Allí estaba yo, sentada a la orilla del lago, viendo los cisnes nadar, recordando pasajes de mi juventud y de aquel amor que no pudo ser. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que lo vi, que apenas podía reconocer su rostro en mi memoria. ¿Qué habría sido de él? ¿Estaría feliz, casado, con hijos? ¿O seguiría siendo el mismo rebelde sin causa que me robó el corazón? Me preguntaba si alguna vez se había arrepentido de dejarme ir, de elegir su libertad sobre nuestro futuro. Yo había intentado rehacer mi vida, pero nunca encontré a nadie que me hiciera sentir lo mismo. Ahora, ya anciana, solo me quedaban los recuerdos de aquellos días felices, cuando éramos jóvenes e inocentes, y creíamos que el amor lo podía todo.
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There I was, sitting on the shore of the lake, watching the swans swim, remembering passages from my youth and that love that could not be. It had been so long since I last saw him that I could barely recognize her face in my memory. What would have become of him? Would he be happy, married, with children? Or would he still be the same causeless rebel who stole my heart? He asked me if he had ever regretted letting me go, choosing his freedom over our future. I had tried to rebuild my life, but I never found anyone who made me feel the same. Now, as an old woman, I only had the memories of those happy days, when we were young and innocent, and believed that love could do everything.
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