Los amores de Alberto, la niña Carmela y Antoñito [3]
El tren desaceleraba su marcha cuando entraba a la estación del pueblo de San Ignacio, cuando las ruedas se detuvieron por completo un par de empleados de la estación comenzaron a vocear el nombre del pueblo para despertar a los pasajeros que venían dormidos, Alberto Medina los veía gritar por la ventanilla estaba bien despierto!!!, tenía muchas ganas de llegar a casa y ver a su mama, para compartir el gran logro por conseguir su titulo de ingeniero luego de tantos años de esfuerzo y escases, ahora vendría la época de las vacas gordas!!! y eso no solo era obra de su esfuerzo personal si no de la guía y la ayuda de su madre!!!, también le hacia ilusión ver a la niña Carmela su casi prometida!!!.
Cuando desciende del tren Alberto extiende una vez mas el mapa que llevaba en las manos, se toma un momento para revisar en el la posición de su pueblo El Olvido, San Ignacio y las vías del tren, estuvo estudiando el mapa durante buena parte de su viaje!!!, su pueblo no estaba muy lejos de San Ignacio, el ingeniero traza unas lineas imaginarias sobre el papel, tiene la visión clara en su mente, un desvió aquí, un pequeño puente sobre un río, y las vías del tren bien podrían llegar directamente hasta su terruño evitando que los pobladores de El Olvido tengan que venir hasta San Ignacio cuando necesitan viajar en locomotora, la constructora de la familia Müller podría financiar parte del proyecto junto con la alcaldía de El Olvido, el mismo se pondría al frente del proyecto para terminar lo antes posible y abaratar los costos, pero para eso ya habría tiempo, lo primero era regresar a casa a ver a su mama!!!.
En casa de los Medina, doña Altagracia terminaba en la cocina la preparación de un rico estofado de conejo, el favorito de su hijo, cuando la cosa estaba dura y no tenían para comer mas que las gallinas de su patio, el pequeño Alberto iba con su resortera a la floresta cercana al pueblo, y regresaba a casa con dos o tres grandes y gordos conejos, así que doña Altagracia aprendió a cocinarlos de todas las formas posibles, asados, en sopa, pero el estofado resulto siendo el que mas le pedía su muchacho!!!, en la sala de la casa las risas de la niña Carmela y Antoñito la sacaban de su trance de recuerdos culinarios!!!, cada tanto doña Altagracia se asomaba a la sala para echarles un buen ojo, no por desconfianza con la futura esposa de su hijo o por el joven enclenque al que le alquilaba una habitación en su casa, pero como decia el viejo refrán, "el hombre es fuego, la mujer estopa, llega el diablo y sopla!!!".
-Vamos 3 a 4 Antoñito hoy si te voy a ganar!!!.
-Baraja bien esas cartas Carmela y no me hagas trampa!!!, jajaja.
-Gua, ¿tramposa yo?, ya quisieras!!!.
-Jajaja- Antoñito se reía de la inocencia de la niña Carmela, era mas astuto y habil en el juego que ella, pero para no aburrirse le permitía ganar algunas partidas para que ella se esforzara mas, esa noche la joven casi lo consigue -tock, tock!!!-, la niña Carmela pega un salto al oir que llamaban a la puerta y comienza a gritar -llego Alberto, llego Alberto!!!-, deja las barajas tiradas sobre la mesar y sale corriendo a abrir la puerta, doña Altagracia no se inmuta sabe bien que su muchacho ademas de tener la llave, jamas toca la puerta para entrar a su propia casa, la niña Carmela abre la puerta emocionada y se lleva un balde de agua fría, no era Alberto, si no sus dos hermanos, Juan José y Juan Rafael, ella tontamente trata de cerrarles la puerta porque sabe a que vienen, pero son mas fuertes y se lo impiden.
-Deja la necedad muchacha, Papa mando a buscarte.
-Yo no me voy de aquí hasta que vea a Alberto!!!.
-Ya es de noche Carmela y ninguna muchacha decente debe estar sola en casa de su casi novio!!!.
-Sola no!!!, aquí estoy yo la dueña de la casa!!!, ¿ o es que acaso están diciendo que mi casa no es decente ?,- se molesto doña Altagracia ante la impertinencia del par de hermanos celosos.
-Disculpe doña Altagracia, no quisimos faltarle el respeto ni a usted ni a su casa, pero ya es de noche y usted sabe muy bien como es la gente para hablar pistoladas e inventar sandeces!!!.
-Bueno pues, mejor te vas con tus hermanos Carmelita, ya verás a Alberto mañana.
La niña Carmela se va escoltada por sus hermanos con cara de pocos amigos, pero atino a despedirse de doña Altagracia con un beso y un abrazo, a Antoñito le pego un buen grito pues este no se habia levantado de la mesa.
-Te salvaste de perder conmigo esta noche!!!-, Antoñito suelta otra carcajada.
Unos 15 minutos después, el aleteo de una paloma mensajera en el patio interior de la casa anuncia que ha llegado una carta!!!, como todavía Alberto no habia retornado al pueblo la carta tenía que ser para el enclenque, enano y débil de Antoñito, el muchacho recibía misivas por paloma mensajera hasta dos veces por semana, doña Altagracia no sabía quien era su enamorada y como el muchacho no le comentaba nada sobre las cartas aunque curiosa tampoco preguntaba, cuando el muchacho se levanta para ir al patio a buscar su carta, la vieja doña Altagracia suelta uno de sus muchos refranes:
-Siempre hay un roto para un descosido!!!-, Antoñito la escucho mientras desataba la carta de la pata de la paloma, luego le susurro al oído al ave para que regresara a su casa.
En ese momento alguien abre la puerta de la calle, sobre el piso resuenan los pasos firmes de un hombre que llenan de dicha a la viuda de Medina, cuando se voltea y ve a su muchacho!!!, ambos corren hacia el otro madre e hijo se funden en un fuerte abrazo, algunas lagrimas de emoción y felicidad corrieron por las mejillas de ambos. Cuando Antoñito vuelve a entrar a la casa trayendo consigo su carta se encuentra con la hermosa escena, se enternece y al muy tonto también se le aguan los ojos, sabía lo mucho que doña Altagracia adoraba a su hijo, todos los días le hablaba de el, Alberto esto, Alberto lo otro, tanta era la curiosidad que sentía Antoñito que no solo tenía ganas de conocerlo, si no que hasta había crecido en el un aprecio sincero por el joven al que solo conocía por las historias que le contaba su mama, la niña Carmela, don Miguel y algunos otros pobladores del pueblo, ademas de algunas fotos viejas esparcidas por la casa.
Antoñito no quiso romper el emotivo momento del encuentro entre la madre y el hijo así que se retiro en silencio caminando hasta su habitación, ya habría tiempo de conocer a Alberto Medina formalmente mas tarde durante la cena con los Medina. Ya en su cuarto Antoñito cerro muy bien la puerta con la tranca y aseguro la ventana antes de abrir la misiva personal que acababa de recibir.
Continuara...
The loves of Alberto, the girl Carmela and Antoñito [3]
The train slowed down as it entered the station in the town of San Ignacio. When the wheels stopped completely, a couple of station employees began shouting the name of the town to wake up the passengers who were asleep. Alberto Medina saw them. shouting out the window he was wide awake!!!, he really wanted to get home and see his mother, to share the great achievement of getting his engineering degree after so many years of effort and scarcity, now would come the time of fat cows!!! And that was not only the work of his personal effort but also of the guidance and help of his mother!!! He was also excited to see the girl Carmela, his almost fiancée!!!.
When he gets off the train, Alberto once again extends the map he was carrying in his hands. He takes a moment to review the position of his town El Olvido, San Ignacio and the train tracks. He was studying the map for a good part of his time. trip!!!, his town was not very far from San Ignacio, the engineer draws some imaginary lines on the paper, he has a clear vision in his mind, a detour here, a small bridge over a river, and the train tracks well They could reach their homeland directly, preventing the residents of El Olvido from having to come to San Ignacio when they need to travel by locomotive. The Müller family construction company could finance part of the project together with the mayor of El Olvido, which would be in charge. of the project to finish as soon as possible and reduce costs, but there would be time for that, the first thing was to return home to see his mother!!!.
At the Medina house, Mrs. Altagracia finished in the kitchen preparing a delicious rabbit stew, her son's favorite. When things were tough and they had nothing to eat except the chickens in their yard, little Alberto went with them. her slingshot to the forest near the town, and returned home with two or three big, fat rabbits, so Mrs. Altagracia learned to cook them in all possible ways, roasted, in soup, but stew turned out to be the one she asked for the most. her boy!!!, in the living room of the house the laughter of the girl Carmela and Antoñito brought her out of her trance of culinary memories!!!, every now and then Mrs. Altagracia looked into the living room to take a good look at them, not out of mistrust with his son's future wife or by the weak young man to whom he rented a room in his house, but as the old saying went, "the man is fire, the woman is tow, the devil comes and blows!!!".
-Let's go 3 to 4 Antoñito today if I'm going to beat you!!!
-Shuffle those cards well Carmela and don't cheat on me!!!, hahaha.
-Wow, am I a cheater? You wish!!!.
-Hahaha- Antoñito laughed at the innocence of the girl Carmela, he was more cunning and skilled at the game than her, but to avoid getting bored he allowed her to win some games so that she would try harder, that night the young woman almost succeeded -tock , knock!!!-, the girl Carmela jumps when she hears a knock on the door and starts shouting -Alberto is here, Alberto is here!!!-, she leaves the cards lying on the table and runs out to open the door, Mrs. Altagracia does not flinch, she knows well that her boy, in addition to having the key, never knocks on the door to enter his own house, the girl Carmela opens the door excitedly and takes a bucket of cold water, it was not Alberto, but her two brothers, Juan José and Juan Rafael, she foolishly tries to close the door on them because she knows what they are coming for, but they are stronger and prevent her from doing so.
-Leave your foolishness, girl, Dad sent for you.
-I'm not leaving here until I see Alberto!!!
-It's already night Carmela and no decent girl should be alone in her almost boyfriend's house!!!
-Not alone!!!, here I am the owner of the house!!!, or are they perhaps saying that my house is not decent? - Doña Altagracia got upset at the impertinence of the pair of jealous brothers.
-Excuse me, Mrs. Altagracia, we didn't mean to disrespect you or your house, but it's already night and you know very well how people talk nonsense and make up nonsense!!!
-Well then, you better go with your brothers Carmelita, you will see Alberto tomorrow.
The girl Carmela leaves escorted by her brothers with an unfriendly face, but she manages to say goodbye to Mrs. Altagracia with a kiss and a hug. Antoñito gets a loud shout because he had not left the table.
-You saved yourself from losing to me tonight!!!-, Antoñito lets out another laugh.
About 15 minutes later, the flapping of a carrier pigeon's wings in the interior patio of the house announces that a letter has arrived!!! As Alberto had not yet returned to the town, the letter had to be for the puny, dwarf and weak Antoñito. , the boy received letters by carrier pigeon up to two times a week, Doña Altagracia did not know who her lover was and since the boy did not tell her anything about the letters, although curious she did not ask, when the boy got up to go to the patio to look for his letter, old Doña Altagracia lets out one of her many sayings:
-There is always a rip for a rip!!!-, Antoñito listened to her while he untied the letter from the pigeon's leg, then he whispered in the bird's ear to return home.
At that moment someone opens the street door, the firm footsteps of a man echo on the floor, filling the widow of Medina with joy, when she turns around and sees her boy!!!, they both run towards each other, mother and daughter. son melted into a strong hug, some tears of emotion and happiness ran down both of their cheeks. When Antoñito re-enters the house bringing his letter with him, he finds the beautiful scene, he is moved and the fool's eyes also water. He knew how much Mrs. Altagracia adored her son, she spoke to him about him every day. Alberto this, Alberto that, Antoñito was so curious that not only did he want to meet him, but he had even grown in him a sincere appreciation for the young man whom he only knew from the stories his mother told him, the girl Carmela, Don Miguel and some other residents of the town, in addition to some old photos scattered around the house.
Antoñito did not want to break the emotional moment of the meeting between the mother and the son so he retired in silence walking to his room, now There would be time to meet Alberto Medina formally later during dinner with the Medinas. Already in his room, Antoñito closed the door very well with the bar and secured the window before opening the personal letter he had just received.
To be continue...
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Escrito originalmente en Español, traducido al ingles utilizando Google Traslate.
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