Los amores de Alberto, la niña Carmela y Antoñito [2]
-¿Eres tu Antoñito?-, pregunto la dueña de la casa desde la cocina.
-Si doña Altagracia, ya llegue!!!-, el joven se dirigió a la cocina para dejar el pedido que le habian encargado.
-¿Conseguiste todo Antoñito?.
-Si doña Altagracia, lo que no habia en el abasto de don Miguel lo compre en otra tienda y las cervezas en la cantina.
-¿Te alcanzo el dinero que te di?.
-Si mi señora, aquí tiene el vuelto.
-Muchas gracias Antoñito, ¿ te gusto el almuerzo que te mande hoy?, con mi cocina ya veras como pronto ganaras unos cuantos kilos de peso estas muy flaco muchacho!!!.
-Jajaja, la comida estuvo deliciosa como siempre doña Altagracia, muchas gracias.
-De nada Antoñito, antes de que te encierres en tu cuarto ¿te puedo molestar pidiéndote otro pequeño favor muchacho!!!?.
-Claro mi señora pida lo que necesite que si esta en mi capacidad con gusto la ayudo!!!.
-¿Puedes ayudarme a subir el colchón nuevo que esta tirado en la sala hasta el cuarto de Alberto?, no te molestaría pero el muchacho de la mueblería lo dejo allí en la sala tirado y yo ya estoy vieja, no tengo fuerzas para subirlo yo sola!!!.
-Por supuesto doña Altagracia, faltaba mas.
Un minuto después empezaron los dos a pujar arrastrando el colchón king size hasta las escalera, -vamos Antoñito, empuja!!!-, lo azuzaba doña Altagracia, el joven no solo era pequeño y enclenque, si no ademas débil, -¿Tu mama no te daba fororo Antoñito?-, el muchacho se reía, respondiéndole afirmativamente, hizo un poco mas de esfuerzo, logrando subir el inmenso colchón hasta el segundo piso, de allí arrastrarlo hasta el cuarto de Alberto fue pan comido, luego ayudo a la viuda a colocarlo sobre la cama.
-¿Algo mas en que pueda ayudarla doña Altagracia?.
-Nada mijo, muchas gracias, aunque estas flaco y pequeño le pones mucho empeño a todas las cosas, deja que yo le ponga las fundas a la cama y bajo a terminar de preparar la cena.
-¿A que horas es que llega su hijo doña?.
-Esta noche, el tren debe arribar en 1 hora a la estación del pueblo de San Ignacio y de allí hasta aquí en El Olvido serán como 45 minutos a caballo!!!-, le dijo esbozando una enorme sonrisa la viuda de Medina.
Antoñito bajo las escaleras con la imagen de la felicidad que evocaba el rostro de doña Altagracia cada vez que nombraba o se refería su hijo, -¿que tan buen muchacho podía ser?- se preguntaba curioso el joven, todas las referencias de la madre y el resto de los pobladores de El Olvido que le habian hablado de el decían maravillas sobre Alberto Medina, era un hombre muy inteligente, trabajador, muy guapo, valiente y sobre todo un caballero, cuando se dirigía a su cuarto tocaron a la puerta de la casa, Antoñito fue a ver, -ábranme rápido!!!- gritaron desde afuera, el joven abrió la puerta sin demora, cuando reconoció la voz al otro lado de la puerta, era la flor mas bella del jardín del Pueblo, la niña Carmela!!!, si a los 14 años habia florecido a sus 19 ya era un portento de mujer con una belleza y unas curvas que quitaban hasta el hipo, pero no a Antoñito que no la determinaba pero le causaba gracia su hablar campirano y sus maneras.
-Buenas tardes Antoñito!!!-, le dijo apresurada la bella joven.
-Buenas tardes Carmela-, la niña Carmela atravesó la puerta sin esperar a que la invitarán a pasar, venía algo acalorada y con cara de susto!!!.
-¿Que paso Carmela y esa cara?.
-Es que desde hace rato vi a un hombre a caballo que me estaba siguiendo por todo el pueblo!!!.
Antoñito vuelve abrir la puerta, saliendo a la calle para echar un vistazo, de hecho la joven no le habia mentido, a media cuadra en la esquina estaba un llanero montado sobre caballo, usaba unas botas de cuero con espuelas que brillaban a la luz de las farolas, llevaba una camisa y sombrero tan negros como la crin de su caballo, el hombre no dejaba de mirarlos descaradamente a el y a la niña Carmela que se cubría detrás de sus espaldas, Antoñito trato de imponer respeto poniendo la cara mas feroz que su metro 62 de altura le permitían, el hombre soltó una carcajada, espoleo a su caballo y se marcho al galope en dirección contraria.
-¿Quien era ese sujeto Carmela, lo conoces?.
-Gua!!!, que voy a saber yo, si es primera vez que lo veo, ¿ donde esta doña Altagracia ?.
-Arriba en el... -, la niña Carmela no espero a que Antoñito terminara la frase, salió disparada corriendo subiendo las escaleras hasta el segundo piso para hablar con su futura suegra!!!.
Durante el tiempo que Antoñito llevaba viviendo en casa de los Medina, la niña Carmela y el se habia hecho muy buenos amigos, conversaban mucho, jugaban barajas y fumaban tabacos que la niña Carmela le robaba a su papa o a sus hermanos, doña Altagracia no se preocupo ni por un momento por la amistad creciente entre ambos, era imaginarse al alto y guapo de su hijo junto a Antoñito, enano, flaco, con sus maneras finas, es que no habia forma de que le ganará a su muchacho en alguna cosa, mucho menos por el amor de la niña Carmela, a la bella joven le cayo bien Antoñito desde el primer día que lo conoció porque era el único hombre del pueblo aparte de los de su familia que no la devoraban con los ojos cuando la veían recitándole encendidos piropos que ella no era muchas veces capaz ni de repetir, esto hizo que la joven le tomara confianza rápidamente al enclenque inquilino de la casa de los Medina.
Antoñito regreso a su cuarto en el primer piso, aseguro bien la tranca de la puerta, también aseguro la ventana que daba a la calle, saco un pequeño paquete que cargaba en su saco que había comprado en el abasto de don Miguel lo coloco sobre la mesa de noche con mucho cuidado, luego se estiro un poco antes de comenzar a desvestirse, quería descansar un poco antes de cenar y conocer a Alberto, -tock, tock-.
-¿Quien es?.
-¿Que estas haciendo Antoñito?.
-Nada Carmela.
-Pues entonces sal a jugar barajas conmigo un rato, traigo tabacos!!!.
Antoñito se apuro en abrochar su camisa, se volvió a subir los tirantes y se coloco nuevamente su viejo saco, conocía lo insistente que podía ser la niña Carmela, si no salía de su cuarto a jugar con ella no iba a dejar de molestarlo hasta que fuera hora de cenar!!!.
Continuara....
The loves of Alberto, the girl Carmela and Antoñito [2]
-Are you Antoñito?-, the owner of the house asked from the kitchen.
-Yes, Mrs. Altagracia, it's here!!!-, the young man went to the kitchen to leave the order that had been ordered from him.
-Did you get everything Antoñito?
-Yes, Mrs. Altagracia, what was not in Don Miguel's supply, I bought it in another store and the beers in the canteen.
-Can you get the money I gave you?
-Yes, my lady, here is the change.
-Thank you very much Antoñito, did you like the lunch I sent you today? With my cooking you will see how soon you will gain a few kilos of weight, you are very skinny boy!!!
-Hahaha, the food was delicious as always, Mrs. Altagracia, thank you very much.
-You're welcome Antoñito, before you lock yourself in your room, can I bother you by asking you for another small favor boy!!!?
-Of course, my lady, ask for whatever you need, and if it is within my capacity, I will gladly help you!!!
-Can you help me carry the new mattress that is lying in the living room up to Alberto's room? It wouldn't bother you, but the guy from the furniture store left it lying there in the living room and I'm already old, I don't have the strength to carry it up myself. alone!!!.
-Of course, Mrs. Altagracia, there was more to go.
A minute later the two began to push, dragging the king size mattress to the stairs, "Come on Antoñito, push!!!", Mrs. Altagracia encouraged him, the young man was not only small and weak, but also weak, "Your mother?" Didn't Antoñito give you forum? -, the boy laughed, answering affirmatively, he made a little more effort, managing to lift the huge mattress to the second floor, from there dragging it to Alberto's room was a piece of cake, then he helped the widow to place it on the bed.
-Is there anything else I can help you with, Mrs. Altagracia?
-Nothing mijo, thank you very much, even though you are skinny and small you put a lot of effort into everything, let me put the covers on the bed and go down to finish preparing dinner.
-What time does your son arrive, Mrs.?
-Tonight, the train must arrive in 1 hour at the station in the town of San Ignacio and from there to here in El Olvido it will be about 45 minutes on horseback!!! - Medina's widow told him with a huge smile.
Antoñito went down the stairs with the image of happiness that Doña Altagracia's face evoked every time she named or referred to her son, -how good a boy could he be?- the young man wondered curiously, all the references of the mother and The rest of the residents of El Olvido who had told him about him said wonders about Alberto Medina, he was a very intelligent, hard-working man, very handsome, brave and above all a gentleman, when he was going to his room there was a knock on the door of the house. house, Antoñito went to see, "open me quickly!!!" they shouted from outside, the young man opened the door without delay, when he recognized the voice on the other side of the door, it was the most beautiful flower in the town's garden, the girl Carmela !!!, if at 14 years old she had blossomed, at 19 she was already a marvel of a woman with a beauty and curves that took even the hiccups away, but not to Antoñito who did not determine her but was amused by her country talk and her manners.
-Good afternoon Antoñito!!!-, the beautiful young woman said hurriedly.
-Good afternoon Carmela-, the girl Carmela walked through the door without waiting to be invited in, she was a little hot and looking scared!!!
-What happened to Carmela and that face?
-It's just that for a while I saw a man on horseback who was following me throughout the town!!!.
Antoñito opens the door again, going out to the street to take a look, in fact the young woman had not lied to him, half a block on the corner there was a llanero riding a horse, he was wearing leather boots with spurs that shone in the light of the street. the streetlights, he was wearing a shirt and hat as black as his horse's mane, the man did not stop shamelessly looking at him and the girl Carmela who was hiding behind his back. Antoñito tried to command respect by making his face fiercer than his 62 meters tall allowed him, the man laughed, spurred his horse and galloped in the opposite direction.
-Who was that guy Carmela, do you know him?.
-Wow!!!, what do I know, if it's the first time I see it, where is Mrs. Altagracia?
-Up in the...-, the girl Carmela did not wait for Antoñito to finish his sentence, she ran up the stairs to the second floor to talk to her future mother-in-law!!!.
During the time that Antoñito had been living in the Medina house, the girl Carmela and he had become very good friends, they talked a lot, played cards and smoked cigars that the girl Carmela stole from her father or her brothers, Doña Altagracia did not worry. Not even for a moment, because of the growing friendship between the two, was it possible to imagine the tall and handsome son next to Antoñito, a dwarf, skinny, with his fine manners, there was no way he would beat his boy in anything, much. Except for the love of the girl Carmela, the beautiful young woman liked Antoñito from the first day she met him because he was the only man in the town apart from those in her family who did not devour her with their eyes when they saw her reciting fiery compliments to him. which she was not often even capable of repeating, this made the young woman quickly trust the weak tenant of the Medina house.
Antoñito returned to his room on the first floor, he secured the door lock, he also secured the window that faced the street, he took out a small package that he was carrying in his bag that he had bought at Don Miguel's grocery store, and he placed it on the night table very carefully, then he stretched a little before starting to undress, he wanted to rest a little before dinner and meet Alberto, -knock, knock-.
-Who is it?.
-What are you doing Antoñito?
-Nothing Carmela.
-Then go out and play cards with me for a while, I bring some cigars!!!
Antoñito hurriedly buttoned his shirt, raised his suspenders again and put on his old jacket again. He knew how insistent the girl Carmela could be. If he didn't come out of her room to play with her, she wouldn't stop bothering him until he It was time for dinner!!!
To be continue....
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1
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