Domingo, 15 de septiembre, 2024.
Es importante tomarnos un respiro, sobre todo si tenemos el día libre porque el ritmo acelerado de la semana laboral puede ser implacable; entre reuniones, tareas y compromisos, a veces es difícil encontrar un momento para simplemente detenerse de lo repetitivo para cambiar de actividades que no impliquen un mayor gasto de energía para no regresar el lunes con más pesadez y el triple de desánimo.
El descanso no es solo una pausa en el trabajo, es una forma de renovación. Me doy cuenta de que estos momentos de tranquilidad son cruciales para mantener el equilibrio, aunque sea un poco. Hoy, después de regresar del culto dominical cristiano evangélico al que me invitó mi compañera de trabajo, decidí dedicar un espacio de mi tiempo libre para realizar lo que realmente disfruto: arreglar mi habitación mientras escucho un poco de música que levante mi espíritu y me otorgue paz, una paz como la que obtuve hoy en la iglesia a través del sermón pastoral y canciones que restauran porque hacen que no tengamos miedo si sabemos que Dios está con nosotros.
Estos momentos de indulgencia personal durante mi día de descanso son esenciales para recargar el espíritu y volver a enfrentar el trabajo con una perspectiva renovada, me hacen recordar que ser independiente también es vivir en plenitud, aunque los problemas continúen mientras estamos vivos.
Creo que la independencia es un pilar fundamental en cada ser humano, se trata de una cualidad que nos permite asumir responsabilidades y forjar nuestro propio camino, lo que contribuye en gran medida al crecimiento personal y al bienestar general.
Uno de los beneficios más significativos de la independencia (no solo monetaria) es la capacidad de tomar decisiones que estén alineadas con nuestros valores y objetivos propios. Cuando somos independientes tenemos la libertad de elegir cómo queremos vivir nuestras vidas, qué metas queremos alcanzar y cómo queremos enfrentar los desafíos, por eso es que esta autonomía no solo nos brinda una sensación de control y dirección, sino que también fomenta la confianza en nosotros mismos y en nuestras habilidades para manejar la incertidumbre y superar obstáculos.
La independencia promueve el desarrollo de habilidades críticas, como sucede cada vez que enfrentamos situaciones por nuestra cuenta y así aprendemos a evaluar alternativas, a asumir consecuencias y a adaptarnos a nuevas circunstancias. Este valor que se consigue con el tiempo, conforme nos vamos desarrollando contribuye al crecimiento emocional y psicológico porque nos brinda la oportunidad de conocernos mejor, de identificar nuestras fortalezas y debilidades para que podamos trabajar en nuestro desarrollo incluso psicoafectivo.
Al convertirnos en seres independientes experimentamos una mayor autoaceptación y una mayor capacidad para establecer límites saludables en nuestras relaciones interpersonales que se desvinculen de los estereotipos que pueden llevarnos a tener conceptos equivocados de nosotros mismos y del resto de personas, lo que provoca un estado constante de baja autoestima.
Se siente bien ser independiente, pero debemos tener en cuenta que a más independencia mayor responsabilidad para asumir de forma madura la manera en cómo actuamos y a enfrentar los errores, es por eso que debemos ser cautelosos, más conscientes de lo que elegimos y muchas veces de reconsiderar acciones que pueden llegar a afectar a los demás de manera directa. La independencia no implica aislamiento ni la ausencia de apoyo, es importante reconocer que incluso en nuestra autonomía total podemos beneficiarnos del sostén y la colaboración con otros cada vez que existen intercambios de ideas y recursos útiles.
Aunque la independencia ofrece numerosos beneficios, también presenta ciertos desafíos. Uno de los aspectos más notables es el riesgo de soledad y aislamiento porque cuando se toman decisiones es posible que sintamos una desconexión de los demás, lo que puede llevar a una sensación de aislamiento o rechazo.
No es desconocido que la independencia conlleva una presión significativa y que si no sabemos cómo controlarla puede llegar a ser abrumadora, tanto que genera estrés y ansiedad, especialmente cuando enfrentamos desafíos difíciles y no estamos seguros de nuestras propias capacidades o del impacto de nuestras elecciones.
La tendencia a querer hacer todo por uno mismo también puede ser un obstáculo, puede dificultarse la delegación de tareas y la aceptación de ayuda, limitando nuestra capacidad para trabajar en equipo y colaborar efectivamente hasta conseguir una postura de agotamiento que puede desembocar en el síndrome del trabajador quemado.
Creo que el ser independiente no significa que no podemos escuchar un consejo que en innumerables ocasiones puede salvarnos la vida de manera literal.
Esta fue una publicación de domingo.
Gracias por pasarse a leer un rato, amigas, amigos, amigues de Blurt.
Que tengan un excelente día y que Dios los bendiga grandemente.
Saludines, camaradas blurtinenses!!
Sunday, september 15th, 2024.
It is important to take a break, especially if we have the day off, because the fast pace of the work week can be relentless; between meetings, tasks, and commitments, it is sometimes difficult to find a moment to simply stop from the repetitive and change to activities that do not involve a greater expenditure of energy so as not to return on Monday with more heaviness and three times as much discouragement.
Rest is not just a pause from work, it is a form of renewal. I realize that these moments of tranquility are crucial to maintaining balance, even if only a little. Today, after returning from the evangelical Christian Sunday service that my coworker invited me to, I decided to dedicate some of my free time to doing what I really enjoy: tidying up my room while listening to some music that lifts my spirit and gives me peace, a peace like the one I got today at church through the pastoral sermon and songs that restore because they make us not be afraid if we know that God is with us.
These moments of personal indulgence during my day off are essential to recharge my spirit and face work again with a renewed perspective. They remind me that being independent is also living in fullness, even if problems continue while we are alive.
I believe that independence is a fundamental pillar in every human being. It is a quality that allows us to assume responsibilities and forge our own path, which contributes greatly to personal growth and general well-being.
One of the most significant benefits of independence (not just monetary) is the ability to make decisions that are aligned with our own values and goals. When we are independent, we have the freedom to choose how we want to live our lives, what goals we want to achieve, and how we want to face challenges. That is why this autonomy not only gives us a sense of control and direction, but also fosters confidence in ourselves and in our abilities to manage uncertainty and overcome obstacles.
Independence promotes the development of critical skills, as happens every time we face situations on our own and thus we learn to evaluate alternatives, assume consequences, and adapt to new circumstances. This value, which is achieved over time as we develop, contributes to emotional and psychological growth because it gives us the opportunity to know ourselves better, to identify our strengths and weaknesses so that we can work on our development, including our psycho-affective development.
By becoming independent beings, we experience greater self-acceptance and a greater ability to establish healthy limits in our interpersonal relationships that are free from stereotypes that can lead us to have mistaken concepts of ourselves and other people, which causes a constant state of low self-esteem.
It feels good to be independent, but we must keep in mind that the more independence, the greater the responsibility to maturely assume the way we act and to face mistakes. That is why we must be cautious, more aware of what we choose and often reconsider actions that can directly affect others. Independence does not imply isolation or the absence of support. It is important to recognize that even in our total autonomy we can benefit from support and collaboration with others whenever there are exchanges of ideas and useful resources.
Although independence offers numerous benefits, it also presents certain challenges. One of the most notable aspects is the risk of loneliness and isolation because when making decisions we may feel a disconnection from others, which can lead to a feeling of isolation or rejection.
It is not unknown that independence carries significant pressure and if we do not know how to control it, it can become overwhelming, so much so that it generates stress and anxiety, especially when we face difficult challenges and are unsure of our own capabilities or the impact of our choices.
The tendency to want to do everything by oneself can also be an obstacle, it can make it difficult to delegate tasks and accept help, limiting our ability to work as a team and collaborate effectively to the point of reaching a position of exhaustion that can lead to burnout syndrome.
I believe that being independent does not mean that we cannot listen to advice that on countless occasions can literally save our lives.
This was a sunday post.
Thanks for stopping by to read for a while, Blurt friends.
Have a great day and may God bless you greatly.
Regards, comrades blurtarians!!
Translation: Deepl.com
Thank you so much for this. I'm someone who really stress my self a lot but, this has tilted my mind set a little. Thanks again 🙏