Las gemelas Quintales [3]
Heriberto Quintales se peinaba frente al espejo de la sala de su casa arreglándose más de lo que debía para ir a entregar unos vestidos que le encargaron a su abuela en la tienda de la familia Villar, si tenía suerte la vería y le entregaría la carta número 83 desde que llegó al pueblo a Eloisa Villar y sino se la arrojaría por la ventana de su cuarto como había hecho otras tantas veces, su abuela que lo ve absorto lo baja de su nube.
-Heriberto vas entregas los vestidos cobras el pago y te regresas de inmediato.
-Pero abuela tengo algunas cosas que hacer!!!
-No rezongues señorito, está mañana recibí un telegrama de Salomé en dos semanas embarcan en Londres, tus primas regresan, me temo que Richardson no podrá seguir ayudándonos económicamente, debe hacerse cargó de su esposa y su hijo, tu cómo el hombre de esta casa debés de trabajar.
-Me parece bien abuela.
-Ya hablé con tu tío Manuel te dará un empleo en su banco como aprendiz, iré contigo en lo que regreses para ultimar los detalles.
-Suena bien abuela, necesitaré ahorrar mucho dinero, los libros para estudiar leyes son muchos y costosos, además necesitaré varios trajes aunque sean baratos, un buen maletín de cuero y unos anteojos nuevos para irme a la universidad.
-Un momento Heriberto como bien sabes tu primo Justino se quema las pestañas en la capital estudiando medicina, la mitad de tu sueldo será para ayudar a pagar sus libros y su residencia, sin las gemelas ayudandome no me doy abasto con las costuras y solo regresa una de ellas a la casa.
-Pero abuela no es justo que yo tenga que trabajar para que Justino sea doctor, porque no busca un trabajo el?
-Señorito Heriberto los Quintales siempre nos hemos ayudado los unos a los otros en los tiempos complicados, la carrera de medicina ya es muy difícil si solo te dedicas a ella, figurate trabajando!!!, tu eres muy joven apenas tienes 15 años, cuando Justino se gradué de médico llegará tu turno de irte a estudiar a la universidad y no tengo ninguna duda que el pagará más que gustoso por tus estudios para que te conviertas en un gran abogado!!!
-Como tu digas abuela!!!-, Heriberto se marchó llevándose los vestidos, pero dejó la carta número 83 en su cuarto sin puerta ya tendría oportunidad de entregarsela a la bella Eloisa Villar otro día.
Un soleado domingo a principios de julio, poco más de 18 meses después de haber partido regresaban al pueblo del “Amor” abordó de un buque de la CFC, el ingeniero inglés y las primas Quintales, fueron recibidos con honores por el jefe civil de turno, entre las explosiones de los cohetones, y los gritos de alegría de los amigos de la familia, los propios de Richardson, la abuela y Heriberto Quintales. James Richardson bajo del barco llevando a su esposa Salomé del brazo, que por el tamaño de su barriga parecía que tenía varios meses de embarazo.
Y atrás de ellos vestida de otro color venía Sofía hermosa y radiante cargando en brazos a su pequeño sobrino James II Richardson Quintales.
Luego de incontables abrazos, apretones de mano y un improvisado desfile que organizó el jefe civil tratando de ganarse la aprobación del ingeniero inglés para usar sus contactos con la compañía eléctrica nacional para hacer algunos que otro negocio, horas más tarde esa misma noche James y las gemelas se quedaron a dormir en la casa familiar de los Quintales, la abuela buena para las matemáticas saco las cuentas e hizo los cálculos, James II debió ser concebido abordo del buque de la CFC cuando partieron de luna de miel año y medio atrás, mientras el segundo hijo en el enorme vientre de Salomé debió ser concebido abordó del transatlántico que los trajo de regreso desde Europa!!!, el atolondrado ingles no había perdido el tiempo.
Ha la mañana siguiente el ingles su esposa y su pequeño hijo se marcharon para su nueva casa estilo victoriana a un par de manzanas, dejando atrás ala otra gemela, está vez los llantos de Sofía fueron inconsolables por la separación y no solo los de ellas Salomé tampoco pudo contener las lágrimas y James II berrío como un becerro cuando lo apartan de las tetas de su madre cuando su padre lo tomó de los brazos de su tía Sofía.
La abuela Quintales no había visto tantas lágrimas juntas en mucho tiempo, ni si quiera año y medio atrás cuando Sofía lloraba desconsolada por la perdida de su hermana recién casada ahora los llantos se multiplicaron por tres, al tercer día de lloros incontrolables se apareció James Richardson ya no solo era Sofía, Salomé y el hijo no paraban de llorar todo el día, James II se había encariñado mucho con su tía, el ingles le solicitaba permiso a la abuela para que Sofía viviera con ellos en su casa.
La abuela no estaba de acuerdo y apeló a un viejo refrán popular “los casados casa quieren” y una hermana en casa molestaría más de lo que ayudaría, pero terminó cediendo con la condición de que Sofía regresará cada noche a dormir en su cuarto en la casa familiar de los Quintales, el ingles no lo pensó mucho y acepto, una hora después Salomé y su hijo venían a buscar entre risas y abrazos a Sofía!!!
Cuando Heriberto regreso de la escuela para almorzar, y cambiarse para irse al banco a trabajar la abuela lo puso al tanto de la nueva situación de su prima soltera.
-Menos mal que tú tío Manuel Arteaga es un pan de Dios y te dió el empleo, por qué con Sofía ayudando todo el día a su hermana en su casa como niñera de James II ya no podré contar con su ayuda para los trabajos de costureria.
-Seguro es lo mejor abuela el niño adora a Sofía como si fuera su mamá!!!-, dijo el muchacho con una sonrisa que no le cabía en el rostro!!!
-Y tu porque estás tan contento Heriberto?, y esa cara de felicidad?
-Vainas mías abuela, vainas mías!!!- dijo el muchacho antes de sentarse a la mesa a almorzar.
Ese día más temprano en el colegio del pueblo del “Amor” Heriberto le había entregado la carta número 99 a Eloisa Villar, entro a su salón furtivamente para que su enemigo jurado Antonio Lombardo no lo viera y dejo la carta dentro del libro de matemáticas de la bella muchacha que le robaba el sueño desde hace 18 meses y medio, al salir de clases Eloisa Villar paso a su lado y sin que nadie la viera dejaba caer un papelito con la misma respuesta que había recibido Heriberto desde la primera carta “tengo novio, por favor déjeme en paz”, pero esta vez luego de dar unos pasos Eloisa se volteo y le sonrió con tal picardía que Heriberto se convenció de que sus cartas lo iban estaban acercando a su corazón!!!
Continuará…
The Quintales twins [3]
Heriberto Quintales was combing his hair in front of the mirror in the living room of his house, getting ready more than he should to go deliver some dresses that were ordered from his grandmother at the Villar family store. If he was lucky, he would see her and give her letter number 83 since he arrived in town to Eloisa Villar, and if not, he would throw it out of the window of his room as he had done so many other times.
-Heriberto, you deliver the dresses, collect the payment and return immediately.
-But grandma I have some things to do!!!
-Don't grumble, sir, this morning I received a telegram from Salomé in two weeks, they are embarking in London, your cousins are returning, I'm afraid that Richardson will not be able to continue helping us financially, he must take care of his wife and son, you, as the man of this house, must work.
-Sounds good to me, Grandma.
-I already spoke with your uncle Manuel, he will give you a job in his bank as an apprentice, I will go with you when you return to finalize the details.
-Sounds good grandma, I will need to save a lot of money, the books to study law are many and expensive, I will also need several suits even if they are cheap, a good leather briefcase and some new glasses to go to university.
-Wait a moment Heriberto, as you well know, your cousin Justino is burning his eyelashes in the capital studying medicine, half of your salary will be to help pay for his books and his residence, without the twins helping me I can't keep up with the sewing and only one of them returns home.
-But grandmother, it's not fair that I have to work so that Justino can be a doctor, why doesn't he look for a job?
-Sir Heriberto the Quintales have always helped each other in difficult times, the medical career is already very difficult if you only dedicate yourself to it, imagine working!!!, you are very young, you are barely 15 years old, when Justino graduates as a doctor it will be your turn to go to study at the university and I have no doubt that he will more than gladly pay for your studies so that you become a great lawyer!!!
-As you say, grandma!!!-, Heriberto left taking the dresses, but he left letter number 83 in his doorless room, he would have the opportunity to deliver it to the beautiful Eloisa Villar another day.
One sunny Sunday at the beginning of July, a little more than 18 months after leaving, they returned to the town of “Amor” and boarded a CFC ship. The English engineer and the Quintales cousins were received with honors by the civil chief on duty, among the explosions of the rockets, and the shouts of joy from the family friends, Richardson's own, the grandmother and Heriberto Quintales. James Richardson got off the boat carrying his wife Salomé on his arm, who from the size of her belly looked like she was several months pregnant.
And behind them, dressed in another color, came Sofia, beautiful and radiant, carrying her little nephew James II Richardson Quintales in her arms.
After countless hugs, handshakes and an improvised parade that the civil chief organized trying to gain the approval of the English engineer to use his contacts with the national electric company to do some business, hours later that same night James and the twins stayed the night at the Quintales' family home, the grandmother who was good at mathematics did the math and did the calculations, James II must have been conceived aboard the CFC ship when they left for their honeymoon a year and a half ago, While the second child in Salomé's enormous womb had to be conceived aboard the ocean liner that brought them back from Europe!!!, the giddy Englishman had not wasted any time.
The next morning, the Englishman, his wife and his little son, left for their new Victorian-style house a couple of blocks away, leaving behind the other twin. This time Sofia's cries were inconsolable due to the separation and not only theirs, but Salomé couldn't hold back her tears, and James II bawled like a calf when he was taken away from his mother's tits when his father took him from his aunt Sofia's arms.
Grandma Quintales had not seen so many tears together in a long time, not even a year and a half ago when Sofía was crying inconsolably for the loss of her newly married sister, now the cries multiplied by three, on the third day of uncontrollable crying James Richardson appeared and it was no longer just Sofía, Salomé and the son did not stop crying all day, James II had become very fond of his aunt, the Englishman asked the grandmother for permission to Sofía lived with them in their house.
The grandmother did not agree and appealed to an old popular saying “a married couple wants a house” and a sister at home would bother more than it would help, but she ended up giving in with the condition that Sofía would return every night to sleep in her room in the Quintales family home. The Englishman did not think much about it and accepted, an hour later Salomé and her son came to look for Sofía with laughter and hugs!!!
When Heriberto returned from school to have lunch and change to go to the bank to work, his grandmother informed him of his single cousin's new situation.
-Thank goodness your uncle Manuel Arteaga is a godsend and gave you the job, because with Sofía helping her sister at home all day as James II's nanny I will no longer be able to count on her help for the sewing work.
-Surely it's the best, grandma, the boy adores Sofia as if she were his mother!!!-, said the boy with a smile that doesn't change his face.
-And why are you so happy Heriberto? And that smile face?
-My goodness, grandmother, my goodness!-, said the boy before sitting down at the table to have lunch.
That day earlier at the school in the town of “Amor” Heriberto had given letter number 99 to Eloisa Villar, he entered her classroom furtively so that his sworn enemy Antonio Lombardo would not see him and left the letter inside the mathematics book of the beautiful girl who had been stealing his sleep for 18 and a half months. When leaving class Eloisa Villar walked by him and without anyone seeing her he dropped a piece of paper with the same answer he had received. Heriberto from the first letter “I have a boyfriend, please leave me alone”, but this time after taking a few steps Eloisa turned around and smiled at him with such mischief that Heriberto was convinced that her letters were bringing him closer to her heart!!!
To be continued…
Las gemelas Quintales (1)
Las gemelas Quintales (2)
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