Sábado, 2 de noviembre, 2024.
Aprovechar el Día de los Difuntos para reflexionar puede ser una forma poderosa de acercarnos a lo que realmente importa. En una sociedad que nos empuja constantemente hacia el futuro, recordando a quienes ya no están, nos detenemos un momento, no solo a mirar atrás, sino también a conectar con la esencia de quienes nos rodearon y dejaron una marca imborrable en nuestra vida.
Mantener vivos sus recuerdos es algo que nos ayuda a entender que la vida va más allá de lo tangible y material, a veces creemos que los objetos, las rutinas y hasta los logros son lo que definen nuestra existencia, pero al final, cuando alguien se va, lo que permanece no son las cosas, sino las experiencias compartidas, los momentos de risa y también de tristeza, los consejos y hasta los silencios compartidos. Es en esos recuerdos, en los fragmentos que guardamos de cada persona, donde realmente se encuentra la lo importante de la vida.
Cuando ha pasado el proceso de duelo recordar a alguien no solo nos da paz, sino que también nos impulsa a vivir con más intención, nos recuerda que cada día es una oportunidad para crear memorias que, algún día, serán los recuerdos de los que nos sobrevivan, es un recordatorio de que estamos aquí para vivir plenamente, para disfrutar de las pequeñas cosas y para valorar cada instante que compartimos con los demás.
La muerte, en sí misma, suele verse como el fin, pero para quienes recuerdan, se convierte en una especie de continuidad porque al mantener vivos los recuerdos honramos a quienes nos dieron su amor, su tiempo y su esencia. Este Día de los Difuntos fue una oportunidad para reconectar con esos recuerdos que permanecen, pero también sirve para renovarnos, para vivir con más amor, con más gratitud y con el propósito de dejar huellas profundas en los corazones que nos rodean porque nuestra vida también trascenderá, lo material se desvanecerá, pero los momentos y los sentimientos que sembramos en otros perdurarán más allá del tiempo.
Desde que tengo uso de la razón, el Día de los Difuntos es una fecha que, más allá de su carga de solemnidad, nos conecta con una idea de la vida que va más allá de lo que podemos ver o tocar. En muchas culturas, especialmente en América Latina, es un día para celebrar y recordar a nuestros seres queridos que han partido, pero no se trata solo de llorar su ausencia, sino de mantener su memoria viva en un ritual que llena de vida los recuerdos y le da un sentido más profundo a nuestro paso por este mundo.
En este día, es común ver diferentes actividades que buscan honrar la vida de quienes ya no están físicamente. De acuerdo a lo que investigué, en México, por ejemplo, se colocan altares llenos de color y simbolismo: flores de cempasúchil, papel picado, fotografías, y las comidas y bebidas favoritas de los difuntos. Estos altares no solo son un homenaje visual, sino una muestra de amor y respeto hacia quienes nos dejaron. Cada elemento tiene un significado especial, y el simple acto de armarlo permite que la familia se reúna para recordar y compartir anécdotas, creando un espacio íntimo de conexión y reflexión.
En otros países, como en ciertas regiones de Perú, Ecuador, Colombia y Guatemala, se acostumbra llevar alimentos al cementerio y compartir una comida junto a las tumbas, como una especie de reunión familiar en la que, de alguna manera, los seres queridos siguen presentes. Esta práctica también se extiende en algunas zonas de España y Filipinas, donde el cementerio se convierte en un lugar de reunión y celebración. Las familias pasan el día limpiando y decorando las tumbas, mientras recuerdan a sus seres queridos con cariño y gratitud.
Más allá de estos rituales, también podemos crear nuestras propias tradiciones personales para honrar la memoria de los difuntos. Escribir una carta, encender una vela en un rincón especial del hogar, leer un poema que haya sido significativo o escuchar una canción que nos traiga recuerdos de esa persona son pequeñas acciones que nos ayudan a mantener su esencia cerca de nosotros. Estos actos, aunque sencillos, tienen el poder de reconfortarnos y de recordarnos que, aunque no podamos ver a quienes hemos perdido, siguen vivos en nuestros corazones.
Además de los recuerdos, es importante reflexionar sobre lo que nos han dejado. ¿Qué lecciones nos transmitieron? ¿Qué valores o palabras nos inspiran hasta hoy? Este día nos invita a reconocer que la influencia de quienes han partido sigue presente en cada elección que hacemos, en cada valor que defendemos, en cada risa y cada lágrima. Nos damos cuenta de que, en cierto modo, ellos siguen siendo parte de nuestra historia personal y de quienes somos.
Con estas actividades y reflexiones, el Día de los Difuntos se convierte en algo más que un ritual porque como dijo el sacerdote en la misa: se trata de un recordatorio de que nuestra vida y la de quienes nos rodean están profundamente conectadas. Cuando mantenemos vivos los recuerdos, nos damos cuenta de que la muerte no es el fin, sino una transformación, aunque duele la ausencia. La vida trasciende a lo material y nos invita, al recordar a quienes partieron, a vivir con más autenticidad, compasión y propósito, nos impulsa a construir una vida llena de momentos significativos que, algún día, también serán los recuerdos que nutrirán a quienes nos recordarán.
Tomarnos un momento para conectar con los recuerdos, para honrar con gratitud a quienes amaste y para renovar el propósito de vivir con todo el corazón. Creo que los recuerdos son actos de amor y ese amor es lo que realmente nos hace subir un peldaño más en el tiempo, a pesar de que retrocedamos un poco.
Y con el fragmento de esta canción tan emotiva, me despido hasta una próxima oportunidad sin antes de decirles que esta fue una publicación de sábado.
Gracias por pasarse a leer un rato, amigas, amigos, amigues de Blurt.
Que tengan un excelente día y que Dios los bendiga grandemente.
Saludines, camaradas blurtinenses!!
Saturday, november 2nd, 2024.
Taking advantage of the Day of the Dead to reflect can be a powerful way to get closer to what really matters. In a society that constantly pushes us towards the future, remembering those who are no longer here, we stop for a moment, not only to look back, but also to connect with the essence of those who surrounded us and left an indelible mark on our lives.
Keeping memories alive is something that helps us understand that life goes beyond the tangible and material. Sometimes we believe that objects, routines and even achievements are what define our existence, but in the end, when someone leaves, what remains are not the things, but the shared experiences, the moments of laughter and also of sadness, the advice and even the shared silences. It is in those memories, in the fragments that we keep of each person, where the important thing in life really lies.
When you have gone through the grieving process, remembering someone not only gives you peace, but it also encourages you to live with more intention. It reminds you that every day is an opportunity to create memories that, one day, will be the memories of those who survive us. It is a reminder that we are here to live fully, to enjoy the little things and to value every moment we share with others.
Death, in itself, is often seen as the end, but for those who remember, it becomes a kind of continuity because by keeping memories alive we honor those who gave us their love, their time and their essence. This All Souls' Day was an opportunity to reconnect with those memories that remain, but it also serves to renew ourselves, to live with more love, with more gratitude and with the purpose of leaving deep marks in the hearts that surround us because our life will also transcend, the material will fade, but the moments and feelings that we sow in others will endure beyond time.
For as long as I can remember, All Souls' Day is a date that, beyond its solemnity, connects us with an idea of life that goes beyond what we can see or touch. In many cultures, especially in Latin America, it is a day to celebrate and remember our loved ones who have passed away, but it is not just about mourning their absence, but about keeping their memory alive in a ritual that fills memories with life and gives a deeper meaning to our passage through this world.
On this day, it is common to see different activities that seek to honor the lives of those who are no longer physically here. According to what I researched, in Mexico, for example, altars full of color and symbolism are placed: cempasúchil flowers, confetti, photographs, and the favorite foods and drinks of the deceased. These altars are not only a visual tribute, but a show of love and respect for those who left us. Each item has a special meaning, and the simple act of putting it together allows the family to come together to remember and share anecdotes, creating an intimate space for connection and reflection.
In other countries, such as certain regions of Peru, Ecuador, Colombia and Guatemala, it is customary to bring food to the cemetery and share a meal next to the graves, as a kind of family reunion in which, in some way, loved ones are still present. This practice also extends to some areas of Spain and the Philippines, where the cemetery becomes a place of meeting and celebration. Families spend the day cleaning and decorating the graves, while remembering their loved ones with affection and gratitude.
Beyond these rituals, we can also create our own personal traditions to honor the memory of the deceased. Writing a letter, lighting a candle in a special corner of the home, reading a poem that was meaningful or listening to a song that brings back memories of that person are small actions that help us keep their essence close to us. These acts, although simple, have the power to comfort us and remind us that, although we cannot see those we have lost, they are still alive in our hearts.
In addition to memories, it is important to reflect on what they have left us. What lessons did they pass on to us? What values or words inspire us to this day? This day invites us to recognize that the influence of those who have passed away is still present in every choice we make, in every value we defend, in every laugh and every tear. We realize that, in some way, they are still part of our personal history and who we are.
With these activities and reflections, the Day of the Dead becomes something more than a ritual because as the priest said at mass: it is a reminder that our lives and those of those around us are deeply connected. When we keep memories alive, we realize that death is not the end, but a transformation, although absence hurts. Life transcends the material and invites us, when remembering those who have passed away, to live with more authenticity, compassion and purpose, it drives us to build a life full of meaningful moments that, one day, will also be the memories that will nourish those who will remember us.
Taking a moment to connect with memories, to honor with gratitude those you loved and to renew the purpose of living with all your heart. I believe that memories are acts of love and that love is what really makes us go up one more step in time, even if we go back a little.
And with the fragment of this very emotional song, I say goodbye until the next opportunity without first telling you that this was a Saturday post.
Thanks for stopping by to read for a while, Blurt friends.
Have a great day and may God bless you greatly.
Regards, comrades blurtarians!!
Translation: Deepl.com
Solo escribiré esto: creo que demuestra todo lo que significó para mí leer tu publicación y escuchar la canción: 😭
Gracias por tu publicación, mi preciosa Hilary. Saludos para todos tus familiares. Tengan todos en unidad un buen inicio de semana.
Un abrazote .
Que tal Hila,
En lo personal, no hay mucho que decir, solo reafirmar lo que dices, que las personas que hoy día no están con nosotros deben inspirarnos para seguir viviendo la vida con mas fuerza, con esa sed positiva de compartir con los que nos rodean creando recuerdos que perduren para siempre.
Muy cool la cancione, nos gustó. Gracias por compartirnos tu pox.
Saludos para ti y tu family.
Chau.
🐺🐺🐺🐺🐺
Hola Hilary, muy bonita la canción del video y también tu escrito... Cuando un ser amado se va, el consuelo no llega rápido, los recuerdos duelen, y al pasar los años, muchos años y crees que has superado su ausencia, solo basta un aroma, un canción o algo mínimo para que sea el detonante y te remueva los sentimientos y te conviertas en lagrimas y te das cuenta que aun duele la ausencia y que en el fondo aunque aprendamos a vivir con ella, siempre siempre va a doler.
Gracias por tan bonito escrito en homenaje a los difuntos y a las tradiciones que muchos pueblos del mundo tenemos en común.
Un abrazo amiga linda, bendiciones miles para ti y tus afectos y que tengas feliz inicio de semana🤗🙏❤️