English
Return to the Halo (part 6)
-This is CG0008-1232d, as we said before, our new approach to this system led us to discover three new planets of which this one was of interest, -continued Fukuyama-. It is a planet of terrestrial type, although that classification is no longer used, I think I explain myself better this way. Its surface is completely frozen, but the most interesting thing is that its atmosphere seems to have suffered some kind of environmental catastrophe.
-Explain please doctor, what is the relevance of this to our situation? -said Senator De Sousa.
-The atmospheric composition of the planet is composed of forty percent of gases that could be considered industrial waste, gases that we have never found on other planets and that we do not know of natural processes that produce them, -said Fukuyama.
-You mean the planet is inhabited? -Asked Admiral Akira Roman, head of Apollo's military component.
-We can't be sure, in fact, I would dare to say that it is not, because although we found the presence of these gases, we did not find atmospheric indicators that demonstrate the presence of life.
-Then, how can we explain it, -Roman intervened again.
-We believe that this is a dead planet, perhaps its inhabitants succumbed to the same environmental crisis ... - said Wagner-. Or they abandoned the planet before it was too late, as in our case.
-The most interesting thing about this planet is that under its frozen surface, its entire crust is formed by an infinity of tunnels and metallic structures, as if the entire planet or a part of it was a construction, it seems that at least twenty percent of the planet's mass could be attributed to constructions, apparently subway, but that in reality were placed as layers, over the ancient surface, leaving it hidden, under an infinity of artificial structures.
-Like Balder, - said Almeida.
-Admiral, you are not authorized to reveal this information, -interjected De Sousa.
-I am sorry if that satisfies you, but we are not here to hide information at this time -said Almeida-. And I believe that given the complexity of the situation, my colleagues from the other components and the representatives of the academies deserve to be informed.
-Let him continue, Senator, -interjected Pier Benedetto, the chairman of the Parliament's defense committee.
-Well, I am not the only one here who knows, but it will be new information for many, what I am going to say, - continued Oliver Almeida -. While it is an open secret that some sectors, quote unquote, unexplored, which give the so-called bridges to nowhere, are under absolute military domination and where new technologies and weapons are tested and developed, perhaps it is not known that in some of these sectors there have also been particularly sensitive discoveries, whose nature has been hidden from the public.
-What do you mean by sensitive? Admiral, -asked the senator representing Cerberus, clearly upset.
-Unfortunately, even if I wanted to, I cannot reveal everything that is hidden there, - said Oliver -. First, because my intention is not to reveal military secrets, I am not a traitor. And second, because I don't know everything that happens in the various militarized sectors, I only know what I saw when I was in sector HS898.
Almeida paused and gave in a low voice some instructions to the lieutenant who accompanied him, who then ran through the corridors to the projection booth and after some seconds of uncomfortable silence, the projection of a planet with an almost completely frozen surface, crossed only by some narrow channels and that seemed to have a light atmosphere, was shown.
-This is Balder, it is a world that was originally designated for terraforming, so after the atmosphere began to adjust and the temperature began to rise, the ice crust began to fracture, revealing what appeared to be an intricate cave system beneath its surface. When this happened, the terraforming process was halted and the sector, which by that time had not yet been released for exploration or colonization, was seized by the military and exploration of the planet began in absolute secrecy.
-You mean that there is a planet similar to the one pointed out by the doctors, in the middle of our own sector of the galaxy and nobody knew about it, -said, with his pale face, completely reddened, the senator of Cerberus.
-I'm afraid so, Senator Olivier - answered Almeida.
-And what the hell is in there?- asked Olivier.
-I couldn't tell you, as everything that is secret in the army, those involved, we work with the minimum possible information, I was only in guard duties, on board the frigate Nike, under the command of Captain Olsen at that time, that was before we were transferred to the battleship Sorrento, at that time I was only an ensign, sometimes it was my turn to guide shuttles with scientists, from the orbital station to the surface of the planet, but I never entered the subway facilities, so I don't know more than what I told them.
-Maybe I could answer that question -a member of the delegation from the Amphitrite academy interjected.
-Who are you? -asked De Sousa, clearly uncomfortable with the way the meeting was going.
-I am Dr. Gerald Petersen, an astrobiologist and astroarchaeologist from the faculty of alien studies at Amphitrite Academy, -he said-. And for one hundred and seventy-five years, I have been working for the alien research division of the military, assigned to Balder.
Spanish
Regreso al Halo (parte 6)
―Este es CG0008-1232d, como dijimos antes, nuestro nuevo acercamiento a este sistema, nos llevó a descubrir tres nuevos planetas de los cuales este resultó de interés―continuó Fukuyama ―. Se trata de un planeta de tipo terrestre, aunque esa clasificación ya no se usa, creo que me explico mejor así. Su superficie está completamente congelada, pero lo más interesantes es que su atmósfera parece haber sufrido algún tipo de catástrofe ambiental.
―Explique por favor doctora, ¿qué interés tiene esto para nuestra situación? ―dijo el senador De Sousa.
―La composición atmosférica del planeta está compuesta en un cuarenta porciento por gases que podrían considerarse como desechos industriales, gases que nunca hemos encontrado en otros planetas y que desconocemos procesos naturales que los produzcan ―dijo Fukuyama.
―¿Quiere decir que el planeta está habitado? ―preguntó el Almirante Akira Román, jefe del componente militar de Apolo
―No lo podemos asegurar, es más, yo me atrevería a decir que no, pues si bien encontramos la presencia de estos gases, no hallamos indicadores atmosféricos, que demuestren la presencia de vida.
―Entonces como se explica ―volvió a intervenir Román.
―Creemos que se trata de un planeta muerto, tal vez sus pobladores sucumbieron por la misma crisis ambiental …―dijo Wagner ―. O abandonaron el planeta antes de que fuera demasiado tarde, como en ocurrió nuestro caso.
―El caso es que lo más interesante que tiene este planeta es que bajo su superficie congelada, toda su corteza está formada por infinidad de lo que pacen túneles y estructuras metálicas, como si todo el planeta o una parte de él fuera una construcción, pareciese que, al menos un veinte porciento de la masa del planeta se le pudiera atribuir a construcciones, aparentemente subterráneas, pero que en realidad fueron puestas como capas, sobre la antigua superficie, dejando esta oculta, bajo infinidad de estructuras artificiales.
―Como Balder ―dijo Almeida.
―Almirante, no está autorizado para revelar esa información ―intervino De Sousa.
―Amonésteme si eso le satisface, pero no estamos para estar ocultando información en este momento ―dijo Almeida ―. Y creo que dado lo complicado de la situación, mis compañeros de los otros componentes y los representantes de las academias, merecen estar informados.
―Déjelo continuar senador ―intervino Pier Benedetto, el presidente de la comisión de defensa del Parlamento.
―Bien, yo no soy el único aquí que lo sabe, pero si será una información nueva para muchos, lo que voy a decir ―continuó Oliver Almeida ―. Si bien es un secreto a voces, que algunos sectores, entre comillas, inexplorados, a los que dan los llamados puentes a la nada, están bajo absoluto dominio militar y es donde se prueban y desarrollan nuevas tecnologías y armas, tal vez no es sabido que en algunos de esos sectores también se ha hecho descubrimientos particularmente delicados, cuya naturaleza se ha pretendido ocultar del público.
―¿Qué quiere decir con delicado?, Almirante ―preguntó, claramente alterado, el senador representante de Cerbero.
―Lamentablemente, aunque quisiera, no puedo revelar todo lo que se esconde allí ―dijo Oliver ―. Primero porque mi intensión no es revelar secretos militares, no soy un traidor. Y segundo, porque no conozco todo lo que ocurre en los diversos sectores militarizados, sólo se lo que yo vi cuando estuve en el sector HS898.
Almeida hizo una pausa y dio en voz baja algunas instrucciones al teniente que lo acompañaba, quien luego corrió a través de los pasillos, hasta la cabina de proyecciones y después de algunos segundos de incómodo silencio, se mostró la proyección de un planeta de superficie casi completamente congelada, surcada sólo por algunos estrechos canales y que parecía tener una ligera atmosfera.
―Este es Balder, es un mundo que en un principio fue designado para terraformación, así que, tras iniciar la adecuación de la atmósfera, y empezar a elevarse la temperatura, la corteza de hielo empezó a fracturarse, lo que reveló lo que parecía un intrincado sistema de cuevas bajo su superficie. Cuando esto ocurrió, el proceso de terraformación se detuvo y el sector, que para ese momento aún no se había liberado para exploración o colonización, fue embargado por el ejercito y se inició la exploración del planeta en absoluto secreto.
―Quiere decir que hay un planeta similar al señalado por los doctores, en medio de nuestro propio sector de la galaxia y nadie lo sabía ―dijo, con su pálida cara, completamente enrojecida, el senador de Cerbero.
―Me temo que si senador Olivier ―respondió Almeida.
―Y, ¿qué demonios hay ahí? ―interrogo Olivier.
―No le sabría decir, como todo lo que es secreto en el ejército, los involucrados, trabajamos con la mínima información posible, yo sólo estuve en labores de resguardo, a bordo de la fragata Nike, bajo el mando del para entonces capitán Olsen, eso fue antes de que nos transfirieran al acorazado Sorrento, en ese entonces sólo era un alférez, en ocasiones me correspondió guiar trasbordadores con científicos, desde la estación orbital hasta la superficie del planeta, pero nunca entré en las instalaciones subterráneas, así que no se más que lo que les dije.
―Tal vez yo podría responder esa pregunta ―intervino un miembro de la delegación proveniente de la academia de Anfitrite.
―¿Quién es usted? ―preguntó De Sousa, claramente incomodo por el camino que había tomado la reunión.
―Soy el doctor Gerald Petersen, soy astrobiólogo y astroarqueólogo de la facultad de estudios alienígenas de la academia de Anfitrite ―dijo ―. Y durante ciento setenta y cinco años, estuve trabajando para la división de investigación alienígena del ejército, asignado a Balder.
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