generador angustias.
¡Pero así es todo en la vida! El avance trae sus pros y contras, entre ellos, por ahora quiero solo hacer referencia a la necesidad y gustos elementales sobre la literatura. Lo cual es mi objeto de investigación. El placer e infalible antídoto contra todo mal, el cual ha representado la lectura durante siglos, ha sido desplazado furtivamente por la acción de los medios audiovisuales llegando, a un punto tal, que las personas en la actualidad prácticamente no leen. Los libros y las novelas, las poesías y demás escritos que buscan causar placer sobre el lector, elevar su espíritu y nivel de pensamiento, han decaído gradualmente en su demanda. La literatura como: La poesía lírica, la prosa, el ensayo y el relato corto, siempre han buscado describir el proceso psicológico y social donde se desenvuelve el hombre durante el curso de la historia. Ofreciendo secuelas y narrativas que van más allá de sus fronteras, las mismas que luego propulsadas, como lo hicieran en su tiempo, las grandes corrientes artísticas como: El romanticismo, el renacimiento y el posromanticismo. Han hecho escalada en todos los continentes como medio de difusión del acontecer mundial, emprendiendo en el fondo, la noble acción de: Informar, culturizar e instruir al hombre a través de las letras. Al tiempo, que por añadidura lo distancia de los problemas propiciados por la crisis y lo involucra directa o indirectamente con el arte.
Tomando como precedente, lo anteriormente expuesto, veo cómo han cambiado diametralmente los gustos y afición del hombre por la literatura. Algunos libros basados en documentales, resúmenes y revistas de noticias, logran llamar más la atención del consumidor que una novela clásica o un texto filosófico recreado en la era antigua por parte de algún reconocido autor. Me vienen a la mente todo tipo de pensamientos reflexivos que buscan crear conciencia o por lo menos referir a un razonamiento lógico y congruente acerca del espectro literario y su generación de influencias sobre la masa. Ha sido lo “Escrito”, el argumento que ha salvado al mundo durante el curso su historia. Los convenios más importantes logrados por la humanidad reposan en un archivo firmado y sellado por sus condescendientes. Pactos, tratados, mandamientos, órdenes, acuerdos, doctrinas, las cuales permiten la coexistencia en armonía y la generación de paz, así como, el ofrecimiento de una estructura sistemática donde reposan las leyes. Siendo unas las más importantes para el orden territorial y la conformación de una república: “La Constitución Nacional”, solo por mencionar el más agraciado de los acuerdos, entre otros varios, que haya podido lograr el hombre civilizado.
Es aquí, en este punto de mi estudio, luego de haber ahondado en diferentes contextos donde pueda aplicar la escritura y sus determinaciones. Cuando me vienen a lugar una serie de preguntas:
• ¿Qué tipo de escritura necesita leer el ser humano?
• ¿Cuál es el contenido idóneo para el consumo universal?
• ¿Existirá entre los modelos conocidos algún tipo de literatura que se adapte al hombre moderno?
• O en su efecto, ¿Requerirá la humanidad del emprendimiento de un nuevo movimiento artístico?
El cual englobe, su forma de sentir y su nueva concepción de la realidad. El cual, contenga su clamor y sus exigencias cada vez más distintas perfiladas hacia la superación y la búsqueda de soluciones. Donde ya, de algún modo, una cierta fracción del potencial consumidor de literatura, se ha distanciado del amor por las imágenes y la sensación de delectación que produce una obra literaria, resumiéndose, a dilapidar en su haber, solo cantidades extensas de material audiovisual, como; el producto de cinematografías, videos documentales o audio-libros. Siendo tanta la instancia y el requerimiento de su parte que deja cada vez menos espacio donde el escritor pueda maniobrar, teniendo que salirse, en ocasiones, forzosamente, de la corriente literaria que inicialmente trataba de abarcar, inclinándose, tanto como puede, a la creación de ciertos modismos o condicionamientos implícitos en su escritura, que logren captar la atención mayoritaria del público lector.
Bueno, supongo que estas preguntas se las puedan haber hecho muchos expertos, a la presente fecha. Tal vez, haya de ser un tema tratado de la mejor manera ortodoxa. Pero, bajo mi propia opinión y concepto formado en base a la materia, creo que los movimientos culturales y artísticos hasta hoy conocidos los cuales han marcado pauta en el trayecto de la historia, definitivamente contienen los elementos “justos”, capaces de ensanchar la mente y los corazones del ser humano. Tal vez, los temas tratados deban aproximarse de forma estricta o sigilosa a la información en boga que domina a la sociedad actual. Porque recordemos que la escritura es un movimiento sociocultural con marcadas raíces antropológicas y generacionales que deben ser tomadas en cuenta.
¡Pero a su vez!, concluyo, que nunca se podrá desabordar la idea de recurrir a los recursos más elementales que logren embellecer la obra, llenándola de carácter pictórico y sonoro, de aventura y sobriedad, de métrica, de realismo y signo tangible, el cual pueda causar el avivamiento del ser. Haciéndolo volver a creer en la literatura y su inigualable autenticidad. Su elixir natural que purifica el alma y nos lleva a vivir la mayor de las experiencias y búsqueda de consenso. Ese consenso por el que tanto esperamos, esa resolución, por la cual, del mismo modo, pacientemente, también espera la misma “Literatura”, para dar un nuevo paso y seguir ofreciendo el eco de las letras en todos los rincones del mundo.