Las preocupaciones son parte inevitable de la vida. Desde que despertamos hasta que nos vamos a dormir, nuestra mente parece encontrar mil y un motivos para mantenerse ocupada: el trabajo, las finanzas, la salud, las relaciones, el futuro. A veces, incluso nos preocupamos por cosas que ni siquiera han ocurrido y que probablemente nunca ocurrirán. Es como si nuestra mente buscara constantemente algo de qué preocuparse, como si no pudiera quedarse tranquila. Pero, ¿hasta qué punto nos ayuda este hábito? ¿Y en qué momento empieza a perjudicarnos?

Preocuparse es normal; de hecho, tiene una función. En su justa medida, puede ser útil para anticiparnos a problemas y buscar soluciones. Sin embargo, el problema surge cuando nos perdemos en las preocupaciones, cuando estas se convierten en un ruido constante que no nos deja pensar con claridad ni disfrutar del momento presente. Es como si viviéramos atrapados en una nube de pensamientos que nunca se disipa, y eso nos desgasta, tanto mental como físicamente.
Creo que lo más importante que debemos entender es que no todo está bajo nuestro control. Hay cosas que podemos cambiar, claro, y para esas vale la pena dedicar tiempo y esfuerzo. Pero también hay situaciones que escapan por completo de nuestras manos, y preocuparnos excesivamente por ellas solo nos roba energía y paz. A veces, cuesta aceptar esta realidad, porque nos gusta sentir que tenemos el control de todo. Sin embargo, soltar aquello que no podemos manejar es un acto de liberación, un regalo que nos damos a nosotros mismos.

Cuando nos dejamos llevar por las preocupaciones, dejamos de vivir plenamente. Estamos físicamente en un lugar, pero nuestra mente está en otro, atrapada en posibles escenarios futuros o rumiando sobre el pasado. Y mientras tanto, el presente se nos escapa entre los dedos, como arena. Es curioso, porque muchas veces las cosas que más tememos no terminan ocurriendo, y aun así gastamos una cantidad inmensa de energía en ellas. ¿No sería más útil invertir ese tiempo en lo que realmente importa, en lo que está sucediendo ahora?
Aprender a no perdernos en las preocupaciones no significa ignorarlas o fingir que no existen. Más bien, se trata de observarlas con calma, como si estuviéramos viendo las nubes pasar. Reconocer que están ahí, pero no aferrarnos a ellas. No dejar que nos arrastren. Esto no es algo fácil, claro, pero es un hábito que se puede entrenar. Respirar profundamente, practicar la atención plena, escribir nuestros pensamientos… son pequeños pasos que pueden ayudarnos a poner las cosas en perspectiva.

La vida es demasiado corta para vivirla constantemente preocupado. Es un cliché, pero también una gran verdad: el tiempo que pasamos preocupándonos es tiempo que no recuperaremos jamás. Y, al final, cuando miramos hacia atrás, rara vez recordamos esas noches en vela preocupándonos por cosas que nunca ocurrieron. Lo que queda en nuestra memoria son los momentos en los que realmente vivimos, los días en los que nos permitimos estar presentes, conectados con nosotros mismos y con quienes nos rodean.
Así que, la próxima vez que las preocupaciones te abracen con fuerza, recuérdate esto: no todo merece tanto peso. A veces, lo mejor que puedes hacer es respirar, confiar y seguir adelante. La vida sigue, con o sin tus preocupaciones. ¿Por qué no optar por vivirla con más ligereza?

** Your post has been upvoted (30.21 %) **
Curation Trail is Open!
Join Trail Here
Delegate more BP for bigger Upvote + Daily BLURT 😉
Delegate BP Here
Upvote
https://blurtblock.herokuapp.com/blurt/upvote
Thank you 🙂 @tomoyan