Mirador de Liquén

Una de las cosas que más me gusta es estar en contacto con la naturaleza; Cuando la oportunidad se presenta, no la pierdo por nada.

En Chile, hay muchos lugares que sobresalen como balcones donde podemos deleitarnos con la vista que nos ofrece; A estos lugares se les llama mirador, porque lo que se hace, además de tomarnos fotos, es mirar.

Lirquén es una ciudad (aquí en Chile le dicen comuna) costera que da con el océano pacífico, y que en un atardecer, nos puede dar la combinación más hermosa de colores que se puedan ver. No es que en otros lugares los colores sean tan hermosos, sino que todo depende del momento y nuestro estado de ánimo.

El cielo, generalmente despejado para esta fecha, presentaba nubes que le daban un toque espacial a este día, pues estábamos a mitad del invierno; Aquí no cae nieve, pero se siente el frío que el sol trataba de mitigar un poco.

Fuimos en familia, y ese mismo día, visitamos varios lugares porque todo ocurrió en un fin de semana que teníamos libre y decidimos conocer un poco más de Chile, un país tan hermoso como largo, de hecho, es el más largo del mundo.

Al caer la tarde, y estar lejos de casa, decidimos regresar haciendo paradas rápidas para las fotos y llegar no tan tarde a nuestro destino.

Durante el recorrido, recordamos canciones que en nuestro país de origen, Venezuela, son muy frecuentes en la parte de los llanos. La música venezolana sonó durante todo el viaje, y les dejaré, a continuación, una muestra de lo que es nuestra música. Un tema del maestro Hugo Blanco, versión instrumental, fue la que tarareamos más, porque la letra, la colocábamos nosotros.