Fuente
Un día una vaca que acostumbraba ver la televisión mientras su amo la ordeñaba decidió seguir los consejos que una mujer daba en ella, de ponerse a la línea.
De modo que comenzó a hacer dieta para perder kilos y siempre se vanagloriaba con sus amigas.
-No engorden mucho, que entre más kilos tengan más rápido las llevan al matadero.
-A nosotros no nos hacen eso porque damos leche y si no comemos entonces la cantidad de leche disminuirá y eso si es grave.
-Eso es mentira, nada tiene que ver el peso con la leche que damos. –refutaba constantemente.
La vaca no solo hacía dieta sino que se puso a hacer ejercicios.
Corría, daba brincos, se acostaba y levantaba rápidamente y no persía tiempo para invitar a sus compañeras, pero estas se negaban.
-No sean flojas, que por eso a la gente holgazana le dicen que son unas vacas.
-Nuestro trabajo es dar leche y algunas carne y otras cosas pero para eso deben ser sacrificadas, nosotros preferimos esperar porque no tenemos más alternativa.
El que cuidaba las vacas un día le dijo a su patrón.
-Hay una vaca que parece que está loca, cuando las saco a comer lo que hace es correr y otras cosas extrañas.
El patrón extrañado de eso, al otro día fue a corroborar lo dicho por su empleado y quedó preocupado por el comportamiento.
Hizo venir de urgencia al veterinario, quien luego de examinarla le repondió.
-Está sana.
-¿Seguro que no tendrá esa enfermedad de las vacas locas?
-No creo, pero si ha bajado de peso.
Por su parte la vaca fitness como la habían bautizado de forma burlona las demás no perdía tiempo para vanagloriarse de su figura.
-No sean envidiosas, mírenme que parezco una modelo de TV, de seguro en poco tiempo vendrán a fotografiarme y le pagarán mucho al patrón. Fíjense que hasta trajo al doctor para que me examinara al verme tan bella.
Sin dudas destacaba entre todas pero eso en lugar de satisfacer preocupaba a su dueño quien un día le dijo a su empelado.
-Lleva a esa vaca al matadero antes que se ponga más flaca y enferme.
-Pero patrón, todavía produce buena leche.
-Pero sigue comportándose extraño y si eso se sabe la gente pensará que está loca y nos dejará de comprar la leche y si es posible la carne.
De esa manera terminaron los sueños de la vaca que quería ser modelo y cambiar la forma en que generalmente las ven.
A veces hay que aceptar el trabajo para el cual estamos destinados, porque la mayoría no están preparados para los cambios.