Andrés had long waited for his little sister who had gone to live with her aunt Juana. To make him feel better his uncle, who was the sole breadwinner for the orphans, gave him a chicken.
"How do we call hem," asked the boy.
-We are going to call him Leopoldo- answered his uncle, -but lovingly we will simply call him "Pollo", what do you think-
"Yes" Pollo"is fine," replied the boy, smiling.
A few weeks passed, and his little sister had returned. The two children played daily with the chicken that was growing little by little, usually it fell asleep in the same room as them and spent time looking for worms in the yard while the children played. One day the girl had stayed to sleep at a friend's house but she arrived unexpectedly and trampled her little brother and her uncle to talk.
"Remember Andrés, once he's fat, that chicken what?" Asked the uncle.
-We twist the neck and make it in mole- replied the boy while laughing.
That's when his little sister came in and put the scream in the sky.
-No, you are not going to eat Leopoldo- he is my pet.
"Okay," replied the boy and his uncle.
In those years a great devaluation came in Mexico, the uncle had recently lost his job and they had nothing to eat that day, Aunt Juana had been left to go for them the next day, but that day they was really hungry.
While the children were at school, his uncle took the opportunity to kill the chicken, which already easily weighed four kilos. A neighbor had brought them some rice and some mangoes, the uncle made a tasty jug of mango water and prepared the chicken in mole.
Upon arriving from school, the boy immediately sat down at the table and began to paint some drawings while the girl walked in the yard looking for the chicken. The uncle served three dishes with rice and chicken in mole and served them water.
"How tasty," said the boy.
"It's Leopold," said the uncle in a low voice.
-Wow, it is delicious- added the boy.
The girl was entering at that moment and began to cry when she heard what they were talking about, she no longer wanted to eat, she retired to her room and fell asleep. The next morning he was very hungry, his uncle had prepared some golden chicken "taquitos" with what was left.
-What are these tacos- asked the girl.
-They are cow, uncle replied quickly-
-They are very tasty, thank you uncle- added the girl.
The boy said nothing, just stared at the uncle while smiling.
-
Hacía tiempo que Andrés esperaba a que regresara su hermanita que se había ido a vivir con su tía Juana al rancho. Para que se sintiera mejor su tío que era el único sostén de los huérfanos, le regaló un pollo.
-Como le ponemos-, preguntó el niño.
-Vamos a llamarlo Leopoldo- contestó su tío, -pero de cariño lo llamaremos simplemente "pollo", que te parece-
-Si "pollo" está bien-, respondió el niño sonriendo.
Pasaron unas cuantas semanas, ya su hermanita había regresado. Los dos niños jugaban diariamente con el pollito que poco a poco iba creciendo, se dormía en el mismo cuarto que ellos y se la pasaba buscando lombrices en el patio mientras los niños jugaban. Un día la niña se había quedado a dormir en casa de una amiguita pero llegó de improvisó y holló a su hermanito y a su tío hablar.
-Recuerda Andrés, una vez que esté gordo, ese pollo qué?- preguntó el tío.
-Le retorcemos el pescuezo y lo hacemos mole- respondió el niño mientras reía.
En eso entro su hermanita y puso el grito en el cielo.
-No, no se van a comer a Leopoldo- es mi mascota.
-Está bien- contestaron el niño y su tío.
En aquellos años se vino una gran devaluación en México, el tío había perdido recientemente su trabajo y no tenían nada que comer ese día, la tía Juana había quedado de ir por ellos al día siguiente, pero ese día ya hacía hambre.
Mientras los niños estaban en la escuela su tío aprovechó para matar al pollo que ya pesaba fácilmente cuatro kilos. Una vecina les había llevado un poco de arroz y unos mangos, el tío preparó una sabrosa jarra de agua de mango y preparó el pollo en mole.
Al llegar de la escuela el niño se sentó inmediatamente a la mesa y empezó a pintar unos dibujos mientras la niña andaba en el patio buscando al pollo. El tío sirvió tres platos con arroz y pollo en mole y les sirvió agua.
-Que sabroso- dijo el niño.
-Es Leopoldo- le dijo el tío en voz baja.
-Orale, pues está delicioso- agregó el niño.
La niña iba entrando en ese momento y se puso a llorar al oír lo que conversaban, ya no quiso comer, se retiro a su cuarto y se durmió. A la mañana siguiente tenía mucha hambre, su tío había preparado unos taquitos dorados de pollo con lo que había quedado.
-De que son estos tacos- preguntó la niña.
-Son de vaca, respondió el tío rápidamente-
-Están muy sabrosos, gracias tío- agregó la niña.
El niño no dijo nada, sólo se le quedó viendo al tío mientras sonreía.