"La felicidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos." Marco Aurelio

Muchas veces nos encontramos pensando en tantas cosas, y con mucha frecuencia estos pensamientos más que para conseguir soluciones son para complicarnos las existencia. Pensar es como una especie de arma con la que se nos ha dotado para poder superarnos, pero mal usada se transforma en algo que nos puede hasta destruir.

Solemos pensar mucho las cosas, con frecuencia, y a terminamos en algunas ocasiones no haciendo nada, todo queda en la mente, no digo que sea malo pensar antes de actuar, sin dudas hay que hacerlo, pero limitar las acciones porque pensamos demasiado puede ser un error.

Buscamos la soledad para pensar en cosas trascendentales, se hace necesario que estemos con nosotros mismos, reflexionar, ver todos los matices que están alrededor de esta decisión que debemos tomar, algunos necesitan papel y lápiz para poder ver mejor las cosas, cada uno de nosotros ha establecido -quizás- una rutina que le facilita ese ejercicio de pensar.

Incluso sin querer, pensamos, es una de esas actividades mentales que no se detienen, pero el pensamiento profundo es otra cosa, requiere de concentración, es probable que esta sea la razón por la que buscamos estar solos cuando hay algo serio en lo que debemos pensar, para no tener interrupciones.

A medida que no hacemos adultos, los pensamientos que más espacio de nuestro tiempo ocupan van variando. Recuerdo que las últimas veces que pude hablar con mi abuelo antes de que el falleciera, sus preocupaciones giraban en torno a la realidad que se estaba viviendo y de lo que deparaba el destino para sus nietos y bisnietos.

Cuando somos niños, nuestros pensamientos giran en torno a otras cosas, y así con cada etapa de nuestra vida, el asunto es que nuestra mente no esta del todo preparada para pensar de manera profunda, veo esto con cierta preocupación, sobre todo hoy en día, que a pesar de haber tanta información, cada vez las personas quieren las cosas más rápidas, más "digeribles", hablar actualmente con un adolescente sobre algún clásico es verdaderamente complicado, porque sencillamente les parece muy aburrido, claro, hay sus excepciones, pero la mayoría no disfruta una lectura larga, sino apenas algunos segundo de un vídeo.

Pero parece ser que los humanos no somos los únicos que tenemos esta capacidad de pensar...

_Fuente