ESCENA 1:

Después de que Misifús detuviera a Gelatina para que no se vuelva una monja humana, la diosa de los gatos le pidió unos días porque debía con suma urgencia saber sobre la situación del Gordo Joe, no era nada fácil después de que la gata blanca, el cachorro Waldo y los pollos hermanos ayudaran a rescatarlo de esa prisión en la que se encontraba por culpa de una noche enamorada de su Karla con un granjero todo extraño.

Misifús se fue diciéndole que la esperaría un par de días, después de despedirse, decidió llamar a su amigo Joe para que le informara sobre la curación de sus heridas de batalla, porque, aunque cayó encima de algunos pollos diabólicos de los que se quería vengar, también otros lo picoteaban tanto que dañaron hasta su cola.

—¿Gordo? —pregunta la diosa Bastet a su amigo obeso.

—¿Sí, Gelatina?

—Gracias por salvarme, por impedir mi boda con ese rufián. ¿Qué harás ahora que eres libre de esta granja de pollos diabólicos?”

—¡¡¡Correrá sangre!!! —Luego de responder, Joe no puede seguir conversando porque tiene un mensaje importante que contestar en su cuenta de discord, así que se despidió de Gelatina para saber de qué se trataba la insistencia del Gato de la Nieve.

—Joe, estoy enterado de la buena nueva, necesito hablar contigo de manera urgente porque tengo noticias que podrían interesarte.

—Suelta las sardinas, Gato de la Nieve, ahora no puedo huir de casa porque Karla quiere salir por la ventana para buscar a su granjero, debo cuidarla hasta que se le pase la locura.

—Sé del encuentro que Mushu y sus secuaces, los minitigres tendrán en el emporio Klausman una reunión en la mañana, quieren silenciarte a como de lugar, y más después de ser uno de los promotores para deshacer la boda de ese gato mafioso con Gelatina.

ESCENA 2:

—Permitidme saludaros mis honorables compañeros —dijo Mushu después de cerrar la puerta—. Bueno, camaradas, iré al grano: los he reunido aquí, en la oficina de Roderick Klausman para informarles queee...

De repente, alguien tumbó la puerta y se pudo escuchar el estruendo… era el gordo Joe con su tropa, quien gritó enfadado y muy agresivo: “¡¡Aquí estoy traidores!!”

Frente a frente están el bien y el mal, la luz y la oscuridad. Como en todo cuento, uno de los dos tendrá que perder. ¿Será la experiencia en el arte marcial más poderosa que las de Bruce Lee, Jet Li y Jackie Chan juntas? ¿Serán las influencias gansteriles relacionadas con las mascotas de los gobiernos que quieren acceder a ser parte del G20?

Al ver a Mushu, Gelatina no quiere participar, pero el Gato de la Nieve la reprende diciendo que él tiene la facultad de convertirla en un ratón de computador para que viva por siempre scroleando en las páginas de Internet. La diosa accede con la condición de no usar su poder, afirmando que peleará como felina.

Una gata aparecida llamada Gertru que Mushu consiguió en el bar de la esquina de su casa castiga al gordo Joe con sus garras afiladas, le da varios golpes en la cara y cuando iba a patearlo para sacarlo del combate, una paloma mensajera del Pueblo del Olvido se olvida de su misión de vigilante y vuela sobre Gertru y le lanza excrementos en los ojos para neutralizarla.

Mientras tanto, el Tuerto, al tener un solo ojo sobreviviente, se confunde y pisa la cola del cachorro Waldo, quien termina dando un aullido para despertar la ira del gato Matías quien le lanza una flecha, pero el Gato de la Nieve la agarra con su hocico evitando que hieran a su compañero.

Gelatina se lanza a pelear con uno de los minitigres, pero él la hipnotiza y trata de convencerla para que desista, sin embargo, el pollo Claudio se percata y le lanza a la diosa Bastet un vaso con leche para que despierte del encantamiento.

Otro de los minitigres usa las garras de sus patas delanteras para desinflar al Gato de la Nieve, pero se confunde y levanta a su hermano gemelo por los cielos. Para evitar una caída que podría ser considerada una baja importante, Matías vuelve a lanzar una flecha para atrapar al felino, pero el cachorro Waldo lo empuja y el arco queda apuntando directo a la cola de Mushu.

—Meeeeeowwwww! —exclama el líder de la banda oscura al sentir un piquete en su trasero.

Al tener una rencilla con el Tuerto porque engañó a su hermanita menor, Cat el Hat sacó de su sombrero verde una pistola de agua porque sabía que a los felinos no les gusta bañarse, pero esta tenía un desperfecto, y al momento de disparar salieron croquetas, las cuales fueron aprovechadas por el cachorro Waldo.

El gordo Joe se acerca con sigilo para arañar a Mushu, los minitigres se dan cuenta y se lanzan primero contra él, sin contar con que los pollos hermanos Fran y Claudio comenzaran a darles picotazos en la cabeza. Ante tremendo ataque porque sabía que Joe no fallaría en su venganza, Mushu se pone de rodillas y pide disculpas por lo sucedido, a lo que Joe respondió gritando como si rugiera:

—¡¡PEDIR DISCULPAS NO COCINAN LOS FIDEOS!!

—¿Qué diablos tienen que ver los fideos en toda la pelea?

—No sé, Mushu, pero es una frase que vi en unos dibujitos animados de Kung Fu Panda.

Mushu sabía que las cosas en su equipo se complicaron mucho más porque el Tuerto comenzó a cantar una melodía de Bad Bunny, sabiendo que el bando contrario tenía la debilidad por ese reguetonero y se pondrían a bailar en vez de luchar. Prefirió correr hacia una de las puertas, pero se equivocó en su intento de escapar y abrió la incorrecta porque descubrió que Roderick Klausman estaba besuqueándose con Marina, su humana.

—¡Qué hace este zoológico en mi escritorio! ¡Ya le he dicho a Hristo que vaya a comerse sus gatos en otro lugar!... Hoooooops! -gritó furibundo el dueño del emporio.

—¿Si señor Klausman? —responde su secretaria.

—¡Judy, llama al departamento de Vida Salvaje de inmediato!

—¿Por qué motivo?

—¡Quiero que se larguen todos los animales de mi oficina!

FIN.

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