Un gusto para mí participar en esta plataforma, dejo mi saludo cordial a todos y un tema para reflexionar, me gustaría conocer tu opinión. Quienes me conocen saben que este es un tema que me llama la atención y en más de una oportunidad he dejado mi punto de vista al respecto. Siento que en mi país, Venezuela, la situación crítica que se vive ha agriado el carácter de mucha gente y es un lugar común encontrarse con este tema. Si en algo puedo aportar para que cada uno se revise al respecto siento que algo habré hecho.
Dos temas que van ligados, el antipático es por antonomasia agresivo, suele generar estados anímicos incómodos al mantener una actitud de encono muchas veces sin ningún motivo.
Todos hemos conocido una persona antipática, esta suele responder de manera descortés, cuando se le hace una pregunta, está a la defensiva y su actitud hace que la otra persona también se coloque en posición de ataque.
¿Qué lleva a una persona a tener estos arrebatos de violencia? En muchos casos quienes actúan de esta forma tienen antecedentes familiares con entornos de manifiesta agresividad. Los gritos, indirectas, ademanes altaneros se van quedando instalados en la manera de ser de las personas que ven esto como algo normal. El agresivo y antipático no se da cuenta de que lo es, y cuando alguien se lo hace ver reacciona aún con más molestia, volviéndose la situación en un cuento de nunca acabar.
En otros casos son personas que acumulan resentimientos, no saben conversar para solucionar por las buenas los conflictos habituales y se guardan para sí el enojo, que luego sueltan impropiamente ante cualquier otro individuo que no tiene nada que ver con su malestar. Es lo que se suele decir: que los demás pagan los platos rotos.
Cómo suele actuar quien es víctima de este tipo de comportamiento.
La primera reacción lógica que surge es la de engancharse con el que se convierte en agresor y a su vez tener actitudes de agresión o maltrato. Muchas veces la reacción suele ser desproporcionda al ataque y se crean situaciones muy incómodas donde al final el antipático sale beneficiado, es como si se saliera con la suya.
La otra reacción y quizá la más recomendable sea la de pasar la página, aunque resulte incómodo no tratar de arreglar el conflicto en el momento es preferible dejar que las aguas se calmen y no echarle más leña al fuego, dejar enfriar la situación, si la persona es del entorno cercano siempre surgirá el momento adecuado para aclarar el problema y dejar claro cuáles son los propios límites.
¿Qué piensas tú al respecto?