“La hora del lobo es un lapso de tiempo indeterminado que comienza poco después de la media noche cuando se escucha el ulular fúnebre de una lechuza, ya estando bien cerrada la noche y termina o muere más bien dicho con el primer resplandor del sol al amanecer!!!, a esa hora la gente muere de improviso sin causa aparente, cuando el sueño es más profundo y pesado, cuando las sombras dejan de ser sombras para convertirse en otras cosas, cuando las pesadillas que nos aterran se vuelven reales, cuando los que no pueden dormir son acosados por sus más oscuros temores, cuando los aparecidos, fantasmas, animas, monstruos y demonios más aterradores de la noche se materializan y son mucho más poderosos, cuando el velo que separa al mundo de los vivos del mundo de los muertos es más delgado, se resquebraja permitiendo que los seres del Inframundo crucen a nuestro lado para cazarnos!!!”
Así terminaba su relato un viejo trailero sentado en la barra de un viejo y destartalado restaurante de la carretera, una recomendación final del mismo hombre con más de 90 años de experiencia recorriendo los caminos:
-Cuando la noche está cerrada y nos es prioritario seguir rodando en la carretera la mejor opción es aparcar nuestro camión o vehículo en algún sitio seguro con gente y esperar hasta el amanecer para continuar nuestro viaje.
La hora del Lobo 🐺
Juan Calvo que estaba sentado en la misma barra que el viejo trailero y lo había escuchado atentamente mientras se comía un par de hamburguesas no pensaba lo mismo, aparcado afuera del restaurante destartalado lo esperaba su tráiler bien cargado de mercancías, además como buen camionero que se respetaba una de sus novias lo esperaba en la ciudad dónde debía entregar su carga.
Esperar hasta el amanecer para continuar con su viaje no era una buena opción para Juan Calvo, mejor era llegar de madrugada y tomar a su novia por sorpresa, no fuera cosa que lo estuviera engañando con otro, además pasar el resto de la noche en una cama caliente envuelto entre sus brazos era mucho más tentador que hacerlo sólo en la fría cabina de su camión, luego en la mañana a primera hora salir a hacer la entrega, pensaba el joven trailero convencido que continuar el viaje en La carretera era la decisión más acertada pese a oir la historia del camino hizo oídos sordos a la advertencia del experimentando anciano.
Juan Calvo le pagó su comida al gordo dueño del restaurante que atendía detrás de la barra, y antes de salir se despidió de ambos con un -buenas noches señores!!!-.
Salió del destartalado local de carretera, afuera escuchó el ulular de una lechuza muy cerca pero tampoco hizo caso al aviso del ave nocturna para que se quedará, se monto en su trailer y emprendió el camino rumbo a ciudad Caótica, no estaba muy lejos de la capital, en el tablero del vehículo el reloj marcaba las 12:21 AM, si conducía rápido calculo que antes de las 3 AM estaría en los brazos de la bella Betsabe, calentitos en su cama, lamentablemente su novia no volvería a ver a Juan Calvo esa noche y ninguna otra.
Unos 30 minutos después cuándo Juan Calvo iba conduciendo a buena velocidad por la carretera una densa neblina apareció de la nada obligándolo a reducir la velocidad, de inmediato encendió las luces altas de su camión para ver mejor sin mucho éxito, tuvo que bajar el ritmo pero continúo con su camino.
Al rato encendió un cigarrillo para mantenerse despierto y en ese preciso instante en que apartó la mirada de la carretera tan solo por un segundo para tomar el encendedor y prenderlo -PAACK!!!-, escuchó el golpe seco cuándo su camión golpeó algo por el frente, de inmediato sintió el traqueteo de las ruedas de su trailer pasarle por encima a algo, Juan Calvo disminuyó la velocidad, se orillo deteniendo su camión más adelante a un lado de la carretera y se dispuso a bajar para revisar, la espesa neblina no le permitía ver mucho, había un frío inusual que le calaba hasta los huesos, apagó su cigarrillo, tomó su linterna y una llave de cruz y salió de su camión.
Era sabido que los piratas de carretera usaban diferentes tretas para engañar a los conductores incautos, pero cuando Juan Calvo iluminó las llantas de su camión su buen talante y humor sufrió un cambio repentino al ver los neumáticos bañados en sangre, mucha sangre, se asustó pensando que había atropellado a una persona o a un animal muy grande, rogó por que fuese lo segundo, era demasiada sangre para ser solo un mapache o un perro. Unos ruidos en la parte posterior del trailer lo hizo caminar en esa dirección, cuando llegó atrás alumbró hacia la arbolada y pudo ver algo que no pudo identificar moverse muy rápido y esconderse, una sombra con ojos rojos color sangre, afinó la vista aquella cosa era muy grande un monstruo!!!, en ese punto el poco valor que le restaba al camionero Juan Calvo se había ido al carajo.
Juan Calvo escuchó como lo que fuese que había atropellado empezó a correr hacia su trailer, Juan Calvo no se lo pensó dos veces corrió de regreso a su cabina, se montó y hecho a andar su camión, acelerando para alejarse lo más pronto de aquel monstruo, de pronto escucho ruidos que provenían de la parte superior atrás sobre el techo de su trailer, -glup!!!- Juan trago seco, no iba solo!!!, luego escucho un lánguido sonido, -¿ fue un rugido ?, no fue un aullido, eso era un aullido-, dijo Juan Calvo, a mala hora decidió seguir su camino, debió escuchar al viejo trailero del restaurante pensó, en esos momentos estaba más cerca del restaurante destartalado que de ciudad Caótica, así que continúo un poco más cuando divisó al frente un retorno redujo la velocidad para dar la vuelta y regresar, ese fue su último error de esa noche, la bestia saltó de la parte superior del camión y cayó sobre el techo de la cabina.
En la mañana, el viejo trailero venia conduciendo su camión con rumbo a ciudad Caótica, de pronto se vio forzado a reducir la velocidad cuando divisó a dos oficiales de policía desviando el tráfico por un solo canal, el camión de su joven colega Juan Calvo estaba descarrilado a un costado de la carretera, al pasar a su costado pudo observar el baño de sangre en la cabina, Moncho lamento la suerte del joven trailero, otro incauto que había sido presa víctima de un monstruo escapado de la hora del lobo!!!
Fin
“The hour of the wolf is an indeterminate period of time that begins shortly after midnight when the mournful hoot of an owl is heard, well into the night, and ends, or rather, ends with the first glimmer of the sun at dawn!!! At that hour, people die suddenly without apparent cause, when sleep is deepest and heaviest, when shadows cease to be shadows and become other things, when the nightmares that terrify us become real, when those who cannot sleep are haunted by their darkest fears, when the most terrifying apparitions, ghosts, spirits, monsters, and demons of the night materialize and become much more powerful, when the veil that separates the world of the living from the world of the dead is at its thinnest, cracking, allowing the beings of the Underworld to cross over to our side to hunt us!!!”
This is how an old truck driver sitting at the counter of a dilapidated old roadside restaurant ended his story, a final recommendation from the same man with more than 90 years of experience traveling the roads:
-When night falls and continuing on the road is a priority, the best option is to park our truck or vehicle somewhere safe and surrounded by people and wait until dawn to continue our journey.
Hour of the Wolf 🐺
Juan Calvo, who was sitting at the same bar as the old truck driver and had listened attentively while eating a couple of hamburgers, didn't think the same. Parked outside the dilapidated restaurant, his trailer, heavily loaded with merchandise, was waiting for him. Also, like a self-respecting trucker, one of his girlfriends was waiting for him in the city where he was supposed to deliver his cargo.
Waiting until dawn to continue his journey wasn't a good option for Juan Calvo. It was better to arrive at dawn and take his girlfriend by surprise, lest she be cheating on him with someone else. Besides, spending the rest of the night in a warm bed wrapped in his arms was much more tempting than doing it alone in the cold cab of his truck. Then, first thing in the morning, he set out to make the delivery. The young truck driver, convinced that continuing the journey on the highway was the wisest decision, thought he would. Despite hearing the story of the road, he turned a deaf ear to the warning of the experienced old man.
Juan Calvo paid for his meal with the fat restaurant owner who was serving behind the bar, and before leaving, he said goodbye to both of them with a "good night, gentlemen!!!"
He left the ramshackle roadside restaurant. Outside, he heard the hoot of an owl nearby, but he ignored the night owl's warning to stay. He got into his trailer and set off for Chaotic City. It wasn't far from the capital. The clock on the vehicle's dashboard read 12:21 AM. If he drove fast, he estimated that before 3 AM, he'd be in the arms of the beautiful Betsabe, snuggled up in bed. Unfortunately, his girlfriend wouldn't see Juan Calvo again that night or any other.
About 30 minutes later, as Juan Calvo was driving at a good speed along the highway, a dense fog appeared out of nowhere, forcing him to slow down. He immediately turned on his truck's high beams to see better, but without much success. He had to slow down but continued on his way.
After a while, he lit a cigarette to stay awake, and at that precise moment when he took his eyes off the road for just a second to grab the lighter and light it—PAACK!!!—he heard the sharp thud as his truck hit something from the front. Immediately, he felt the rattle of his trailer's wheels as they ran over something. Juan Calvo slowed down, pulled over, and stopped his truck further ahead on the side of the road. He got out to check. The thick fog didn't allow him to see much. It was unusually cold, chilling him to the bone. He put out his cigarette, grabbed his flashlight and a lug wrench, and got out of his truck.
Highway robbers were known to use various tricks to deceive unwary drivers, but when Juan Calvo shone his light on the tires of his truck, his good mood suddenly changed when he saw the tires covered in blood—so much blood!—he panicked, thinking he'd hit a person or a very large animal. He prayed it was the latter; it was too much blood to be just a raccoon or a dog. Some noises from the back of the trailer made him walk in that direction. When he got to the back, he shone his light on the woods and saw something he couldn't identify moving very quickly and hiding a shadow with blood-red eyes. He squinted. That thing was very big, a monster! At that point, whatever little courage trucker Juan Calvo had left had gone to hell.
Juan Calvo heard whatever he had run over start running toward his trailer. Juan Balvo didn't think twice; he ran back to his cab, got in, and started his truck, accelerating to get as far away from that monster as possible. Suddenly, he heard noises coming from the top of the back, on the roof of his trailer. "Gulp!" Juan gulped. He wasn't alone! Then he heard a languid sound. "Was that a roar? It wasn't a howl, that was a howl," Juan Calvo said. At the wrong time, he decided to continue on his way. He must have heard the old truck driver from the restaurant, he thought. At that moment, he was closer to the dilapidated restaurant than to Chaotic City. So, he continued a little further. When he saw a turnoff ahead, he slowed down to turn around and go back. That was his last mistake of the night. The beast jumped off the top of the truck and fell onto the roof of the cab.
In the morning, the old truck driver was driving his truck toward Chaotic City. Suddenly, he was forced to slow down when he spotted two police officers diverting traffic into a single lane. His young colleague Juan Calvo's truck was derailed on the side of the road. As he passed by, he could see the bloodbath in the cab. Moncho lamented the fate of the young truck driver, another unsuspecting victim who had fallen victim to a monster escaped from the hour of the wolf!!!
The End
Escrito originalmente en Español, traducido al inglés utilizando Google Traslate.
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