Fuente
El autobús donde viajo va a gran velocidad, ya que ha salido retrasado gracias a algunas revisiones de rutina por parte de la ley.
Me parece excelente que gane tiempo ya que debo ir a la universidad cuando llegue.
Escucho a algunos protestar por la imprudencia, según ellos, de ir a tan rapido de noche.
Me sonrío y pienso.
“Estos choferes conocen estas carreteras mejor que cualquiera su casa”
El sueño me vence, es mi costumbre hacer el viaje dormido, ni siquiera en las paradas que hacen para estirar los pies y hacer alguna necesidad fisiológica me bajo.
Escucho un chirrido antes de caer en brazos de Morfeo y cuando despierto ya hemos llegado a nuestro destino, es lo que pienso pero me doy cuenta que no es así.
Tal vez es una parada para estirar los pies o tomar algún café.
Al levantarme me doy cuenta que yo solo sigo en el colectivo, los demás sin dudas ya han bajado.
Miro a los lados y desciendo buscando el baño de hombres pero no lo encuentro.
El lugar es muy bello, no recuerdo haber estado allí antes.
Veo un grupo de personas haciendo cola, supongo que es para tomar algún café, por eso no me gustan las paradas ya que la mayoría de los conductores de colectivos, que viajan entre ciudades lejanas, escogen el mismo sitio porque los dueños le regalan la comida y otras cosas, entonces se hace toda una odisea tomar algo.
Sin embargo me dirijo hasta allá, colocándome, sin preguntar, de último en la fila.
Aún estoy medio somnoliento y no deseo hablar con nadie.
A los pocos instantes se coloca detrás de mí alguien que creo conocer.
Rebusco en mi memoria y al fin logro identificarlo, es el chofer del bus donde viajo.
Desperezándome le pregunto.
-¿Cuánto tiempo durará la parada?
Me mira extrañado y me responde con cierto grado de fastidio.
-Mucho.
Quien queda confundido soy yo pero vuelvo a practicar mi estrategia de ignorar todo y a todos.
La cola se mueve lenta y cuando estoy allí unos diez minutos, llega otro grupo de personas que se colocan detrás del chofer.
El primero de ellos, que parece ser también chofer de otro colectivo, le pregunta al que maneja mi autobús.
-¿Qué te pasó?
Este le responde.
-Parece que se dañaron los frenos y caímos por el precipicio. ¿Y a ti?
-Me quedé dormido y chocamos contra una gandola, pero más de la mitad se salvaron.
-En el mío, todos morimos.-responde el chofer del autobús donde viajo.