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Una vez un muchacho se encontró con una cebra, se la quedó viendo detenidamente y le preguntó "¿Eres una cebra blanca con rayas negras o negra con rayas blancas?".
La cebra, que estaba pastando, se detiene, levanta la cabeza y le devuelve la mirada atenta. Al tragar el bocado de pasto que tenía en la boca le dijo "¿Acaso eres tú un humano feliz con momentos de tristeza o un humano triste con momentos de felicidad?"
El joven, desconcertado por la pregunta que le hizo la cebra se quedó atónito y reflexivo.
Ese día aprendió dos cosas: A no preguntar cosas tontas a los animales y que debe ir al psiquiatra a por medicación. 😂😂😂