[Esp/Eng] Publicación de Lunes // Monday post

in blurt-1787181 •  12 days ago 

1 Monday.jpg
Unsplash

Versión español.png

Jueves, 29 de agosto, 2025.

En una época donde la información viajaba a través de rumores y relatos orales, los primeros vestigios del periodismo nacieron en los mercados y plazas de las grandes civilizaciones. En el Imperio Romano, los Acta Diurna grababan en piedra o metal los decretos del Senado, las victorias militares y los eventos importantes, permitiendo que el pueblo estuviera al tanto de lo que ocurría en su sociedad. No era un periódico como los de hoy, pero sí un esfuerzo por registrar la actualidad sea cual sea.

doug-hot-doug.gif
Tenor

En la lejana China, los boletines imperiales conocidos como Dibao circulaban entre funcionarios y eruditos, llevando noticias seleccionadas por el gobierno. Estas publicaciones, escritas a mano en seda o papel, reflejaban el control que el poder siempre quiso ejercer sobre la información, pero la verdadera transformación ocurrió con la invención de la imprenta de tipos móviles por Johannes Gutenberg en el siglo XV. De repente, los panfletos y gacetas se multiplicaron en las calles de Europa. En Alemania, las primeras hojas informativas, llamadas Neue Zeitungen, narraban sucesos importantes como guerras y exploraciones. En Inglaterra, The Gazette se convirtió en un referente, mientras que en Francia y España las publicaciones periódicas comenzaron a formar opinión pública.

Con el auge de la Ilustración y la Revolución Industrial, la prensa se consolidó como el “cuarto poder”. En el siglo XIX, los periódicos no solo informaban, sino que también denunciaban injusticias, investigaban la corrupción y daban voz a los sectores más vulnerables. La llegada del telégrafo y la fotografía transformó aún más la manera de contar la realidad, haciendo que la inmediatez se convirtiera en un nuevo desafío.

Ya en el siglo XX, la radio y la televisión ampliaron el alcance del periodismo, llevándolo a cada hogar con imágenes y sonidos que hacían imposible ignorar los acontecimientos del mundo. La objetividad se convirtió en un ideal, aunque nunca dejó de debatirse si era posible alcanzarla realmente. Con la llegada de Internet y las redes sociales, la información se volvió instantánea, pero también más vulnerable a la manipulación y la desinformación.

covid-social-media.gif
Tenor

Hoy, el periodismo sigue en constante evolución, enfrentando desafíos nuevos pero con el mismo propósito con el que nació en los mercados de la antigüedad: contar la verdad, aunque a veces duela, aunque a veces moleste.

Los orígenes del periodismo en Colombia se remontan a finales del siglo XVIII, cuando la información era controlada por la Corona española y solo circulaban documentos oficiales, pregones y bandos dictados por las autoridades. Sin embargo, en medio de este control, comenzaron a surgir las primeras publicaciones que desafiaban el monopolio de la información.

En 1791, Manuel del Socorro Rodríguez fundó Papel Periódico de la Ciudad de Santafé de Bogotá, considerado el primer periódico del país. Publicado con el apoyo del virrey, esta gaceta no tenía un carácter crítico, sino que difundía noticias, literatura y conocimientos científicos. Aun así, marcó el inicio de una tradición periodística que pronto evolucionaría hacia la lucha política.

Con la llegada del movimiento independentista, la prensa se convirtió en un arma de batalla. En 1811, Antonio Nariño, defensor de las ideas revolucionarias, utilizó La Bagatela para cuestionar el dominio español y promover la independencia. En respuesta, los realistas también fundaron sus propias publicaciones, como El Correo del Orinoco, impulsado por Simón Bolívar en Venezuela, pero con impacto en toda la región.

Tras la independencia, el periodismo colombiano creció en medio de constantes conflictos políticos. En el siglo XIX, los periódicos se alineaban con partidos políticos y defendían ideologías con una marcada carga subjetiva. El Neo-Granadino y La Prensa fueron algunos de los medios que influenciaron el debate público.

El siglo XX trajo consigo nuevas tecnologías y una prensa más estructurada. Aparecieron diarios como El Espectador (fundado en 1887) y El Tiempo (1911), que se convirtieron en referentes de la información nacional. Durante los periodos de violencia y dictaduras, el periodismo colombiano sufrió censura, persecución y el asesinato de reporteros que desafiaban el poder. Aun así, la prensa continuó denunciando injusticias y narrando la historia de un país en constante transformación.

Hoy, el periodismo colombiano enfrenta nuevos desafíos con la digitalización y las redes sociales. La inmediatez ha cambiado la forma en que se consume la información, pero la esencia sigue siendo la misma: informar, cuestionar y dar voz a quienes no la tienen, independiente a las reacciones de los demás cuando se enteran de los datos presentados.

jaw-drop-wow.gif
Tenor

El periodismo es una herramienta poderosa que puede iluminar la verdad o distorsionarla según los intereses de quienes la manejan. A lo largo de la historia, ha sido tanto un faro de justicia como un arma de manipulación, y su impacto en la sociedad depende de la ética y responsabilidad con la que se ejerza.

En su lado más positivo, el periodismo tiene el poder de informar y educar a la ciudadanía. Gracias a los medios de comunicación, las personas pueden conocer los sucesos políticos, económicos y sociales que afectan su vida cotidiana, lo que les permite tomar decisiones más conscientes. La prensa ha sido clave para denunciar la corrupción, evidenciar injusticias y dar voz a sectores marginados, convirtiéndose en un contrapeso al poder y en un pilar fundamental de la democracia. Un periodismo comprometido con la verdad puede transformar sociedades, inspirar cambios y fortalecer los derechos humanos.

justice-for-us-liberty-and-justice-for-all.gif
Tenor

Sin embargo, la otra cara de la moneda es el riesgo de la manipulación. En un mundo donde la información se ha convertido en un negocio, no todos los medios responden a la búsqueda de la verdad, sino a intereses políticos y económicos. Las noticias falsas, la tergiversación de los hechos y la censura son problemas que afectan la credibilidad del periodismo y pueden polarizar a una sociedad, sembrando desconfianza y división entre los ciudadanos. Además, en la era digital, donde la inmediatez prima sobre la veracidad, muchas veces se sacrifican la investigación y el rigor periodístico por el sensacionalismo o la viralización de una noticia.

El periodismo es un arma de doble filo. Puede construir o destruir, liberar o manipular, educar o engañar. La responsabilidad no solo recae en los periodistas y los medios de comunicación, sino también en los ciudadanos, quienes deben desarrollar un pensamiento crítico para discernir entre la información veraz y la propaganda disfrazada de noticia. En tiempos donde la verdad parece moldearse según intereses particulares, el periodismo tiene el desafío de recuperar su esencia: buscar la realidad con independencia, ética y valentía.

Esta fue una publicación de lunes.

Gracias por pasarse a leer un rato, amigas, amigos, amigues de Blurt.

Que tengan un excelente día y que Dios los bendiga grandemente.

Saludines, camaradas blurtinenses!!

image

Monday, february 10th, 2025.

In an age where information travelled through rumours and oral accounts, the first vestiges of journalism were born in the markets and squares of the great civilisations. In the Roman Empire, the Acta Diurna recorded Senate decrees, military victories and important events in stone or metal, allowing the people to be aware of what was happening in their society. It was not a newspaper like those of today, but it was an effort to record current events, whatever they might be.

doug-hot-doug.gif
Tenor

In far-off China, imperial bulletins known as Dibao circulated among officials and scholars, carrying news selected by the government. These publications, handwritten on silk or paper, reflected the control that power always wanted to exert over information, but the real transformation occurred with the invention of the movable type printing press by Johannes Gutenberg in the 15th century. Suddenly, pamphlets and gazettes multiplied on the streets of Europe. In Germany, the first news sheets, called Neue Zeitungen, recounted important events such as wars and explorations. In England, The Gazette became a reference, while in France and Spain periodical publications began to shape public opinion.

With the rise of the Enlightenment and the Industrial Revolution, the press became established as the “fourth power.” In the 19th century, newspapers not only reported, but also denounced injustices, investigated corruption and gave a voice to the most vulnerable sectors. The arrival of the telegraph and photography further transformed the way of reporting reality, making immediacy a new challenge.

In the 20th century, radio and television expanded the reach of journalism, bringing it into every home with images and sounds that made it impossible to ignore world events. Objectivity became an ideal, although there was never a ceased debate about whether it was actually possible to achieve it. With the arrival of the Internet and social media, information became instantaneous, but also more vulnerable to manipulation and misinformation.

covid-social-media.gif
Tenor

Today, journalism continues to evolve constantly, facing new challenges but with the same purpose with which it was born in the markets of antiquity: to tell the truth, even if it sometimes hurts, even if it sometimes bothers.

The origins of journalism in Colombia date back to the end of the 18th century, when information was controlled by the Spanish Crown and only official documents, proclamations and announcements issued by the authorities circulated. However, in the midst of this control, the first publications began to emerge that challenged the monopoly of information.

In 1791, Manuel del Socorro Rodríguez founded Papel Periódico de la Ciudad de Santafé de Bogotá, considered the first newspaper in the country. Published with the support of the viceroy, this gazette did not have a critical character, but rather disseminated news, literature and scientific knowledge. Even so, it marked the beginning of a journalistic tradition that would soon evolve into political struggle.

With the arrival of the independence movement, the press became a weapon of battle. In 1811, Antonio Nariño, a defender of revolutionary ideas, used La Bagatela to question Spanish rule and promote independence. In response, the royalists also founded their own publications, such as El Correo del Orinoco, promoted by Simón Bolívar in Venezuela, but with an impact throughout the region.

After independence, Colombian journalism grew amid constant political conflicts. In the 19th century, newspapers aligned themselves with political parties and defended ideologies with a marked subjective charge. El Neo-Granadino and La Prensa were some of the media that influenced public debate.

The 20th century brought with it new technologies and a more structured press. Newspapers such as El Espectador (founded in 1887) and El Tiempo (1911) appeared, which became references for national information. During periods of violence and dictatorships, Colombian journalism suffered censorship, persecution and the murder of reporters who challenged power. Even so, the press continued to denounce injustices and tell the story of a country in constant transformation.

Today, Colombian journalism faces new challenges with digitalization and social media. Immediacy has changed the way information is consumed, but the essence remains the same: to inform, question and give a voice to those who do not have one, regardless of the reactions of others when they learn about the data presented.

jaw-drop-wow.gif
Tenor

Journalism is a powerful tool that can illuminate the truth or distort it according to the interests of those who wield it. Throughout history, it has been both a beacon of justice and a weapon of manipulation, and its impact on society depends on the ethics and responsibility with which it is exercised.

On its most positive side, journalism has the power to inform and educate citizens. Thanks to the media, people can learn about the political, economic and social events that affect their daily lives, allowing them to make more conscious decisions. The press has been key in denouncing corruption, exposing injustices and giving voice to marginalized sectors, becoming a counterweight to power and a fundamental pillar of democracy. Journalism committed to the truth can transform societies, inspire change and strengthen human rights.

justice-for-us-liberty-and-justice-for-all.gif
Tenor

However, the other side of the coin is the risk of manipulation. In a world where information has become a business, not all media respond to the search for truth, but to political and economic interests. Fake news, the distortion of facts and censorship are problems that affect the credibility of journalism and can polarize a society, sowing distrust and division among citizens. In addition, in the digital age, where immediacy takes precedence over truth, research and journalistic rigor are often sacrificed for sensationalism or the viralization of news.

Journalism is a double-edged sword. It can build or destroy, liberate or manipulate, educate or deceive. The responsibility lies not only with journalists and the media, but also with citizens, who must develop critical thinking to discern between truthful information and propaganda disguised as news. In times when truth seems to be shaped by particular interests, journalism has the challenge of recovering its essence: seeking reality with independence, ethics and courage.

This was a monday post.

Thanks for stopping by to read for a while, Blurt friends.

Have a great day and may God bless you greatly.

Regards, comrades blurtarians!!

Translation: Deepl.com

 @hilaricita.gif

Authors get paid when people like you upvote their post.
If you enjoyed what you read here, create your account today and start earning FREE BLURT!