VERSIÓN ESPAÑOL:
¿Cómo va la gente de Blurt?
Les aúllo el chisme por el que seguro vienen a leer a mi cueva de meditación:
España está pasando una situación complicada por la tragedia ocurrida en Valencia, al ser una noticia mundial, todos ya deben estar enterados. Puede que también estén enterados que la ayuda de la realeza que vive a costilla de los impuestos del pueblo llegó muy tarde con la presencia del rey, su consorte, e incluido el míster universo o elefante blanco que tienen por presidente.
Pero no queda ahí la historia, puesto que cuando llegaron al sitio de la tragedia (como si con su sola presencia se aplacaría la tragedia que viven las personas que lo perdieron todo, que no solo perdieron algo material, sino personas importantes) no fueron recibidos de la mejor manera, como lo muestra este titular de noticias en YT:
Es lo justo, se merecen eso y mucho más porque sabiendo de antemano lo que ocurría en el lugar del que se adueñaron sus antepasados para hacerlo suyo, llegaron varios días después. A veces es mejor quedarse callado y tomar acciones inmediatas ante tragedias como estas porque un abrazo, hacerse los que escuchan y entienden la situación, así también como la decisión de llenar el ambiente con palabras huecas no arreglarán el problema. El protocolo real no ha hecho un trabajo adecuado porque la seguridad con la que el rey y su esposa deben trasladarse a un sitio debe ser extrema, pero al parecer, como que la casa real, la presidencia y todo el equipo que los respaldaba querían captar la atención de las cámaras para subir su popularidad, una popularidad que por lo que sé está por los suelos.
Las tragedias como la reciente en Valencia, donde el peso de la desgracia recayó sobre la ciudadanía y dejó expuestas a las autoridades, reflejan mucho más que un incidente aislado porque cuando las autoridades visitaron la zona afectada, la reacción de la gente, esa mezcla entre indiferencia y descontento, habló por sí sola, fue una respuesta honesta a una figura que, aunque lleva el título de monarca, no logró representar ni consuelo ni empatía en un momento en que el país necesitaba algo más que formalidades.
¿Por qué se sintió la gente así? Porque en los momentos de crisis el peso del liderazgo debería recaer en quien tiene la voz para calmar y la mano para actuar, sin embargo, lo que la población percibió fue una desconexión entre la tragedia que estaba viviendo y la autoridad que debería acompañarlos en el duelo con ayuda humanitaria. En estos tiempos, la idea de un rey que simplemente "preside" ya no encaja, ya que la ciudadanía necesita ver a sus líderes en acción y sentirlos a su lado, no como meras figuras representativas sino como seres humanos implicados.
Más título de noble tienen aquellas personas que desinteresadamente, que no necesitaban hacer alarde de nada, que a veces teniendo necesidades que nadie conoce, que a veces siendo pobres y teniendo muchas carencias, se hicieron presentes para ayudar desde el incio, desde que se enteraron de la tragedia porque comprenden, porque saben, porque han vivido lo que significa no tener y necesitar de forma inmediata.
La ética y los valores que alguna vez sostuvieron a las monarquías parecen, al menos en este contexto, diluirse, este vacío de compromiso ético no solo resulta visible en una falta de empatía, sino en una ausencia de verdadera conexión con el pueblo, un pueblo que exige sus derechos. Cuando se lleva un título de realeza debería implicar una obligación moral y ética con los ciudadanos porque el respeto y la responsabilidad no deberían nacer solo de un derecho hereditario, sino de una relación sincera con quienes sufren y luchan día a día.
Esta situación en Valencia debería ser una lección para quienes ostentan títulos de honor. No se trata de llevar una corona, sino de ser un pilar humano y sensible que responde al dolor ajeno. La sociedad actual exige más que símbolos y tradiciones: necesita líderes verdaderos, personas que no olviden que ser autoridad implica responder no solo con palabras, sino con acciones reales y humanas que aporten paz y esperanza. La enseñanza que queda para el mundo entero es clara: ser rey o líder sin ética es vaciar de sentido un título que en su esencia debería significar servicio y trabajo porque si no es así, ¡deberían quedarse solo con su colina suiza!
"Las acciones borran pasiones", suelen decir por ahí.
Ya los leo más tarde.
Chau.
ENGLISH VERSION:
How's it going, Blurt folks?
I am telling you the gossip that you are surely coming to read in my meditation cave:
Spain is going through a difficult situation due to the tragedy that occurred in Valencia. As it is world news, everyone must already be aware of it. You may also be aware that the help from the royalty that lives off the people's taxes came too late with the presence of the king, his consort, and even the mister universe or white elephant that they have for president.
But the story does not end there, since when they arrived at the site of the tragedy (as if their presence alone would appease the tragedy experienced by the people who lost everything, who not only lost something material, but important people) they were not received in the best way, as shown by this news headline on YT:
It is only fair, they deserve that and much more because knowing in advance what was happening in the place that their ancestors took over to make it their own, they arrived several days later. Sometimes it is better to remain silent and take immediate action in the face of tragedies like these because a hug, pretending to listen and understand the situation, as well as the decision to fill the atmosphere with empty words will not solve the problem. Royal protocol has not done an adequate job because the security with which the king and his wife must move to a place must be extreme, but it seems that the royal house, the presidency and the entire team that supported them wanted to capture the attention of the cameras to boost their popularity, a popularity that from what I know is on the floor.
Tragedies like the recent one in Valencia, where the weight of the misfortune fell on the citizens and left the authorities exposed, reflect much more than an isolated incident because when the authorities visited the affected area, the reaction of the people, that mix of indifference and discontent, spoke for itself, it was an honest response to a figure who, although he bears the title of monarch, failed to represent either comfort or empathy at a time when the country needed something more than formalities.
Why did people feel this way? Because in times of crisis the weight of leadership should fall on those who have the voice to calm and the hand to act, however, what the population perceived was a disconnection between the tragedy they were experiencing and the authority that should accompany them in mourning with humanitarian aid. In these times, the idea of a king who simply "presides" no longer fits, since citizens need to see their leaders in action and feel them at their side, not as mere representative figures but as involved human beings.
Those people who, selflessly, who did not need to boast about anything, who sometimes had needs that no one knows about, who were sometimes poor and had many shortcomings, were there to help from the beginning, from the moment they heard about the tragedy because they understand, because they know, because they have lived what it means to not have and to need immediately, have a more noble title.
The ethics and values that once supported monarchies seem, at least in this context, to be diluted. This lack of ethical commitment is not only visible in a lack of empathy, but in an absence of true connection with the people, a people who demand their rights. When one bears a royal title, it should imply a moral and ethical obligation to the citizens because respect and responsibility should not only be born from a hereditary right, but from a sincere relationship with those who suffer and struggle day by day.
This situation in Valencia should be a lesson for those who hold titles of honor. It is not about wearing a crown, but about being a human and sensitive pillar that responds to the pain of others. Today's society demands more than symbols and traditions: it needs true leaders, people who do not forget that being an authority implies responding not only with words, but with real and human actions that bring peace and hope. The lesson for the entire world is clear: being a king or a leader without ethics means emptying the meaning of a title that in essence should mean service and work, because if not, they would be left with only their Swiss hill!
"Actions erase passions," they often say.
I'll read them later.
Bye.
Para este tiempo ya no deberían existir las monarquías y más si sabemos el trasfondo que tienen en el mundo actual. A España le hace falta levantarse contra aquellos que día a día, que mes a mes los exprimen con altísimos impuestos, a tal punto que muchos prefieren migrar a Andorra. A España y a todos aquellos países que todavía viven bajo los reinados, deberían alzar su voz y terminar con el sistema de monarquías, sin embargo, eso lo decimos quienes somos en cierta manera libres de esa lastra, sin embargo, ese deseo de que se terminen las monarquías porque son igual a la esclavitud, es un sueño que al parecer se va haciendo cada vez más lejano porque la gente, aunque vieja y joven, olvida rápido, olvida o simplemente se hace la de la vista gorda porque cuando hay eventos de la realeza están al pendiente, que si alguien se casó, salen a las calles a aplaudir como si fueran parte del cuento de hadas que en la realidad es de brujas e infiernos.
Una muestra de lo que digo acerca de que tienen que desaparecer las monarquías es lo que ha pasado en Valencia... tantos días sin aparecer para en algo ayudar a las personas y de la nada aparece como si nada, solo a dar condolencias, a decir "lo entendemos" cuando ellos saben que jamás han atravesado por ese tipo de tragedias, cuando ellos no han pasado hambre nunca, cuando no han pasado angustias por necesidad de dinero, ya que se lo exprimen al pueblo en cada impuesto que la realeza recibe solo por supuestos derechos.
Lo más triste es que la gente olvida rápido, olvida tan rápido, olvida tan rápido que perdona lo imperdonable, tan pronto pasará todo esto que apenas haya algún evento real, de carácter social y chismerío rosa, ten por seguro, lobo, que las personas se aglomerarán otra vez para lamerles las botas y lavarles los calzones porque la realeza sabe cómo entretener a sus bufones ya vasallos.
Gracias por la publicación, lobo. Saludos para ti, para tu esposa y sus hijos.
Dios los bendiga grandemente.