Monstruos y seres fantásticos de la mitología grecolatina: La Esfinge

En el post anterior hablamos de la Quimera, hija de Tifón y Equidna, y a la cual Belerofonte se enfrentó en las costas de Licia. Se ha abordado cómo ha llegado a nuestros días la imagen actual de su apariencia, producto de siglos de evolución literaria, y cuáles son las múltiples interpretaciones de su figura como símbolo. Hoy nos centraremos en una de las figuras más enigmáticas de la mitología, cuya historia se encuentra estrechamente vinculada con la de dos reyes de Tebas a quienes el oráculo de Delfos profetizó grandes tragedias: La Esfinge.

¿Quién era la Esfinge en la mitología grecolatina?

Hesíodo (2000) señala que Fix (nombre con la que originalmente el autor denominó a la Esfinge) nació de la unión incestuosa entre la Quimera y el perro bicéfalo Ortro; otras versiones, como las recopiladas por Nadia Julien (2008) y Manfred Lurker (1999), mencionan que era uno de los hijos de Tifón y Equidna.

Con respecto a su apariencia, Christine Harrauer y Herbert Hunger (2008) explican que era un ser híbrido alado, con cabeza de mujer y cuerpo de león. En otras versiones recopiladas por Julien (2008), era descrita como un ser con cabeza de mujer, cuerpo de león, cola de serpiente y alas de águila.

El enigma en las puertas de Tebas, la consecuencia de un arrebato de bajas pasiones

Michael Köhlmeier (2006) señala que la Esfinge fue enviada por la diosa Hera en respuesta a la queja constante de Yocasta, esposa del rey Layo de Tebas, ya que éste había incurrido en una ofensa al compartir su lecho con Crísipo, hijo del rey Pélope de Olimpia, a quien había raptado en un impulso de bajas pasiones. Otra versión, recopilada por Ángel María Garibay K. (2020), señala que fue Apolo quien la envía a manera de castigo por el abuso de confianza por parte de Layo, a quien Pélope encomendó la educación de Crísipo en el arte de la guerra.

Instalándose en el monte Citerón, o en la parte central de la propia Tebas según otras versiones, la Esfinge interceptaba a todo aquél que quisiera entrar o salir de la ciudad, y les proponía un enigma, el cual era el siguiente: ¿Cuál es el animal que camina a cuatro patas por la mañana, sobre dos patas al mediodía y sobre tres patas al anochecer? Si la persona, sea hombre, mujer, infante o anciano, no lograba adivinar el enigma, era devorada por la Esfinge (Julien, 2008: 154; Harrauer y Hunger, 2008: 309).

Otra versión, recopilada por Phillip Wilkinson (2020), señala que se devoraba solo a los niños a manera de tributo o sacrificio a cambio de que permitiera a los viajeros salir de la ciudad. Por temor a que Tebas entrara en caos, los consejeros del rey Layo lo persuadieron de que dejara ir a Crísipo y que yaciera con Yocasta. El gobernante accede, con la creencia de que así la Esfinge se marcharía. No obstante, ocurrió lo contrario: la criatura continuaba devorándose a todo aquél que pasara cerca de su vera. Layo toma la decisión de partir hacia Delfos a consultar el oráculo, sin saber que en el camino perdería la vida a manos de su propio hijo, Edipo (Kölhmeier, 2006: 62).

Edipo y la resolución del enigma

Paul Guirand y Robert Graves (1970) mencionan que Edipo se encuentra con la Esfinge en las cercanías de Tebas poco después de enterarse que Creonte, regente de la ciudad, ofreciera como recompensa la corona y la mano de Yocasta en matrimonio. Tras escuchar el enigma de la Esfinge, el héroe le da a la criatura la respuesta: Es el hombre, pues va a gatas en la infancia, sobre sus dos piernas cuando camina y con la ayuda de un bastón cuando es anciano. 

Algunos autores señalan dos versiones sobre lo que ocurre después de la respuesta de Edipo. La primera versión, recopilada tanto por Wilkinson (2020) como por Julien (2008), nos relata que la Esfinge, en un acceso de ira, se lanza al precipicio, muriendo de forma instantánea. La segunda versión, mencionada por Garibay (2020), nos dice que Edipo lucha contra ella, logrando matarla con su lanza. 

La Esfinge, una figura de múltiples simbolismos

La figura de la Esfinge se encuentra presente en distintas culturas. En Egipto es representada con cuerpo de león y cabeza humana; en ocasiones se le colocaba la cabeza de carnero, uno de los animales sagrados del dios Amón. En la antigua Babilonia, este ser era representado con cuerpo de toro o león, alas de águila y cabeza de hombre (Cartwright, 2012). En el arte micénico y minoico, era descrita como un ser con cabeza de mujer, alas de águila y cuerpo de león. En el caso del arte griego, empieza a aparecer con frecuencia entre los siglos VIII y VI a.C. (Harrauer y Hunger, 2008: 309).  Un aspecto que comparten las culturas mencionadas es el simbolismo que se le otorgaba a esta criatura, pues ésta representaba la protección y el poder en cualquiera de sus formas, por lo que se le puede ver colocada en los sepulcros y las urnas funerarias, así como en las entradas de los templos (Harrauer y Hunger, 2008: 311).

En Grecia adquirió un simbolismo más complejo, pues representaba además la muerte, las consecuencias de las malas acciones, la corrupción y el triunfo del intelecto por encima de la fuerza (Chevalier y Gheerbrant, 1993). En el mito de Edipo se pueden observar estos distintos aspectos concretamente en el episodio de la aparición de la Esfinge y su encuentro con Edipo. Al principio, cumple cabalmente con la tarea de castigar a la ciudad por las acciones de Layo; no obstante, en algún punto la criatura se torna corrupta, pues aún cuando Layo deja ir a Crísipo, continúa sembrando el miedo y el caos por medio de la fuerza. Cuando Edipo se enfrenta a ella, no utiliza la fuerza; es el intelecto el que desnuda las acciones de la Esfinge, llevándola hacia el precipicio, hacia la muerte.

Bibliografía citada

• Cartwright, Mark, y Rosa Baranda (traductora). 2012. “Esfinge”, en: World Wide Encyclopedia. Consultado el 27 de febrero de 2024.
• Chevalier, Jean, y Gheerbrant, Alain. 1993. Diccionario de Símbolos. Barcelona. Herder.
• Garibay, Ángel María. 2020. Mitología Griega. Dioses y héroes. México. Editorial Porrúa – Colección “Sepan cuántos…”.
• Guirand, Paul, y Graves, Robert (Editores). 1970. New Larousse Encyclopedia of Mythology. Singapur. The Hamlyn Publishing Group Limited.
• Harrauer, Christine, y Hunger, Herbert. 2008. Diccionario de mitología griega y romana. España. Herder.
• Hesíodo. 2000. Teogonía. Trabajos y días. Escudo. Certamen. México. Alianza Editorial
• Julien, Nadia. 2008. Enciclopedia de los mitos. México. Editorial Océano – Robin Book. 
• Köhlmeier, Michael. 2006. Breviario de Mitología Clásica. Vol. I. España. Edhasa. 
• Lurker, Manfred. 1999. Diccionario de Dioses y Diosas, Diablos y Demonios. España. Paidós.
• Wilkinson, Phillip. 2020. Mitos y leyendas. Guía ilustrada de su origen y significado. DK Editorial. China.