Aprender a decir "no" sin sentir culpa es una de esas cosas que sabemos que debemos hacer, pero que muchas veces nos cuesta demasiado. Nos enseñaron desde pequeños a ser amables, a complacer a los demás, a evitar conflictos, y aunque es bueno ser considerados, hay un punto en el que terminamos sacrificándonos por miedo a decepcionar. Decimos "sí" cuando en realidad queremos decir "no", nos llenamos de compromisos que no nos hacen felices y cargamos con responsabilidades que no nos corresponden.

Lo curioso es que cuando decimos "sí" por compromiso, por miedo o por querer encajar, terminamos diciéndonos "no" a nosotros mismos. Nos restamos tiempo, energía y bienestar. Nos vamos apagando poco a poco, sintiendo que nuestra vida no nos pertenece porque siempre estamos priorizando lo que otros quieren. Y lo peor es que muchas veces ni siquiera nos damos cuenta de cuánto nos pesa hasta que el cansancio o la frustración nos alcanzan.
Pero hay algo importante que entender: decir "no" no nos hace egoístas, nos hace conscientes de nuestros propios límites. No podemos con todo, no tenemos la obligación de hacer felices a todos ni de estar disponibles siempre. Y aunque al principio pueda dar miedo o generar culpa, poco a poco nos damos cuenta de que es una forma de respeto hacia nosotros mismos.

He aprendido que quienes realmente nos quieren y valoran entenderán nuestros "no" sin verlo como un rechazo personal. Son las personas que solo buscan su beneficio las que se molestan cuando dejamos de ser complacientes. Y esa es otra razón por la que aprender a decir "no" es tan importante: nos ayuda a filtrar relaciones, a identificar quién está con nosotros por interés y quién de verdad nos respeta.
Al final, todo se trata de equilibrio. No significa que debamos decir "no" a todo ni convertirnos en personas frías o indiferentes, sino aprender a poner límites sin sentir que estamos fallando a los demás. Porque si siempre nos preocupamos por no herir a otros, pero nos olvidamos de nuestro propio bienestar, entonces nos estamos hiriendo a nosotros mismos. Y eso es algo que no podemos permitir.

Así que la próxima vez que sientas que estás aceptando algo solo por compromiso, haz una pausa y pregúntate si realmente quieres hacerlo. Recuerda que tu tiempo y tu energía valen, y que no necesitas justificar cada "no" que digas. A veces, simplemente, no queremos o no podemos, y eso es completamente válido. Aprender a decirlo con firmeza y sin culpa es una de las mejores formas de autocuidado que podemos practicar.

** Your post has been upvoted (29.84 %) **
Curation Trail is Open!
Join Trail Here
Delegate more BP for bigger Upvote + Daily BLURT 😉
Delegate BP Here
Upvote
https://blurtblock.herokuapp.com/blurt/upvote
Thank you 🙂 @tomoyan