La historia de despedida que vengo a contarles es la de mi tía que se fue a Perú en 2019. Era un 14 de febrero del año ya mencionado, en casa como es habitual la familia nos reunimos para compartir cualquier detallito en este día porque a pesar de todo , siempre estamos unidos y somos como amigos. Ese día era algo diferente pues a pesar de estar reunidos, mi tia, la mayor de tres hermanas estaba terminando de hacer sus maletas para finalmente viajar a Perú y encontrarse con mi primo aproximadamente año y medio antes ya se había ido.

El motivo de esta migración fue por supuesto la crisis que arropó a Venezuela de forma más intensa entre esos años. Y que ese día aún era notable, cerca de mi casa habían abierto una repostería que hacía postres increíbles para la época a un precio muy accesible, y recuerdo que ese día estábamos compartiendo unos cupcakes de ese lugar porque eran de calidad y bastante económicos.

Después de compartir nuestros cupcakes llegó el momento menos esperado, la hora de los abrazos. Todos abrazamos a mi tía seguramente pensando en cuando volvería a llegar al día que lo volviésemos a hacer, una emigración sin planes es un futuro incierto pues que esas personas regresen se toman algo Tirando a lo imposible. Después de algunas lágrimas, mi mamá se fue con ella para llevarla al terminal y la mayoría en casa de mis abuelos nos quedamos llorando.

Debo confesar que se me salieron las lagrimas escribiendo esto.

En fin, que al día de hoy seguimos sin ver a mi tia y muchas cosas han pasado. Un bebé ya ha nacido en Perú y el segundo es en camino, bebés que poco conocerán de nosotros. Tres años después y quizás un poco más y aún no sabemos cuándo volveremos a ver a todos ellos. Creo que de todos en la familia he sido el que menos ha demostrado ser afectado por esta situación y realmente hasta me había creído que no me estaba afectando, quizás porque evitaba pensar en ello pero con esta publicación me doy cuenta de cuanto he estado guardando.

Quizás si mi primo no se hubiese ido estaría hoy acá con nosotros creando contenido en la plataforma y hubiese logrado muchas cosas como comprar su casa también. Cuando estaba acá solíamos jugar Clash of Clans y era una constante competencia por ver quien subía su cuenta mejor, imagino algo así, nosotros compitiendo por ver quien hace mejor contenido o mas en la semana. Sinceramente nunca se está preparado para una despedida pero creo que eso es parte de la vida y no podemos controlarlo.

Fotos tomadas con iPhone 4s