Estimados lectores, el sector agropecuario es considerado como un eslabón estratégico en cualquier nación, ya que, es el que se encarga de la producción de alimentos para satisfacer las necesidades alimenticias de los países. Para poner en marcha la actividad agropecuaria se necesita de recursos económicos suficientes para la construcción de infraestructura de apoyo a la producción además de la adquisición de insumos y medicinas según sea el caso, por ello, algunos empresarios agrícolas recurren a los créditos para poder costear dichas necesidades.
Es importante comenzar señalando que el crédito desde el punto de vista financiero según Besley y Brigham (2000), consiste en una transacción en donde una persona que se le denomina prestamista otorga a otra persona que se le denomina prestataria una cantidad de dinero determinada, con el compromiso de recibir posteriormente una suma igual o mayor a la prestada, en este sentido el prestatario se compromete a pagar un rendimiento adicional que mucho conocemos como interés.
Desde el punto de vista de las empresas agropecuarias, el productor busca el crédito con la intención de tener capital oportuno y suficiente para adquirir un conjunto de recursos y servicios que le ayuden a mejorar la productividad del sistema, en este sentido la experiencia del empresario agrícola es determinante para poder cancelar la cantidad de dinero obtenido por el sector financiero.
En este mismo orden de ideas, es necesario mencionar que generalmente quienes otorgan el finaciamiento agrícola son las entidades financieras privadas (bancos), quienes solicitan algunos requisitos para poder ser otorgados, otras de las vías por las cuales reciben financiamiento es a través de sector público, para ello, el estado debe implementar políticas agrarias que sean determinantes para lograr el crecimiento del sector agrícola, el financiamiento aportado por el estado se enfoca en la mejora de infraestructura, adquisición de insumos, comercialización entre otros.
A partir de todo los antes planteado, considero que el crédito tiene un impacto positivo en la empresa dependiendo de la cantidad de dinero adquirido y la eficiencia con la que se maneje, aparte de ello, se puede decir que la mejora no solo depende del recurso económico percibido sino también del acceso a la tecnología, el acompañamiento técnico que puedan brindar las empresas privadas y las instituciones públicas además del acceso que tengan a las investigaciones para mejorar su producción. También, es importante que el productor realice un diagnóstico del mercado, para observar cuales son los cultivos que pueden ofrecer solidas garantías del retorno de dinero a la institución financiera, por ejemplo, en Venezuela el rubro palma aceitera en la actualidad está generando excelentes dividendos a los productores agrícolas, lo que posiblemente pudiese retornar rápidamente el capital invertido en caso de que existiera planes de financiamiento agrícolas.
Estimados lectores, el crédito posiblemente no sea el remedio de todos los problemas que se presenten en las unidades de producción, pero es un servicio fundamental para apoyar a los programas de producción y así cumplir las metas propuesta por el agronegocio, siempre y cuando se encuentre estrechamente vinculado con los requerimientos reales de la finca.
| Referencias bibliográficas |
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Besley, S. Y Brighan, E.(2002). Fundamentos de administración financiera. 10° ed. Mexico: McGraw Hill Interamericana Editores.
