Un pedacito de mi cielo cubano.

Hola querida familia de #blurt.

Hoy paso a compartirles estas imágenes que tomé en la tarde mientras mis niños entrenaban para su próxima competencia de Atletismo.

Al llegar a la pista todos los niños contemplaban el cielo y sonreían ya que se percibía un avión que surcaba y las estelas de otros dos aviones que recién habían pasado.

Aunque no soy niña no pude evitar contemplar también alegre y sonreír junto a ellos. Lo que vi me gustó tanto que tomé el teléfono y saqué varias fotografías para capturar el momento.

El entrenador me miró y me dijo:
-Eres una niña más- a lo que le respondí con otra sonrisa y continué tomando imágenes.

La verdad es que la estela de los aviones siempre me gustó y disfrutarla hoy me transportó a mi niñez, a esa infancia tan bonita en la que junto a mis primos revisábamos el cielo en busca de aviones. Recuerdo la alegría que nos embargaba al encontrar uno o cuando escuchábamos a lo lejos el sonido de helicópteros y avionetas.

A pocos kilómetros de mi casa había una pista de aterrizaje y de vez en cuando veíamos también cómo los paracaidistas realizaban sus saltos. Recuerdo cómo nos quedábamos mirando los puntitos hasta que los perdíamos de vista. Era todo un espectáculo.

Y qué decir de los aviones nocturnos con sus luces. Era una maravilla.

¡Qué bonito ser feliz con las cosas sencillas!

Por eso hoy me sentí niña nuevamente y disfruté mi momento sin pena ni vergüenza.

Pero el cielo se vistió de gala porque desde otros ángulos se percibían tonalidades hermosas y el azul hermoso que lo caracteriza. Todo esto a pesar de que el clima está cambiando y el invierno se siente ya, a pesar de que mi Cuba es conocida por tener un "eterno verano." Las temperaturas están bajando durante el día y algunas lloviznas asoman. Pero esta tarde todo lucía hermoso.

Hasta un ave en pleno vuelo pude capturar.

Algo que también me sorprendió fue que a pesar de ser solo las cinco de la tarde la luna se contemplaba impecable. También le hice varias imágenes.

Desde la otra esquina la luna quedaba justo entre el pino que les mostré en una ocasión, ese que bauticé con el nombre de "Pino de Pisa" jejeje. Eternizarla en una foto era obligatorio. Me encantó cómo lucía.

Después regresamos a casa felices porque aunque para otras personas esto solo sea algo tonto, aburrido y sin sentido, para nosotros fue especial, principalmente para mí que me hizo ser niña sin viajar en el tiempo a través de los bonitos recuerdos vividos.

Espero que les gusten las imágenes, como siempre digo: "¡Hay tanta belleza en las cosas que parecen simples...!"

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