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Domingo, 6 de octubre, 2024.
Pilar nunca se vio a sí misma como alguien capaz de dar grandes lecciones, aunque siempre las aprendía. Para ella la vida simplemente fluía, con sus aciertos y sus errores, pero hubo un día en particular en que esa perspectiva cambió, tal vez no de manera radical, pero sí cambió. Como era su día libre decidió quedarse en casa compartiendo con su mascota mientras esperaba el pedido de comida china y veía un capítulo de su telenovela favorita: Betty, la fea, la versión colombiana, la original.
Comenzó a llover en la ciudad cuando la mejor amiga de Pilar, Yadira, llegó a su casa muy abatida porque había tenido un altercado con sus compañeros de trabajo y sentía que todo se desmoronaba a su alrededor, no podía confiar en nadie más que en Pilar. Por los nervios se sentía perdida, atrapada en una maraña de preocupaciones que no la dejaban ver salida alguna, entonces, Pilar apagó la televisión y la escuchó atentamente, sin interrumpirla, dejando que su amiga desahogara todo lo que llevaba por dentro.
Cuando Yadira terminó, Pilar se dio cuenta de que no tenía todas las respuestas, no podía resolver los problemas de su amiga, y tal vez eso era lo más difícil de aceptar, pero lo que sí podía hacer era compartir algo que la vida le había enseñado. Le dijo que en esos momentos de angustia le gustaría expresar que todo iba a estar bien, pero que no siempre funcionaba porque las cosas se complicaban y el caos se volvía parte de la vida, sin embargo, aunque sea difícil de creer, el caos también podía ser un maestro porque no se aprendía mucho en los días tranquilos, cuando todo va según el plan y no tenía que tomar decisiones de improvisto, sino en donde todo se volvía un remolino y tormentas eléctricas.
Pilar no estaba dándole a su amiga una lección desde un pedestal, tampoco pretendía ser sabia con consejos de superación, sino que le hablaba a Yadira desde sus propias cicatrices, desde sus propios momentos oscuros, en donde también había sentido que todo se derrumbaba, por eso, le dio ánimo, le aconsejó desde su experiencia personal por un caso parecido que también había vivido en su trabajo porque era comprensible que las rencillas entre compañeros nunca faltaran y a veces hasta se parecían independientemente al lugar en donde laboraban.
Llegó el pedido de comida china y juntas, como amigas y hermanas, pudieron compartir porque ese día lluvioso, Yadira fue una alumna y Pilar una maestra, ambas aprendieron, ambas se enseñaron un nuevo tip para aplicarlo a sus relaciones interpersonales.
Fin.
Igual a la historia que inventé y que pudieron leer, muchas veces, sin siquiera ir a la universidad para estudiar de manera formal la carrera, nos convertimos en maestros de maneras sutiles, a menudo sin darnos cuenta, tanto para nosotros mismos como para los demás porque la vida está llena de momentos en los que, al enfrentar desafíos o situaciones complicadas, terminamos aprendiendo lecciones profundas que no estaban en ningún libro, ni en las enseñanzas convencionales, ni siquiera en libros de superación personal.
Nos volvemos maestros para nosotros mismos en esos momentos en los que estamos a solas con nuestras luchas internas, justo cuando enfrentamos nuestros errores, nuestras fallas o incluso nuestros miedos más profundos, es ahí donde aprendemos las lecciones más importantes. No es en los días de éxito, sino en aquellos donde las cosas no salen como planeamos, cuando nos vemos obligados a reflexionar, a adaptarnos y a evolucionar para obtener más resiliencia. Es en esos momentos en los que descubrimos nuestras fortalezas ocultas y reconocemos nuestras vulnerabilidades. Aprendemos a perdonarnos, a ser pacientes con nuestro propio proceso, y entendemos lo que siempre se dice: que el fracaso no es el fin, sino una parte integral del aprendizaje.
Este aprendizaje personal es silencioso y casi invisible para quienes nos rodean, pero otras veces, sin proponérnoslo, nuestra manera de enfrentar la vida se convierte en una lección para los demás porque nos volvemos maestros no porque queramos enseñar, sino porque nuestra experiencia resuena con aquellos que están viviendo situaciones similares. Cuando logramos encontrar claridad en medio del caos, inspiramos a otros a hacer lo mismo, esto, de alguna forma, hace que nuestras acciones positivas se vuelvan un ejemplo, un recordatorio de que las situaciones se pueden superar, y de que el aprendizaje está en todas partes.
Nos volvemos maestros al escuchar a alguien más, al brindarles apoyo o compartir nuestra propia historia, en ese acto de estar presentes para los demás, de abrir nuestro corazón y ofrecer una perspectiva diferente, entregamos una lección que puede ser transformadora, no porque seamos expertos o porque tengamos todas las respuestas, sino porque hemos vivido lo suficiente como para saber que todos estamos aprendiendo constantemente.
Ser maestros para nosotros mismos y para los demás no significa tener todas las respuestas, al contrario, significa aceptar que estamos en un viaje continuo de aprender e incluso fracasar, y que cada tropiezo, cada logro, cada pequeño paso hacia adelante nos enseña algo nuevo.
La vida en sí es una universidad en donde a veces, como Pilar nos convertimos en maestros al enseñar y en otras, como Yadira, nos volvemos alumnos al escuchar y aplicar lo aprendido.
Esta fue una publicación de domingo.
Gracias por pasarse a leer un rato, amigas, amigos, amigues de Blurt.
Que tengan un excelente día y que Dios los bendiga grandemente.
Saludines, camaradas blurtinenses!!
Sunday, october 6th, 2024.
Pilar never saw herself as someone capable of giving great lessons, although she always learned them. For her, life simply flowed, with its successes and its mistakes, but there was one day in particular when that perspective changed, perhaps not radically, but it did change. Since it was her day off, she decided to stay home with her pet while she waited for the Chinese food order and watched an episode of her favorite soap opera: Ugly Betty, original colombian version.
It started to rain in the city when Pilar's best friend, Yadira, came home very dejected because she had had an altercation with her coworkers and felt like everything was falling apart around her; she couldn't trust anyone but Pilar. Because of her nerves, she felt lost, trapped in a tangle of worries that didn't let her see any way out, so Pilar turned off the television and listened attentively, without interrupting her, letting her friend vent everything she was carrying inside.
When Yadira finished, Pilar realized that she didn't have all the answers, she couldn't solve her friend's problems, and maybe that was the hardest thing to accept, but what she could do was share something that life had taught her. She told her that in those moments of anguish she would like to express that everything was going to be okay, but that it didn't always work because things got complicated and chaos became part of life. However, even though it's hard to believe, chaos could also be a teacher because you didn't learn much on calm days, when everything went according to plan and you didn't have to make sudden decisions, but when everything became a whirlwind and thunderstorms.
Pilar wasn't giving her friend a lesson from a pedestal, nor did she pretend to be wise with advice on self-improvement, but she was speaking to Yadira from her own scars, from her own dark moments, where she had also felt that everything was collapsing, so she encouraged her, she advised her from her personal experience of a similar case that she had also experienced at work because it was understandable that the quarrels between colleagues were never lacking and sometimes they even resembled each other regardless of the place where they worked.
The Chinese food order arrived and together, as friends and sisters, they were able to share because on that rainy day, Yadira was a student and Pilar a teacher, both learned, both taught each other a new tip to apply to their interpersonal relationships.
The End.
Just like the story I made up and you could read, many times, without even going to college to formally study the degree, we become teachers in subtle ways, often without realizing it, both for ourselves and for others because life is full of moments when, when facing challenges or complicated situations, we end up learning profound lessons that were not in any book, not in conventional teachings, not even in self-improvement books.
We become teachers for ourselves in those moments when we are alone with our internal struggles, right when we face our mistakes, our failures or even our deepest fears, that is where we learn the most important lessons. It is not on the days of success, but on those where things do not go as we planned, when we are forced to reflect, adapt and evolve to become more resilient. It is in those moments when we discover our hidden strengths and recognize our vulnerabilities. We learn to forgive ourselves, to be patient with our own process, and we understand what is always said: that failure is not the end, but an integral part of learning.
This personal learning is silent and almost invisible to those around us, but other times, without intending it, our way of facing life becomes a lesson for others because we become teachers not because we want to teach, but because our experience resonates with those who are living similar situations. When we manage to find clarity in the midst of chaos, we inspire others to do the same, this, in some way, makes our positive actions become an example, a reminder that situations can be overcome, and that learning is everywhere.
We become teachers by listening to someone else, by offering support or sharing our own story, in that act of being present for others, of opening our hearts and offering a different perspective, we deliver a lesson that can be transformative, not because we are experts or because we have all the answers, but because we have lived long enough to know that we are all constantly learning.
Being teachers for ourselves and for others does not mean having all the answers, on the contrary, it means accepting that we are on a continuous journey of learning and even failing, and that every stumble, every achievement, every small step forward teaches us something new.
Life itself is a university where sometimes, like Pilar, we become teachers by teaching and other times, like Yadira, we become students by listening and applying what we have learned.
This was a sunday post.
Thanks for stopping by to read for a while, Blurt friends.
Have a great day and may God bless you greatly.
Regards, comrades blurtarians!!
Translation: Deepl.com
Que tal Hila,
Este escrito es muy reflexivo, sinceramente muchas veces olvidamos que podemos aportar un granito de arena para los demás, todo apunta que dicho olvido nace del egoísmo que nos mantiene atado y que a su vez manipula a cualquier persona.
Sabes, en dos ocasiones mi esposa y yo, vimos la novela Betty la fea, es una excelente novela, pegada a la realidad de millones de personas en el mundo pero con su tono cómico. Ahora que la mencionas aquí, tal parece que nos la volveremos a ver buaj jajajaja... En sí, tu escrito estuvo genial, gracias por compartírnoslo. saludos para ti y tu familia.
Chau.
🐺🐺🐺🐺🐺
Hola Hilary, amiga linda me gustó mucho cuando al casi al cerrar el escrito dices:
"La vida en sí es una universidad en donde a veces, como Pilar nos convertimos en maestros al enseñar y en otras, como Yadira, nos volvemos alumnos al escuchar y aplicar lo aprendido."
Es que la vida es compleja, bueno, los humanos nos la hacemos compleja, porque entre la envidia, la codicia, el egoísmo y un montón de cosas feas más, pues se hace del mundo algo difícil de llevar.
Todos estamos en un constante aprendizaje y cuando no superamos la prueba, pues la vida nos la repite hasta que aprendamos lo que debemos saber y todos llegamos o pasamos por la vida de otros para dejar una enseñanza inconsciente o conscientemente.
Betty la fea ha sido una de las novelas que más me he disfrutado, sobre todo la primera que es la del video, en su momento era algo único, fresco y cautivó al mundo entero. Me encantan la novelas y series colombinas, ustedes tienen un acento muy bonito amiga.
Un abrazote gigante y bendiciones miles para ti y tus afectos. Feliz inicio de semana amiga🤗🙏❤️