El robo de la panadería (BigVERSO)

El robo en la panadería

La pequeña, corajuda y valiente Teniente Judy Hoops iba pendiente de la radio como siempre, mientras que el díscolo, aletargado y glotón de su compañero el Sargento Hernández iba detrás del volante de la patrulla, caía la tarde, faltaba todavía unas cuantas horas para acabara su turno en un día sin mucha acción, el Sargento Hernández cruza en una esquina pasando por el frente de la sede del diario «El Contador», la Teniente ve unos movimientos sospechosos cerca de un auto en el estacionamiento del edificio, le pide a su compañero que entre a poca velocidad, y que no encienda las sirenas de la patrulla hasta que ella este fuera de la patrulla, el Sargento siguiendo sus indicaciones entra a baja velocidad aproximándose al auto sospechoso, cuando están muy cerca la Teniente Hoops salta de la patrulla aun en movimiento tomando por sorpresa a sus espaldas a una pareja.

-Arriba las manos están detenidos!!!-, grita la diminuta oficial de policía dándole la señal a su compañero de que encienda las sirenas de la patrulla, la sorpresa de la orden mas el sonido de las sirenas hacen que la joven periodista Mayerli Rojas y su novio Napoleón arrojen por los aires las cajas con periódicos viejos que estaban guardando en la maleta de su vehículo.

-La puta madre!!!, Judy un día de estos me vas a matar de un susto joder!!!.

-Ufff, gracias a Dios que es tu amiga la Teniente ya me iba a dar algo-, dijo aun algo asustado Napoleón.

-¿Como la llevan muchachos, están robando el periódico?, jajaja-, reía a carcajadas la pequeña policía.

-Si!!!,¿no me ves?, puros periódicos viejos, Napo hazme el gran favor de recoger todo esto mientras hablo con la bromista!!!.

La Teniente se acerca para darle un fuerte abrazo a la periodista, viejas amigas desde que fueron rumies durante sus años universitarios, no se habían visto en un buen tiempo, la Teniente Judy Hoops que era una mujer muy seria, tenía un debilidad desde entonces, gastarle bromas a la periodista Mayerli Rojas cada vez que se la encontraba, las jóvenes y bellas mujeres parlamentaron por unos minutos, mientras el Sargento Hernández se bajo a ayudar al novio de la amiga de su compañera a recoger los periódicos viejos desparramados por todo el estacionamiento.

-¿Como se esta portando la joya esta?, porque a ti Mayerli no te duran muchos los novios.

-Digamos que bien, por lo menos me hace reír con sus mamadas, pero allí lo llevo, estaba a punto de sacarle la tarjeta roja, después te hecho ese cuento, pero decidí darle un chance mas.

-Mmm, ¿ y como va tu trabajo en el mejor periódico de la ciudad ?.

-A ti no te puedo mentir, me dan puras notas pendejas, que si un concurso canino, que si la competencia anual de comer perros calientes de la alcaldía, y hoy me toco llevarme este poco de periódicos viejos para la casa, me pusieron a investigar sobre unos artículos para ayudar a otro reportero, las buenas historias son siempre para una rubia y el sobrino del dueño del periódico, ¿ tu sabes bien como es esto ?.

-Somos mujeres Mayerli, bajitas pero aguerridas, siempre tenemos que trabajar el doble para que nos tomen en cuenta, si lo sabré yo que no llegue a Teniente precisamente por mi cara bonita.

-Jejeje, esta guapo tu compañero, ¿como vas con los policías, ya tienes galán?.

-¿Hernández?, si de verdad que no esta mal, pero yo sigo soltera y sin compromiso, tu sabes que lo mio es centrarme en mi carrera, me estoy preparando para tomar el examen de detective el año que viene.

-Maye amor, ya terminamos aquí, tenemos que irnos se nos hace tarde.

-Bueno Judy me tengo que ir, el deber me llama!!!.

-Jajaja, y a mi también Mayerli, ¿ quedamos pendientes para una salida ?.

-Segurolas, cuenta con ello.

Las dos bellas y jóvenes mujeres se despiden con otro fuerte abrazo, la Teniente aborda la patrulla, donde su compañero ya la estaba aguardando, Mayerli Rojas pudo escuchar su grito -Puyaaaaaaloooooo Hernández!!!-, y el vehículo policial salió del estacionamiento del periódico dejando las llantas marcadas sobre el pavimento.

-Me habías contado que era muy bromista tu amiga policía, pero de vaina me mata del susto!!!.

-Hay no exageres Napo, tu te alarmas por todo, pero cuando debes ponerte abusado de verdad te quedas dormido.

-Ya fue, ahora me va a caer chaparrón!!!.

-Mira hablando de otra cosa, entre esos amigos tuyos,¿no habrá uno soltero y guapo para mi amiga?, es que la pobre tiene tanta energía que necesita quemarla en otra cosa, allí donde la ves es un dinamo, nunca se detiene.

-Bueno están solteros, Rolo el abogado.

-¿Ese es el abogado que tenía dos novias al mismo tiempo?, nojoda Napo le quiero hacer un favor a Judy no causarle un problema, vamos dame otras opciones.

-Ok, esta Juan Rafael, que sigue soltero también, pero viendo el tamañito de tu amiga es demasiado chiquita para el.

-A pues!!!, ¿Que paso es muy alto el tal Juan?, o no le gustan las mujeres bajitas, explícame que no entiendo.

-No precisamente, mejor dejémoslo así que yo si me entiendo, el otro amigo que me queda soltero es Juan Camilo, recién se quedo viudo, te lo comente hace poco.

-Uy Dios, ¿ ese fue al que le asesinaron a la esposa no hace mucho ?

-Si ese mismo, pero es un buen tipo, inteligente, trabaja, tiene apartamento propio, carro y yo respondo por el.

-Mmmmm un viudo, ay no se Napo, me gustaría para Judy uno nuevecito que no estuviera tan usado!!!, jajajaja.

-Allí estas pintada Maye, mejor no juntar a mis amigos con tus amigas porque esos cruces siempre salen mal.

-¿Tu crees Napo?.

El joven aprendiz de cazador de monstruos prefirió no seguir dándole cuerda con el asunto a su novia, echo andar el auto y salió del estacionamiento rumbo a su casa. No muy lejos de allí de vuelta en la patrulla, la Teniente Judy seguía al pendiente de la radio para contestar cualquier llamado de urgencia, el turno de aquel día estaba por acabarse y lo único mencionable era el encuentro con su vieja amiga de la universidad, pero cuando parecía que el día de la Teniente Hoops y el Sargento Hernández terminaría sin mayor novedad, se presento de improviso una situación a pocos metros por donde iban transitando, en pleno centro de la calle, un hombre gordo con pinta de portugués vociferaba frente a una panadería que lo habían robado, llamando a gritos a la policía!!!, nuestro par de policías no dudaron en entrar en acción.

Inmediatamente el Sargento Hernández estaciona la unidad en todo el frente del negocio, ambos oficiales descienden del vehículo, la Teniente Hoops se apuro en llamar a la calma y le ordena al dueño de la panadería que baje la voz, ya estaban allí para solventar el problema, el hombre que si era portugués por su acento, hace entrar a su negocio a los policías mientras los pone al tanto de lo sucedido en su negocio, hace unos 10 minutos acababa de sacar del horno un par de bandejas de panes dulces con frutillas azucaradas, las puso sobre el mostrador, entonces se volteo para atender a un cliente y cuando volvió a mirar la bandeja misteriosamente habían desaparecido varios panes dulces de la misma, entonces el portugués cerro la panadería con los clientes adentro y salió a pedir ayuda, cuando la Teniente Hoops y el Sargento Hernández llegaron, para el portugués el principal sospechoso del robo que no tardo en señalar era un gordito de lentes que realmente tenía pinta de que pudo comérselos todos de un bocado sin pestañar.

Pero la pequeña Teniente no le presta atención al gordito sospechoso, ella se fija en un par de pequeños en edad escolar que no llevaban uniforme, sus ropas sucias, ajadas y harapientas, le indicaron que eran niños muy pobres o tal vez en situación de calle, el mas grande sostenía una triste canilla en la mano, con la otra mostraba el ticket para que no cupiera duda que ya habia pagado por ella, justo antes de que se inicara el bululú dentro de la panadería y el portugués los encerrara a todos dentro del local hasta conseguir un culpable, detrás del niño estaba otro mas pequeño que se ocultaba algo asustado del que quizás era su hermano, la Teniente se acerca para hablare con ellos, por primera vez desde que se desempeñaba como policía del departamento de ciudad Caótica sus sospechosos eran mas pequeños que ella, el Sargento Hernández que también los habia notada desde que entro observa justo en ese momento como una frutilla azucarada cae del bolso que carga en la espalda el niño mas grande, entonces se apresura a hablar con el portugués y le pregunta -¿cuanto se debe por los panes dulces faltantes?-, el portugués le da una cifra, el Sargento saca su cartera y paga la cuenta para resolver el asunto, luego se aproxima a la Teniente que aun conversaba con los chiquitos y los conmina a salir de la panadería, su compañera extrañada lo sigue.

-¿Que paso Sargento Hernández?.

-Nada Teniente Hoops, déjeme esto a mi por favor.

Ya afuera del local, junto a la patrulla, lejos del tumulto, la gente y los gritos altisonantes del portugués demandando justicia, el Sargento Hernández se agacho para hablar con los pequeños viéndolos a la cara, les explica que robar siempre estará mal, así sea comida, pero el no iba a permitir que aquel portugués por muy dueño que fuese de la panadería los humillara por unos pocos panes dulces, les contó que en el pasado su familia también había sido pobre, sus papas tuvieron una mala racha y a el y sus hermanos les toco pasar hambre mas de una vez, pero nunca robó ni un pan, por un tiempo ayudo a las personas con sus compras en un supermercado para ayudar en su casa, los niños avergonzados querían entrar a devolver los panes dulces, pero la Teniente les dijo que ya no hacia falta, el Sargento habia pagado por ellos, la Teniente Hoops se volvía a dar cuenta que su a veces lento compañero era capaz de ver y resolver los problemas mas grandes o chicos mucho mas rápido de lo que ella se tardaba en descubrirlos, siendo ella según la oficial mas despierta del dúo. Los niños comprendieron que habían hecho mal y estaban arrepentidos siendo mas que suficiente, pero el Sargento fue un poco mas allá, les contó que no muy lejos de allí a la vuelta de la esquina en un puesto, el y su compañera solían comer donas cada tarde, así que la próxima vez que estuvieran algo apretados, no tuvieran pena de acercarse que el gustosamente los invitaría a comer, los niños y la Teniente sonrieron al mismo tiempo por el bello gesto, luego el Sargento los monto en la patrulla para darles un paseo antes de llevarlos a su casa, ya estando todos abordo.

-¿Que les gustaría comer niños?!!!-, pregunta el Sargento.

-HAMBURGUESAS!!!!-, gritan el par de pequeñajos.

-Hamburguesas será entonces, ¿donde preparan las hamburguesas mas ricas Teniente?-, su compañera tardo unos segundos en responder, todavía no salía de su asombro por como manejo toda la situación su compañero el lento Sargento Hernández.

-Este, aquí a unas cuantas cuadras preparan unas muy buenas Sargento, de todos los sitios que me ha llevado a comer hamburguesas esas para mi son las mas ricas.

-Bueno niños ya tenemos una dirección, y pueden pedir todo lo que quieran que invita la Teniente!!!, la otra noche gano un torneo jugando dominóes y se gano una muy buena plata!!!jajaja.

-¿Como es la guarandinga Sargento?!!!, jajaja-, la Teniente comenzó a reírse a carcajadas por la impuesta invitación, pero habia valido la pena al conocer otra faceta mas de su compañero.

-¿Porque no arrancamos?-, preguntan los niños.

-Solo falta una cosa chicos, Teniente si me hace el favor!!!-, la Teniente prende la sirena para el mayor disfrute de los pequeños y le da su grito de guerra a su compañero.

-Puyaaaaaaaaaaaaaaaalo Hernández!!!.

-El Sargento Hernández arranca, pero sin quemar los neumáticos, no habia que arriesgarse con un par de niños abordo, hoy no hubo un crimen que lamentar en ciudad Caótica solo un par de niños felices comiendo hamburguesas con sus amigos los policias.

Fin.

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