Año 2045, acabo de graduarme de ingeniero informático en la universidad y como todos los jóvenes recién graduados, me di unos días libres, porque las últimas semanas de estudios fueron realmente intensas.
Estuve 7 días alejado de la civilización, fui con unos amigos a una cabaña, y la pasamos muy bien, puedo decir que nos desintoxicamos del humo y el bullicio de la ciudad, pero había que volver a la realidad y buscar un trabajo, y esa etapa en la que nos ayudaban en todo había terminado, teníamos que emprender nuestro camino hacia la independencia total y real.
Cuando llegamos a nuestras casas, dejamos que amaneciera un nuevo día y salimos en busca de trabajo. Cuando llegué al primer lugar al que fui en busca de empleo, me atendió una joven, muy linda por cierto, sumamente educada y parecía un poco fría en su forma de hablar y tratarme, pero lo asumí como parte del protocolo de atención a postulantes a cualquier cargo en la empresa.
Sus preguntas fueron muy puntuales y su voz sonaba amena, creo que logré llevarme bien con ella en gran medida, supongo que eso era lo que buscaba, poder analizarme mejor, lo cual no me molestó mucho, Sé que es parte de cualquier análisis de personal, y cada entrevistador tiene su forma particular de hacer las cosas.
Luego de más de media hora de entrevista, que por cierto, quería ingresar a la empresa como desarrollador en el área de inteligencia artificial, que fue lo que más desarrollé mientras estudiaba, ya que es lo que avanza constantemente en mi área de estudio, me dijo en voz baja que me haría una pregunta que sería la última de la entrevista, me pidió que la contestara con toda sinceridad, a lo que le respondí: "claro", cuente con toda mi sinceridad .
A lo que ella me dijo: "¿Crees que la raza humana alguna vez desarrollará una tecnología que pueda confundir lo humano con lo real?"
Jose Vásquez, [16/02/2022 6:31 A. M.]
Sonreí y le dije, hay mucho desarrollo, pero para llegar al punto en que no podemos distinguir entre un humano y un robot, por ejemplo, estamos lejos de eso todavía, pero todo es posible.
Jose Vásquez, [16/02/2022 6:32 A. M.]
En ese momento ella sonrió, se levantó de su silla y me dijo: "Muchas gracias por su tiempo, y para terminar, una última cosa", mientras lentamente se tocaba con la mano izquierda detrás de las orejas, suavemente. de su rostro emergió una especie de máscara, y su cuello robótico quedó expuesto...
Quedé atónita y sin palabras ante tal realidad, nunca pensé que estaba hablando con una mujer robot.
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