Fuente
En el huerto de doña Carmela, se presentó un día una fuerte discusión entre un grupo de hortalizas, la Zanahoria gritaba a todo pulmón que ella era la favorita de la cocina mientras el Pimentón reía a carcajadas. En esos momentos intervino el Cebollín para afirmar que él, era el rey de las ensaladas, lo cual molestó al Tomate. Por su parte el Repollo muy serio veía de reojo a la Remolacha y la Cebolla sentada en una esquina escuchaba con atención, hasta que alzando la voz, intervino para decir:
-¡Escuchen amigos, por favor dejen de pelear, si quieren saber quién es el ingrediente de las ensaladas más importante de la cocina, pues les diré que esa soy yo, para demostrárselos quiero hacerles la siguiente apuesta. Cuando hoy doña Carmela nos lleve a todos a la cocina y me tome entre sus manos, la verán llorar y así les demostraré que soy la más importante hortaliza. ¿Aceptan la apuesta?
Incrédulos al escuchar aquellas palabras, las demás hortalizas aceptaron, seguros de que era mentira la afirmación de la Cebolla.
Pasados los minutos, puntualmente doña Carmela recogió las hortalizas del huerto y las llevó a la cocina con la finalidad de preparar una rica ensalada de vegetales para el almuerzo. Y fue allí cuando todos vieron con asombro como la anciana empezó a llorar, al tomar a la Cebolla entre sus manos. Don Carlos entraba en esos momentos y viendo llorar a su esposa le pregunto:
-¿Qué te pasa mujer, por qué lloras?
Doña Carmela respondió:
-¡Disculpa viejo, lo que pasa es que cada vez que tomo a estas Cebollas entre mis manos para cortarlas, me pongo a llorar, es algo que no puedo evitar!
Así fue como las hortalizas aceptaron que la Cebolla era sin lugar a dudas, la reina de todas ellas, pues tenía el poder de hacer llorar a las personas.