💊Cápsula Flash💊 | Libertad

Tendríamos que estar en la quinta y hasta décima etapa del REM (que no existe, solo es una hipérbole), sin embargo, por motivos varios, todavía hay luces encendidas en la residencia temporal en la que mi esposo y yo nos encontramos. Imagino que nuestros hijos ya deben haber caído en brazos de sus abuelos, sin embargo, el papá y yo, nada de nada, así que aquí estamos: acostados en la cama escuchando música y escribiendo desde el Ipad.

Mi media manzana estuvo pasando por momentos complicados en cuanto a su salud desde el miércoles en la mañana, no tenía ganas ni de comer porque todo lo que se metía a la boca lo regurgitaba, es involuntario, cíclico en su condición.

¿Y cómo llegó a ese estado de fuertes y peligrosas olas?, pues todo se desarrolló a raíz de la hipotensión ortostática, molestia que le provocó un desmayo. Como seres humanos nunca estamos preparados para ver malito a uno de nuestros seres amados, sin embargo, en medio de lo que se me iban las lágrimas cual plañidera porque mi marido no despertaba y ya todos subieron al dormitorio, templé los nervios y pude hacerlo reaccionar.

Al abrir los ojos, solo dijo que quería ir a la cama y que lo dejáramos solo, que no hacía falta llamar a su neurólogo porque sabía las razones del desmayo: el aura migrañosa; estaba helado, su presión un tanto inestable, pero bueno, lo cobijé y luego de cerrar la puerta y escuchar cuando me dijo que me quedara tranquila porque no podíamos darnos el lujo de llamar a la enfermedad para los dos, bajé al comedor.

Cuando subí para ver cómo seguía, solo aceptó una taza del brebaje asqueroso que suelo darle cuando está así, se lo bebió de un tirón, con efectos y cortes nauseosos, lo deglutió haciendo la típica máscara de bebé al que le ponen unas gotas de limón en la lengua, aceptó mi pócima, herencia efectiva de mi abuela, porque él sabe que si la escupe aplicaré cada técnica que me enseñó de krav magá, en síntesis, le daré una paliza para terminarlo de noquear XD

Fortalezas y debilidades, eso somos, de eso estamos compuestos...

Pasó con la panza vacía porque tenía mucha incomodidad al estar acostado; como quería evitar que siga con ese tipo de percepciones aurales que voltean su mundo, para esa aguda fotosensibilidad le puse un antifaz que lo mantuviera “a oscuras” todo el tiempo, y para esa intolerancia al más mínimo sonido que le provoca un retumbe en todas las arterias cerebrales, le puse un par de tapones especiales, con los que no pueda escuchar nada de nada, en pocas: le robé dos sentidos.

Puede que no sea la primera vez, pero cuando ocurre, es como que una parte de mí se muere a cada segundo mientras lo miro dormir en medio de una mezcla entre sueño crepuscular e insomnio. Sí es molesto para él, no es fácil, sin embargo, con todo y su problema hereditario nunca deja de ser quien es.

El jueves, mi querido loquero creía que estaba un poco mejor, por eso, dijo que iría a trabajar. Yo solo me reí nomás porque antes me anticipé hablando con su secretario para que suspendiera todas las consultas que tenía pendientes... el corto tiempo y las circunstancias me dieron la razón porque cuando estaba a punto de salir, un cimbronazo en la cabeza lo detuvo, así que se desconectó del mundo porque corrió al baño a vomitar por enésima vez.

Como no quería ir a urgencias, le fui con el chisme a mi suegro y con una sola puteada (mezcla de cariño paternal y aires de médico) que le dio al subir a nuestra habitación, le pidió a mi cuñado Ezequiel que comprara en la farmacia algunos medicamentos, pues debían pasarlos por vía intravenosa, ya que de tanto vomitar, Benjamín estaba muy deshidratado.

En la tarde le retiré el equipo de venoclisis de la mano por la que pasaron los fármacos y digamos que fue libre de aflicción, aunque todavía siga tomando el sumatriptán por unos días más. Pudo descansar mejor y el viernes se despertó aliviado porque hasta tenía intenciones de bajar al comedor para acompañarnos en el desayuno, pero no contaba con mi astucia...

Sin más, desde bien tempranito, luego de armar una maleta a escondidas porque en ese momento él se estaba duchando, pedí un taxi y lo saqué de la casa hacia, ese rato, un rumbo desconocido; es que mientras se terminaba de poner el zapato fui por detrás y le puse un antifaz… no no, nada que ver con las "Sombras de Grey", trilogía que ni la he leído y peor, la he visto.

Lo admito, esta vez fui yo quien secuestró a Benjamín luego de decirles a todos que no nos esperen hasta la víspera de la Jag; se soltaron una carcajada al ver su accionar cuando solo pudo alzar los hombros el instante en que escuchó a mi mamá decir:

Déjate llevar, asiste presuroso a esa cita a ciegas con tu mujer porque ya lo sabes, hijo: Itlekhs tepl gefint zikh zayn dekl _{toda olla tiene su propia tapa.}

Cuando llegamos al sitio que tenía destinado para mi travesura reconstituyente, mientras se sacaba el abrigo, Benjamín me agradeció por aquel accionar delictivo con toques curativos emergentes y bien planificados; con su sonrisa peculiar, me felicitó, entretanto se acostaba en la cama, por una llave que él mismo me enseñó a usar y con la que lo metí en el taxi para luego pedirle al chofer que nos llevara.

Sé que le hará bien estar alejado de todo, en donde solo se puede escuchar el sonido de la nada, de un deshelado riachuelo, de algunos pájaros y las hojas tiernas de los árboles. En algunos entretiempos de solo ver por la ventana de la casita en la que nos encerramos, conversábamos de algún tema y lo hacía volver a su rincón de diálisis: la cama y los medicamentos porque mi objetivo se centró en que tiene que estar con la batería al 100% para la festividad que se aproxima.

Festividad:

¿Ma nishtana halaila haze micol haleilot? _{¿Qué hace que esta noche sea diferente a todas las demás?}

Puede ser una pregunta trivial, incluso si miran por la ventana y no encuentran nada fuera de lo común, sin embargo, para algunos en el mundo, la noche del lunes sí será una noche diferente, hermosa, que se repite cada año y nunca es igual a las demás.

Me centraré en esa noche especial, en donde se abre el cielo para observar una 'Jag Aviv', una Fiesta de la Primavera que nosotros celebramos como pueblo hasta en el exilio o diáspora, pero tranquilas, apreciadas personas de valor, no soy de las que le gusta dar sermones elaborados con la lupa de la Homilética, pues muy consciente estoy de que este lugar no es una iglesia, ni sinagoga, ni mezquita, ni centro de estudios teológicos, etc.

No es un lugar como para desarrollar temas de índole sacramental, ni siquiera en 'son y ton' de burla porque, así como los gustos son subjetivos, las creencias y lo que se considera sagrado también lo es, lo que puede parecer gracioso para unos, para otros es una ofensa, un escupitajo en la cara, una bofetada, o sin más, un certero disparo al hablar de lo que vagamente se entiende.

Para mí, la Religión es un asunto muy serio, por eso, tengo la firme convicción de que en sitios de entretenimiento (como este), no son el lugar indicado, adecuado para formar mesas de debate, pues en la mayoría de los casos lo que intentan no es presentar las creencias espirituales de cada uno para que se amplíe la biblioteca mental con nuevos matices de conocimiento sin necesidad de practicarlos, sino que detrás tienen un común denominador, ya que ansían pisotearlas para desprestigiar a quienes las practican.

Mi marido y yo solemos ser ser muy cuidadosos con puntos sensibles, la devoción es uno de ellos; estas palabras son vistas desde nuestra óptica por supuesto.

Y bueno...

Hablar de esta festividad en particular es hablar también de una palabra que encierra milagros, esclavitud, muerte y obediencia, pues debemos limpiar la casa de manera profunda, de esquina a esquina para no dejar ni una sola migaja de leudantes y derivados de los cinco cereales: avena, cebada, centeno, espelta, trigo, ya que durante 7 días tenemos prohibido consumirlos o tenerlos con nosotros.

Hay una cantidad infinita de normativas previas hasta para asear el horno, pero no entraré en detalle para no liarlos, sin embargo, considero que con decirles que hasta mis sobrinos pequeños terminaron molidos después de la titánica labor de arreglar, de retirar, lavar, sumergir, pasar por fuego, desechar, organizar las cajas de productos con certificaciones especiales para Pesaj que pedimos las enviaran desde Israel, es suficiente.

Nadie en casa se fue sin su dosis de cansancio al separar vajillas y mantelería, es suficiente, en síntesis, nos tomamos muy en serio el mandato decorando cada rincón de la casa para que tenga aromas de peregrinación y consagración; sé que muchos de nuestro pueblo también lo hacen así.

La noche en que nos reunimos en la mesa adornada para la ocasión la llamamos Seder, en este, se realizan 15 pasos rituales que van desde ocultadas, lecturas, hasta cánticos litúrgicos y por sobre todas las cosas, unidad, así como espiritualidad al desconectarnos de lo material.