A mí suelen criticarme que vivo apegada al pasado, siempre estoy recordando anécdotas de la infancia, a mi abuela y sus cuentos, y me valgo mucho de ellos para alimentar el presente. Esto al parecer no es positivo. Para una gran mayoría, debemos estar en el presente y solo fijarnos en el hoy. Entonces me pregunto ¿Y la historia? ¿Dónde quedan esos hechos del pasado que nos empeñamos en recordar, divulgar y atesorar para a partir de allí valorar el presente?
Una fotografía para el recuerdo.
Cuando hago la pregunta es porque me imagino a tataranietos índagando por hechos de este presente y hasta de mi propia vida. Tengo un familiar, una prima para ser específica, que anda en esa búsqueda, le interroga a su mamá por datos de la infancia, de sus abuelos y tiene un interés verídico por saber más de la vida de sus antepasados.
Yo creo que el empeño, que tengo cada día en aprender y aplicar en mi comportamiento, correctivos que mejoren mi desempeño humano es porque quiero que mi huella sea positiva. Que sepan que su abuela no se conformó, que no creyó en errores, que le dio sentido a su vida cada vez que pudo, que amó la lectura y la escritura como fuentes de saber y producción, que creyó en la amistad, que valoró la familia, que usó la conversación como medio de promover la paz entre los suyos.
Y tú ¿Cómo quisieras ser recordado?