Por tal motivo las emociones son determinantes en la vida social. De alguna manera e intentado analizar a personas que conozco, y no siempre un alto nivel de estudio académico se relaciona con un mayor control emocional, muchas veces ocurre lo contrario. Que aquellas personas que suelen ocupar grandes cargos, aun cuando son los más preparados en su área, no son necesariamente los que en el plano emocional logran un equilibrio, así que una cosa no está ligada con la otra.

Lo importante de todo esto, es reconocer que las emociones siempre están presentes en nuestras decisiones, pero es más que necesario saber hasta que punto son ellas las que dominan en nuestras acciones, porque buscar el equilibrio entre lo que sentimos hacia algo, lo que nos produce, será el punto clave que determinará el grado de reacción que ante algo tendremos, y no debemos olvidar que todo acción tiene una reacción.

No podemos pretender que al actuar de manera exagerada, grosera, ante otra persona vayamos a tener una respuesta sumisa de nuestro interlocutor, por tal motivo, hay que aprender a controlar nuestras emociones si queremos mantener una sana relación con los demás e incluso con nosotros mismos.