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Sábado, 16 de noviembre, 2024.
Una persona se siente bien con los privilegios por los que paga, por ejemplo, viajar en clase ejecutiva o también en primera clase, acceder a descuentos al ser clientes frecuentes de una tarjeta de crédito, recibir atención médica privada de primera, etc.
Los privilegios son una realidad ineludible en la estructura social, son esos beneficios, oportunidades o ventajas que algunos poseen por razones ajenas a su esfuerzo o mérito personal: el lugar donde nacieron, el color de su piel, su género, su orientación sexual, su nivel económico o incluso el acceso a educación de calidad, aunque no elegimos tenerlos, su existencia influye profundamente en cómo nos relacionamos con el mundo y con los demás.
Reconocer los privilegios no debe verse como un acto de culpa, sino como un ejercicio de conciencia, el tenerlos no es un pecado, pero ignorarlos sí puede ser una omisión que perpetúe desigualdades en la medida en que somos capaces de ver nuestras ventajas, por eso, podemos comprender mejor las luchas de quienes no las tienen. Una de las grandes oportunidades positivas de los privilegios es usarlos como herramientas para tender puentes, abrir caminos y apoyar a quienes han enfrentado barreras que nosotros ni siquiera imaginamos. No es desconocido para nadie que tener contactos bien relacionados abre la puerta a trabajos incluso mejor pagados, aunque a veces no sea muy justo.
Los privilegios tienen también un lado que nos permite construir relaciones más humanas al ofrecer la posibilidad de entender sobre las experiencias que damos por sentado y agradecer por ellas, al mismo tiempo, nos empujan a preguntarnos: ¿cómo podemos usar lo que tenemos para aportar algo más allá de nosotros mismos?, entonces esa introspección puede transformar no solo nuestra forma de vivir, sino también la manera en que contribuimos al bienestar colectivo.
No podemos olvidar que el lado positivo de los privilegios no anula las injusticias que generan cuando no se cuestionan, el verdadero reto es equilibrar lo que tenemos con la responsabilidad de compartir, aprender y actuar en beneficio de una sociedad más equitativa porque los privilegios no deberían ser solo ventajas personales, sino oportunidades para construir un mundo donde todos podamos ser tratados con dignidad.
Sin embargo, existe gente que piensa que solo por el hecho de vivir en el mundo es merecedora de privilegios que incluso no existen, así que existe el lado oscuro de ellos y radica en la ceguera que muchas veces los acompaña, por ejemplo, cuando se tienen desde siempre es fácil darlos por sentados, como si fueran inherentes a la vida misma y esa naturalización lleva a la peligrosa creencia de que no solo son merecidos, sino que están garantizados, como un derecho divino o incuestionable, pero quien no cuestiona sus privilegios puede llegar a desentenderse de las luchas ajenas percibiendo las desigualdades como algo lejano o inexistente.
El problema se agrava cuando los privilegios alimentan actitudes de arrogancia o indiferencia y más cuando algunos llegan a pensar que su posición en la vida es producto exclusivo de su esfuerzo, negando o minimizando los factores externos que los favorecieron, esto refuerza la idea de que quienes carecen de esos privilegios simplemente "no hicieron lo suficiente", una narrativa que invisibiliza las estructuras de desigualdad y pone todo el peso en los hombros de los más vulnerables.
El privilegio también puede generar una desconexión profunda con la realidad de otros, ya que quien no enfrenta ciertos obstáculos puede carecer de empatía hacia quienes luchan contra ellos a diario, peor aún, puede nacer la idea de que quienes demandan igualdad están siendo "exagerados" o "desagradecidos", porque desde la comodidad del privilegio es difícil comprender lo que significa vivir sin él.
El problema no es tener privilegios, sino no ser consciente de ellos y cuando la gente asume que merece todo lo que tiene sin cuestionar el porqué se perpetúa un ciclo de desigualdad que beneficia a unos pocos mientras excluye a muchos. Creer que no es necesario hacer nada para conservar esos beneficios crea una sociedad estática, donde quienes tienen más siguen acumulando, y quienes carecen de oportunidades ven cada vez más lejos la posibilidad de alcanzarlas, en ese espacio de comodidad no cuestionada donde los privilegios dejan de ser una oportunidad para construir y se convierten en una barrera que divide y perpetúa las brechas sociales.
Si ahora tienes el privilegio de vivir, entonces sé agradecido y, aunque tengas privilegios extras que faciliten tu existencia diaria entonces vive con humildad mientras cantas como Jorge Celedón en su alegre himno llamado "Esta vida".
Esta fue una publicación de sábado.
Gracias por pasarse a leer un rato, amigas, amigos, amigues de Blurt.
Que tengan un excelente día y que Dios los bendiga grandemente.
Saludines, camaradas blurtinenses!!
Saturday, november 16th, 2024.
A person feels good about the privileges they pay for, for example, traveling in business class or also in first class, accessing discounts for being frequent customers of a credit card, receiving first-class private medical care, etc.
Privileges are an unavoidable reality in the social structure, they are those benefits, opportunities or advantages that some possess for reasons beyond their personal effort or merit: the place where they were born, the color of their skin, their gender, their sexual orientation, their economic level or even access to quality education, although we do not choose to have them, their existence deeply influences how we relate to the world and to others.
Recognizing privileges should not be seen as an act of guilt, but as an exercise of conscience; having them is not a sin, but ignoring them can be an omission that perpetuates inequalities to the extent that we are able to see our advantages, so we can better understand the struggles of those who do not have them. One of the great positive opportunities of privilege is to use it as a tool to build bridges, open paths and support those who have faced barriers that we cannot even imagine. It is no secret to anyone that having well-connected contacts opens the door to even better-paid jobs, even if it is not always fair.
Privileges also have a side that allows us to build more human relationships by offering the possibility of understanding and being grateful for the experiences we take for granted. At the same time, they push us to ask ourselves: how can we use what we have to contribute something beyond ourselves? This introspection can transform not only our way of living, but also the way we contribute to collective well-being.
We cannot forget that the positive side of privileges does not cancel out the injustices they generate when they are not questioned. The real challenge is to balance what we have with the responsibility to share, learn and act for the benefit of a more equitable society because privileges should not only be personal advantages, but opportunities to build a world where we can all be treated with dignity.
However, there are people who think that just because they live in the world they deserve privileges that do not even exist, so there is a dark side to them and it lies in the blindness that often accompanies them, for example, when they have always been there it is easy to take them for granted, as if they were inherent to life itself and this naturalization leads to the dangerous belief that they are not only deserved, but that they are guaranteed, as a divine or unquestionable right, but those who do not question their privileges can end up ignoring the struggles of others, perceiving inequalities as something distant or nonexistent.
The problem gets worse when privileges feed attitudes of arrogance or indifference and even more so when some come to think that their position in life is the exclusive product of their effort, denying or minimizing the external factors that favored them, this reinforces the idea that those who lack these privileges simply "did not do enough", a narrative that makes the structures of inequality invisible and puts all the weight on the shoulders of the most vulnerable.
Privilege can also create a deep disconnection with the reality of others, since those who do not face certain obstacles may lack empathy towards those who fight against them daily. Worse still, the idea may arise that those who demand equality are being "exaggerated" or "ungrateful", because from the comfort of privilege it is difficult to understand what it means to live without it.
The problem is not having privileges, but not being aware of them and when people assume that they deserve everything they have without questioning why a cycle of inequality is perpetuated that benefits a few while excluding many. Believing that it is not necessary to do anything to preserve those benefits creates a static society, where those who have more continue to accumulate, and those who lack opportunities see the possibility of achieving them increasingly far away, in that space of unquestioned comfort where privileges cease to be an opportunity to build and become a barrier that divides and perpetuates social gaps.
If you now have the privilege of living, then be grateful and, even if you have extra privileges that make your daily existence easier, then live with humility while singing like Jorge Celedón in his joyful hymn called "Esta vida."
This was a saturday post.
Thanks for stopping by to read for a while, Blurt friends.
Have a great day and may God bless you greatly.
Regards, comrades blurtarians!!
Translation: Deepl.com
Que tal Hila,
Muy grato tu pox, la verdad que he conocido algunas personas que se creen prácticamente la divina providencia solo porque según ellos les pasa cosas buenas pero que ignoran o quieren ignorar osadamente que esto les mantiene soberbios y lejos del dolor humano.
No quiero criticar algún artista o personaje en particular pero es muy triste como algunas personas con su falsa idea de filántrop@s creen que pueden tapar su orgullo... Como bien dices, si alguien tiene privilegios, debe mantener la humildad y no pisotear al que no las a tenido de momento. Como dice un refrán: La vida da tantas vueltas que hoy se puede estar arriba, llenos de privilegios pero mañana posiblemente no.
Gracias por compartirnos tu escrito. muy bueno.
Saludos para ti y tu family.
Chau.
🐺🐺🐺🐺🐺