El arcoíris de nuestra vida es Daniela Beatriz mi sobrina, recuerdo cuando supe que vendrías a nuestras vidas, cuando mi hermana me dio esa buena noticia, estábamos en un bus cuando de repente me muestra una imagen de un ecosonograma en su teléfono ella me dice que haga tío, lo único que dije fue tuyo, ella respondió que sí, me recliné en el asiento y cerré los ojos sin decirle nada más a mi hermana, me emocioné y comencé a imaginar cómo sería mi sobrina sus manitas, su rostro, su cabello, sus ojos, y el momento en que esa personita me dice tío por primera vez.
Pasaron meses el amor por mi sobrina fue creciendo, esperando con ganas de cargar, cantar, jugar con ella, mimarla todos los días y cuidarla, amarla. A todos mis amigos les dije lo feliz que estaba de que era un día tan esperado para conocerla, me dijeron que parecía que venía mi hija. Lo que no saben es como si fuera, es la hija de mi hermana mayor que luchó de niña, por no amar y sentir la felicidad si fuera a ser la princesa, la luz de la casa, que no proporcionaría una sonrisa cada día.
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El 2 de enero de 2018 llegó el día tan esperando, el momento que cobraría por primera vez a esa bebé belleza, entro en el momento de la visita y allí estaba mi sobrina con mi hermana, no hay palabra para explicar los sentimientos que Sentí cuando la vi, su rostro, sus pies, su hermoso cabello, cuando mi hermana me lo da para cargarlo me sentí nerviosa al sentir su frágil cuerpo en mis brazos, mientras tomaba mi dedo con sus manitas sentí un amor tan puro e infinito que nunca me había sentido.
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