Nadie sabe que viene, que va a pasar realmente dentro de uno, dos o tres meses, la incertidumbre forma parte de nosotros, está vigente todos los días de nuestras vidas - desde el nacimiento - pero a pesar de ello muchos no han aprendido a convivir con ella.
A muchos la incertidumbre lo puede llevar al miedo, de este a la desesperación e irremediablemente de la desesperación a la violencia podría llegarse en un paso.
El no saber que viene debería ser algo a lo que estemos acostumbrados, porque la verdad es que en el futuro todo es incierto, por mucho que planifiquemos, que organicemos, la mayoría de las cosas están fuera de nuestro control. La realidad actual nos da una lección sobre esto, ¿o acaso no?.
Cuando analizamos nuestra situación en particular, podemos pensar que estamos bien, que nada malo debería pasarnos porque hemos actuado de buena forma en nuestra vida, pero, la realidad habla de que en el contexto actual no hay algo que determine que te va a tocar y que no, independientemente de tu estatus social, económico, académico, raza o nacionalidad, todo es incierto.
Por extrañas razones que desconocemos, que escapan a nuestro razonamiento lógico está pasando lo que estamos viviendo, múltiples explicaciones existen, teorías naturales, de conspiraciones, religiosas, teológicas, filosóficas, y un sin número de posibles respuestas que sirven para calmar la ansiedad de algunos o para crear más dudas en otros, nos entretenemos buscando respuestas en el pasado para no afrontar que no tenemos nada que buscar en el futuro, el va llegando a su debido momento, cada quien tiene su manera de asumir la no certeza de algo, es necesario para nuestra mente, para que esté tranquila.
Esperemos que como sociedad aprendamos mucho de esto y que determinadamente podamos salir adelante, sabiendo que el hoy es lo único de lo que tenemos dominio - de cierta forma - y que el futuro va viniendo y lo vamos convirtiendo en hoy, incluso sin querer, sucede, así que ha disfrutar lo que nos toca vivir y con quien nos corresponda vivirlo, sabiendo que lo que está por venir sólo depende de nosotros la manera en la que lo asumimos, esa es realmente nuestra verdadera vacuna para la incertidumbre.