Una rubia en la carretera (3)
-Nos volveremos a ver!!!
Le dije como último recurso a la rubía para seguir en el juego, me di media vuelta y sali disparado para el autobús, no podía perder mi bus, pero tampoco dejar sola a ese ángel en medio de aquella carretera desolada, debía convencer a Pancracio de no marcharnos antes de que fuera tarde!!!
Cuando aborde el bus Pancracio sin mediar palabras se puso en marcha dejando atrás y abandonada a su suerte a aquel bello angel rubio!!!, de nada valieron mis argumentos el hombre gentil y amable con el que había conversado tan amenamente hace tan solo unos minutos se había esfumado, sin ser maleducado Pancracio tenía un comportamiento parco y huraño como si no hubiéramos hablado de nuestras vidas, parecía estar en algún tipo de trance que solo le permitía conducir el autobús hasta “la nueva encrucijada”.
Luego de 5 minutos tratando de hacer entrar en razón a Pancracio me rendí y volví a mi asiento detrás del suyo algo malhumorado por su desazón.
Porque había cambiado de actitud tan radicalmente el chófer si estaba tan entusiasmado como yo en ayudar a la rubia?, me pregunté pero antes de obtener una respuesta llegamos a nuestra primera parada.
Pancracio condujo el bus hasta el frente de uno de los tres restaurantes de “la nueva encrucijada” y recuperando su buen humor y jovialidad previas al encuentro con la rubia en la carretera anuncio que teníamos 30 minutos para bajar a comer algo, estirar las piernas o ir al baño.
Junto con el chófer se bajaron la mitad de los pasajeros abordo, yo me quedé con los dormidos y saque uno de los dos sandwiches que me guardó mi mamá en mi bolso, me lo comí sin prisas pensando en Simon y pidiendo que estuviera sana y salva en esa oscura y desolada carretera, cuando terminé de comer baje del autobús y entre al restaurante a comprar una botella de agua. Ví a Pancracio sentado en una mesa devorando un plato de mondongo y llamaba a la mesera para pedir otro.
Me acerque a la barra y pedí una botella de agua mineral cuando llamó mi atención un cuenta cuentos, un mercachifles en una mesa del fondo que impresionaba a varios de los pasajeros de mi bus con una historia de miedo tan ridícula como su camisa hawaiana y sus lentes de sol.
Pero su historia me hizo recordar otra que escuché cuando regresaba de Maracaibo a pasar las vacaciones navideñas 3 semanas atrás en una noche terrible de tormenta, sentado en esa misma mesa un viejo trailero con cara de pocos amigos que bien podía tener 70 o 100 años narraba los hechos del surgimiento de “la nueva encrucijada”, al principio me atrapó su relato por el valor histórico del mismo.
Más de 20 años atrás cuando mis padres apenas eran novios, “la encrucijada” era la estación de servicio más grande del país, no solo contaba con más de 12 bombas para surtir combustible, servicio de mecánica y grua, 4 restaurantes y hasta un pequeño motel para que los viajeros cansados pasarán la noche y siguieran su camino al día siguiente, el dueño era un inmigrante alemán un ex camionero que tocaba el acordeón como lo Dioses, que trajo el concepto desde europa a esta nueva tierra llena de oportunidades, Lotario Thugut.
El ministro de transporte para la época proyectó la construcción de una nueva autopista mucho más amplia, pero Thugut se negó a dar el permiso a construir en sus tierras a menos de que fuese bien recompensado, ya que no solo era el dueño de los terrenos de “la encrucijada” sino también de los terrenos baldíos al otro lado de la vieja autopista que iban a mejorar, el alemán pidió tanto dinero que el ministro ordenó cambiar el curso de la autopista 3 kilómetros más allá.
Lotario Thugut no se amilanó y mandó a construir con dinero propio una carretera que conectará a “la encrucijada” con la nueva autopista, eso lo mantuvo en el negocio por un tiempo, pero entonces el ministro le asestó un golpe mortal dando los permisos para la construcción de “la nueva encrucijada” a un familiar suyo.
Éso acabó con Thugut y su estación de servicios que se fue muriendo poco a poco hasta desaparecer y ya hoy solo queda como recuerdo un viejo cartel derruido por el tiempo con el nombre “la encrucijada” que indicaba el desvío hasta la estación.
Hasta allí me gustó el relato del viejo trailero hasta que tornó su historia en algo oscuro y tenebroso por demás inverosímil, ese viejo era seguro otro charlatán, Lotario Thugut se volvió loco al perderlo todo y estando ya completamente solo una noche aciaga baño con el combustible de su estación todas las estructuras de “la encrucijada” luego se encerró en su oficina a tocar el acordeón y le prendió fuego!!!
Ya solo quedan cenizas de “la encrucijada” y desde entonces es tierra maldita y si una noche tenebrosa un conductor descuidado ve el viejo cartel y toma el desvío jamás vuelve a salir de la estación endemoniada por qué el espectro de Thugut los engaña haciéndoles creer que la estación presta servicios y si te llegas a bajar de tu auto y pisar el suelo maldito quedarás atrapado allí con Thugut por toda la eternidad!!!!
-Hahahaha-, pamplinas!!! los fantasmas y demonios de camino no existen, yo solo creo en lo que puedo ver y la ciencia puede explicar!!!, me acabé mi botella de agua y fui al baño a hacer del uno, al salir compré otra para el camino y unos chicles para el aliento, le Heche un ojo a Pancracio que estaba comiendo su segundo plato de mondongo, entonces sali del restaurante para regresar al autobús cuando -Bruuummm!!!- enseguida reconocí el rugido del poderoso motor V8 de 6.2 litros del Corvette Stingray convertible de la rubia.
El hermoso deportivo negro entró a la estación y aparco al lado de un surtidor de combustible, Simon descendió del vehículo con tal gracia que parecía una silfide!!!, ahora tenía otra oportunidad de hablar con aquel hermoso ángel rubio.
Continuará…
A blonde on the road (3)
-We will meet again!!! I told the blonde as a last resort to continue in the game, I turned around and ran for the bus, I couldn't miss my bus, but I couldn't leave that angel alone in the middle of that desolate road either, I had to convince Pancracio to not leave before it was too late!!!
When I boarded the bus, Pancracio, without saying a word, set off, leaving that beautiful blonde angel behind and abandoned to his fate!!! My arguments were of no use to the gentle and kind man with whom I had spoken so pleasantly just a few minutes ago. He had vanished, without being rude Pancracio had a brief and sullen behavior as if we had not talked about our lives, he seemed to be in some kind of trance that only allowed him to drive the bus to “the new crossroads”.
After 5 minutes trying to reason with Pancracio, I gave up and returned to my seat behind him, somewhat grumpy because of his discomfort.
Why had the driver changed his attitude so radically if he was as enthusiastic as I was about helping the blonde? I asked myself, but before getting an answer we arrived at our first stop.
Pancracio drove the bus to the front of one of the three restaurants in “the new crossroads” and, recovering his good humor and joviality prior to meeting the blonde on the road, he announced that we had 30 minutes to go down to eat something, stretch our legs or go to the bathroom
Together with the driver, half of the passengers on board got off, I stayed with the sleeping ones and took out one of the two sandwiches that my mother kept in my bag, I ate it without rushing, thinking about Simon and praying that she was safe and sound. On that dark and desolate road, when I finished eating I got off the bus and went into the restaurant to buy a bottle of water. I saw Pancracio sitting at a table devouring a plate of tripe and calling the waitress to order another one.
I approached the bar and ordered a bottle of mineral water when a storyteller caught my attention, a huckster at a back table who was impressing several of the passengers on my bus with a scary story as ridiculous as his Hawaiian shirt and his sunglasses.
But his story made me remember another one that I heard when I was returning from Maracaibo to spend the Christmas holidays 3 weeks ago on a terrible stormy night, sitting at that same table an old truck driver with an unfriendly face who could have been 70 or 100 years old was narrating. the facts of the emergence of “the new crossroads”, at first I was caught by his story because of its historical value.
More than 20 years ago when my parents were just dating, “crossroads” was the largest service station in the country, not only did it have more than 12 pumps to supply fuel, mechanic and towing service, 4 restaurants and even a small Motel for weary travelers to spend the night and continue on their way the next day, the owner was a German immigrant, a former truck driver who played the accordion like God, who brought the concept from Europe to this new land full of opportunities, Lothario Thugut.
The transport minister at the time planned the construction of a new, much wider highway, but Thugut refused to give permission to build on his land unless he was well rewarded, since he was not only the owner of the land of “the crossroads” but also the vacant land on the other side of the old highway that was going to be improved, the German asked for so much money that the minister ordered the course of the highway to be changed 3 kilometers further.
Lotario Thugut was not intimidated and ordered the construction of a road with his own money that will connect “the crossroads” with the new highway. That kept him in business for a while, but then the minister dealt him a mortal blow by giving the permits for the construction. construction of “the new crossroads” to a relative of his.
That put an end to Thugut and its service station, which gradually died until it disappeared and today all that remains as a memory is an old sign destroyed by time with the name “crossroads” that indicated the detour to the station.
Up to that point I liked the story of the old truck driver until he turned his story into something dark and dark that was extremely implausible. That old man was surely another charlatan. Lothario Thugut went crazy after losing everything and being completely alone one fateful night, he bathed in fuel. from his station all the structures of “the crossroads” then he locked himself in his office to play the accordion and set it on fire!!!
Now only ashes remain of “the crossroads” and since then it has been a cursed land and if one dark night a careless driver sees the old sign and takes the detour, he will never leave the demon station again, why does the specter of Thugut deceive them into believing that The station provides services and if you get out of your car and step on the damn ground you will be trapped there with Thugut for all eternity!!!!
-Hahahaha-, nonsense!!! ghosts and demons on the road do not exist, I only believe in what I can see and science can explain!!!, I finished my bottle of water and went to the bathroom to make one, when I left I bought another one for the road and some gum for breath, I kept an eye on Pancracio who was eating his second plate of tripe, then I left the restaurant to return to the bus when -Bruuummm!!!- I immediately recognized the roar of the powerful 6.2 liter V8 engine of the car. Blonde's Corvette Stingray convertible.
The powerful black sports car entered the station and parked next to a fuel pump. Simon got out of the vehicle with such grace that he looked like a sylph!!! Now I had another chance to talk to that beautiful blonde angel.
To be continued…
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