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Miércoles, 11 de septiembre, 2024.
Mi visita al supermercado es como un ritual, como un viaje a un microcosmos a través de pasillos llenos de colores y aromas que me transportan a diferentes partes del mundo por la variedad de productos que algunas ocasiones se puede mostrar abrumadora ya que no sé qué marca elegir, aunque en mi teléfono celular tenga una lista completa de lo que pasaré por la caja registradora. Me gusta encontrar buenas ofertas y promociones, sin embargo, a veces puedo sentir que, por estrategias de marketing, los dueños del lugar quieren manipular nuestros hábitos de compra, dejando esto de lado, es una bonita experiencia, incluso por la música de ambiente que suele sonar y que crea una atmósfera de tranquilidad.
Todas las personas somos clientes en algunos momentos determinados, esto también forma parte de las relaciones interpersonales. Siempre me pregunto cuáles serían los parámetros para yo mismo calificarme como buen cliente o como mal cliente, y cuál es la perspectiva que los prestadores de servicio tienen de mí por el comportamiento con el que me presento ante ellos.
Creo que ser buen o mal cliente refleja en gran medida cómo entendemos y valoramos la relación con los demás, incluso en el ámbito comercial, al final, cada interacción que tenemos, ya sea en un restaurante, tienda, un supermercado, o en línea, no solo se trata de la transacción, sino del trato humano que existe detrás.
Ser un buen cliente no significa simplemente pagar por un producto o servicio, sino hacerlo con respeto, gratitud y empatía. Un buen cliente entiende que detrás del mostrador, o de la pantalla hay personas que trabajan para ofrecer lo mejor, que también son humanos y pueden cometer errores incluso por estar trabajando bajo presión. Este tipo de cliente valora el esfuerzo porque en lugar de reaccionar con agresividad o menosprecio, ofrece comprensión y si es necesario una crítica constructiva. El buen cliente tiene expectativas, pero también está dispuesto a ser flexible y reconocer cuando un servicio o producto ha superado lo que tenía pensado.
En el otro extremo, el mal cliente ve cada interacción como una oportunidad para ejercer poder o control porque cree que por pagar tiene el derecho de menospreciar a las personas que le atienden o de exigir más de lo que es justo. La falta de paciencia, la rudeza y la incapacidad de empatizar son características comunes de este tipo de cliente, y es que para el mal cliente los errores no son comprensibles, sino imperdonables, y su única respuesta es la queja sin educación, o el desprecio sin razón.
Un mal cliente tiende a crear ambientes tensos y negativos, no solo para quienes le atienden, sino también para las personas a su alrededor, además, su actitud muchas veces afecta la moral del personal, lo que puede disminuir la calidad del servicio no solo para él, sino para todos.
La diferencia entre ser un buen o mal cliente no está en lo que obtienes, sino en cómo eliges interactuar con los demás. Todos hemos tenido días difíciles, tanto quienes brindan un servicio como quienes lo reciben, y es en esos momentos cuando nuestra capacidad de ser comprensivos y amables puede hacer la diferencia. Ser un buen cliente no solo mejora nuestra experiencia personal, sino también la de quienes nos rodean, ya que he visto lugares en donde algunas personas no son bien recibidas justamente por que están cosechando lo que han sembrado.
Tengo claro un punto: podemos ser clientes potenciales, pero esto no significa que siempre tenemos la razón.
Esta fue una publicación de miércoles.
Gracias por pasarse a leer un rato, amigas, amigos, amigues de Blurt.
Que tengan un excelente día y que Dios los bendiga grandemente.
Saludines, camaradas blurtinenses!!
Wednesday, september 11th, 2024.
My visit to the supermarket is like a ritual, like a trip to a microcosm through aisles full of colors and aromas that transport me to different parts of the world due to the variety of products that can sometimes seem overwhelming since I don't know which brand to choose, even though I have a complete list of what I will check out on my cell phone. I like to find good deals and promotions, however, sometimes I can feel that, due to marketing strategies, the owners of the place want to manipulate our purchasing habits, leaving this aside, it is a nice experience, even because of the ambient music that usually plays and creates an atmosphere of tranquility.
We are all customers at certain times, and this is also part of interpersonal relationships. I always wonder what the parameters would be for me to qualify myself as a good customer or a bad customer, and what perspective service providers have of me based on the behavior with which I present myself to them.
I think that being a good or bad customer largely reflects how we understand and value the relationship with others, even in the commercial field. In the end, every interaction we have, whether in a restaurant, store, supermarket, or online, is not only about the transaction, but about the human treatment that exists behind it.
Being a good customer does not simply mean paying for a product or service, but doing so with respect, gratitude, and empathy. A good customer understands that behind the counter or the screen there are people who work to offer the best, who are also human and can make mistakes even when working under pressure. This type of customer values the effort because instead of reacting with aggression or contempt, they offer understanding and, if necessary, constructive criticism. The good customer has expectations, but is also willing to be flexible and recognize when a service or product has exceeded what he had planned.
On the other hand, the bad customer sees every interaction as an opportunity to exert power or control because he believes that by paying he has the right to belittle the people who serve him or to demand more than is fair. Lack of patience, rudeness and inability to empathize are common characteristics of this type of customer, and for the bad customer, mistakes are not understandable, but unforgivable, and his only response is uneducated complaint, or unreasonable contempt.
A bad customer tends to create tense and negative environments, not only for those who serve him, but also for the people around him, in addition, his attitude often affects the morale of the staff, which can decrease the quality of service not only for him, but for everyone.
The difference between being a good or bad customer is not in what you get, but in how you choose to interact with others. We've all had tough days, both those providing a service and those receiving it, and it's in those moments that our ability to be understanding and kind can make all the difference. Being a good customer not only improves our personal experience, but also that of those around us, as I've seen places where some people are not welcomed precisely because they are reaping what they have sown.
I'm clear on one point: we may be potential customers, but this doesn't mean we're always right.
This was a wednesday post.
Thanks for stopping by to read for a while, Blurt friends.
Have a great day and may God bless you greatly.
Regards, comrades blurtarians!!
Translation: Deepl.com
