Publicado originalmente el 15 diciembre del 2017 en vozabierta.com
Einstein dijo que él sólo quiere «conocer los pensamientos de Dios». Para muchos de nosotros, conocer los de él sería una expectativa mucho más realista. Menos ambiciosa, pero más realista, ya que afortunadamente los dejó por escrito.
Preeminente entre científicos durante una era de preeminencia científica, Albert Einstein se volvió un ícono del pensamiento. Su nombre es sinónimo de genio y su apariencia de genialidad. Lógicamente, a muchos nos puede dar curiosidad sus pensamientos sobre las grandes interrogantes de la vida.
Muchos de los pensamientos filosóficos que dejó por escrito no pertenecen a su área de estudio, pero tampoco dejan de estar bien fundamentados. Su impresionante sencillez, lucidez, humildad, honestidad, y congruencia para expresarlos les dio mucha belleza, por lo que hoy, muchos se han convertido en citas célebres.
Hace unos 20 años, la curiosidad me llevó a comprar The World as I See It, una compilación de documentos en los que Einstein expresa sus pensamientos sobre filosofía y política. Hace unos 20 días, la curiosidad me llevó a leerlo por fin, y me resultó fascinante, por lo que hace unas 20 horas me animé a compartirles esta síntesis.
El conocimiento de la realidad
*Render de Relatividad, de M. C. Escher.
Para Stephen Hawking, ateo, “no hay aspecto de la realidad más allá del alcance de la mente humana”; para Einstein, religioso, tal vez limitado sin la tecnología digital de nuestro tiempo, «la realidad es meramente una ilusión, aunque una persistente»; en otras palabras, es inalcanzable para los individuos.
«La mente humana, sin importar qué tan bien entrenada, no puede comprender el universo. Estamos en la posición de un niño pequeño entrando a una enorme biblioteca cuyas paredes están cubiertas hasta el techo con libros en muchos idiomas. El niño sabe que alguien debió haber escrito los libros. No sabe quién o cómo. No entiende los lenguajes en los que están escritos. El niño nota un plan definitivo en el arreglo de los libros, un orden misterioso que no comprende, pero vagamente sospecha.»
El significado de la vida
Para sorpresa de muchos, Einstein fue profundamente religioso, aunque no en el sentido común de la palabra.
«¿Cuál es el significado de la vida humana, o de la vida orgánica en conjunto? Para responder esta pregunta del todo implica religión. ¿Hay algún sentido, te preguntas, en ponérselo? Yo respondo, el hombre que se refiere a su propia vida y la de las criaturas que lo acompañan como insignificante no es meramente desafortunado, sino casi descalificado para la vida.»
*El Milagro del Nacimiento, captura de pantalla de Monty Python’s the Meaning of Life.
La religión y las respuestas
Pese a que Einstein siempre se identificó culturalmente como judío, sus padres no fueron practicantes, él recibió su formación temprana en una escuela católica, y su primera esposa fue una mujer católica ortodoxa.
Eventualmente, llegó a creer en un “sentimiento de religión cósmica”, al que uno se puede acercar conforme se desprende de los deseos humanos, y se acerca al orden de las cosas a través de la naturaleza y el pensamiento.
«La cosa más bella que podemos experimentar es lo misterioso. Es la emoción fundamental que se encuentra en la cuna del arte verdadero y la ciencia verdadera. […]
Fue la experiencia de misterio —incluso si mezclada con miedo— la que engendró la religión. Un conocimiento de la existencia de algo que no podemos penetrar, de las manifestaciones de la más profunda razón y la belleza más radiante, que sólo son accesibles a nuestra razón en sus formas más elementales —es este conocimiento y esta emoción que constituyen la verdadera actitud religiosa.»
Einstein consideró que mucho del sentimiento de religión cósmica, se puede apreciar en los salmos de David, o a través de los escritos de Arthur Schopenhauer, en el budismo. También en las enseñanzas de San Francisco de Asis, Demócrito o Baruch Spinoza.
«Es mejor creer que no creer; al hacerlo, llevas todo a la esfera de la posibilidad.»
Dios
«No puedo concebir un Dios que recompensa y castiga sus creaturas,
o tiene una voluntad del tipo que estamos conscientes en nosotros mismos.»
*Dios en Monty Python’s the Meaning of Life.
Es claro que, para Einstein, Dios no concibió al hombre a su imagen y semejanza, sino que el hombre suele concebirlo a Él a su imagen y semejanza. Sin embargo, con una tendencia panteísta, Einstein cree en Dios y lo concibe como la existencia misma.
«Yo creo en el Dios de Spinoza, quien se revela en la armonía de todo lo que existe,
no en un Dios que se preocupa a sí mismo con el destino y las obras de la humanidad.»
Y para Spinoza, «Lo que sea que existe, existe en Dios, y sin Dios nada puede ser o ser concebido». Consecuentemente, Einstein encontraba a aquel Dios en su quehacer profesional:
«La investigación científica puede reducir la superstición al alentar a la gente a pensar y ver las cosas en términos de causa y efecto. Certero es que una convicción, parecida a un sentimiento religioso, de una racionalidad en inteligibilidad del mundo se encuentra detrás de todo el trabajo científico de un orden más alto. […] Esta firme creencia, una creencia atada a un sentimiento profundo, en una mente superior que se revela a sí misma en el mundo de la experiencia, representa mi concepción de Dios. En lenguage común, esto puede ser descrito como “panteístico” (Spinoza).»
Y de ahí que estuvo «convencido de que Dios no juega a los dados» y el sentido de su más grande ambición:
«Quiero saber cómo Dios creó este mundo. No me interesa este o aquel fenómeno, en el espectro de este o aquel elemento. Quiero conocer sus pensamientos, el resto son detalles.»
La realidad misma era el campo de estudio de Einstein, y para él Dios es la realidad misma.
Vida después de la muerte
No. Dice que no hay. Spinoza declaró que sabemos y sentimos que parte de nosotros es eterna, pero aquí Einstein parece diferir:
«Un individuo que debería sobrevivir su muerte física también está más allá de mi comprensión, ni lo quiero de otra manera; tales nociones son para los miedos o el absurdo egoísmo de almas débiles. Suficiente para mi es el misterio de la eternidad de la vida, o el indicio de la maravillosa estructura de la realidad, juntas con la única tarea de comprender una porción, aunque sea muy pequeña, de la razón que se manifiesta a sí misma en la naturaleza.»
Claro, el panteísmo conlleva una creencia en la existencia continua a través del universo; es decir, de Dios. Pero lógicamente, dado que en el panteísmo no cabe la posibilidad, Einstein también rechazó la posibilidad de que Dios castigue o recompense en la eternidad:
«Un Dios que recompensa y castiga es inconcebible para él [hombre convencido de la operación universal de la ley de causalidad] por la simple razón de que las acciones de un hombre son determinadas por necesidad, externa e interna, de modo que a los ojos de Dios, no puede ser más responsable que un objeto inanimado es responsable de su movimiento.»
Einstein declaró que ni siquiera pensaba en «eI futuro — este llega suficientemente pronto».
Libertad, responsabilidad y humor
Y es que, por qué creería en el Cielo e Infierno si considera que no contamos con la libertad necesaria:
«En la libertad humana en el sentido filosófico soy definitivamente un incrédulo. Todos actúan no solo por compulsión externa sino de acuerdo con necesidad interna. El dicho de Schopenhauer, que “un hombre puede hacer lo que quiera, pero no querer como quiera”, ha sido una inspiración para mí desde mi juventud, y una continua consolación e infalible fuente de paciencia ante las durezas de la vida, la mía propia y la de los demás.»
Nuestra razón para estar aquí
Puede que nuestra libertad esté comprometida pero no dejamos de tener una razón para estar aquí. Según él, esta es… nuestros cuates.
«Cada uno de nosotros está aquí por una breve permanencia; no sabe para qué propósito, aunque a veces piensa que lo siente. Pero desde el punto de vista de la vida diaria, sin ir más profundo, existimos para nuestros prójimos —en primer lugar para aquellos en cuyas sonrisas y bienestar depende nuestra felicidad, y luego para todos esos desconocidos para nosotros personalmente con cuyos destinos estamos unidos por el lazo de la simpatía—.»
Y también le funciona como una razón para levantarse a trabajar (aunque sea sin peinarse, aparentemente):
«Cien veces cada día me recuerdo a mí mismo que mi vida interna y externa depende del trabajo de otros hombres, vivos y muertos, y que debo empujarme a mí mismo para lograr dar la misma medida que he recibido y sigo recibiendo.»
«Nunca he visto la comodidad y la felicidad como fines en sí mismos —tal base ética yo diría más apropiado para una piara de cerdos—. Los ideales que me han iluminado en mi camino y una y otra vez me han dado valor para enfrentar la vida con alegría, han sido verdad, bondad y belleza. Sin el sentido de comunidad con hombres que piensan similar, de preocupación con lo objetivo, lo eternamente inobtenible en el campo del arte e investigación científica, la vida me hubiese parecido vacía. Los objetos ordinarios del esfuerzo humano —propiedad, éxito externo, lujo— siempre me han parecido despreciables.»
Monogamia
*Suficiente Einstein para todos.
Claro, no todo es fácil. Aunque dejó claro que «existimos para nuestros prójimos», y para nuestros dependientes en primer lugar, Einstein, no fue fan de la monogamia pero sí de las relaciones extramaritales y de las primas (historia verdadera).
«Uno debe hacer lo que uno disfruta, y no dañará a alguien más».
«Cuando un hombre se forza a mantenerse monógamo, es un fruto amargo para todos los involucrados».
«La naturaleza prevalecerá hasta más fuerte is convención y circunstancias ponen resistencias en el camino del individuo».
Sin embargo, manifestó respeto por quienes la practicaban o estaban «monógamente dotados por naturaleza», y admitió sus propios fracasos como tales:
«Lo que admiro en tu padre es que, durante toda su vida, el estuvo con sólo una mujer. Este es un proyecto en el que fallé burdamente, dos veces.»
A una amiga a quién le era infiel su marido le escribió «estoy seguro de que sabes que la mayoría de los hombres (así como un buen número de mujeres) no son monógamente dotados por naturaleza». Según él, «para una persona bien intencionada, no hay solución satisfactoria» al problema de la infidelidad. Por lo que les sugiere a responder a los pecados de los infieles «con una sonrisa, y no hacer un caso de guerra de ello».
Hay que aclarar que las relaciones personales eran muy difíciles para Einstein, en especial a largo plazo. Sus dos matrimonios fueron forzados por las circunstancias, y cuando recibía confrontaciones emocionales de cualquiera se retiraba a la objetividad de la ciencia.
Igualdad, democracia, comunidad e individualidad
Aunque, en la práctica, las relaciones emocionales de Einstein fueron difíciles, en sus escritos, su humildad es tan sorprendente como su sensibilidad y empatía:
«Estoy fuertemente atraído a la vida simple y soy frecuentemente oprimido por el sentimiento de que estoy absorbiendo una cantidad innecesaria de labor de mis prójimos. Me refiero a las diferencias de clase como contrarias a la justicia y, como último caso, basada en la fuerza. También considero que la vida simple es buena para todos, físicamente y mentalmente.»
*Nationalism, por Thiwawat “Mor” Pattaragulwanit, Bangkok Post, June 30, 2008.
De ahí su preferencia por la democracia. Aunque algo compleja, ya que valora la inteligencia de los individuos más allá de la de las comunidades, pero valora el bien de la comunidad más allá de el del individuo.
«Mi ideal político es la democracia. Dejemos que todo hombre sea respetado como un individuo y ninguno sea idolatrado.»
«Mi apasionado sentido de justicia social y responsabilidad social siempre ha contrastado singularmente con mi pronunciada falta de necesidad de contacto directo con otros seres humanos y comunidades humanas.»
«Lo realmente valioso en el espectáculo de la vida humana me parece que no es el Estado, sino el individuo creativo y sensible, la personalidad; esta sola crea lo noble y lo sublime, mientras que la manada como tal se mantiene parco en pensamiento y parco en sentimiento.»
«Soy un adherente del ideal de la democracia, aunque se bien las debilidades de la forma democrática de gobierno [evidentemente no imaginó a Donald J. Trump o Enrique Peña Nieto]. Igualdad social y protección económica del individuo siempre me parecieron las miras comunales importantes del estado. Aunque soy un típico solitario en la vida diaria, mi consciencia de pertenecer a la comunidad invisible de esos que desean verdad, belleza, y justicia me ha prevenido de sentirme aislado.»
Su falta de identidad nacional fue tal que renunció a su nacionalidad alemana para evitar el servicio militar, pasó un tiempo sin nacionalidad alguna, y siempre vivió donde obtuvo mejores condiciones para continuar su trabajo.
«Mientras tenga alguna opción, sólo me voy a quedar en un país en el que la libertad política, tolerancia, y equidad de todos los ciudadanos ante la ley son la norma.»
El ejército, la guerra, y la paz
Parte de su rechazo al comunismo y al fascismo siempre se debió al autoritarismo. Para él, el uso de la fuerza y la coerción siempre se «degenera y atrae hombres de baja moralidad».
Por el nacionalismo, el sistema militar y la guerra, Einstein solo expresó desprecio:
«[…] el peor afloramiento de la naturaleza de manada, el sistema militar, el cual aborrezco. Que un hombre pueda tomar placer en marchar en formación al son de la banda es suficiente para que lo desprecie. Él solo obtuvo cerebro por accidente, espinazo era todo lo que necesitaba. Esta mancha de plaga de civilización debe ser abolida con toda velocidad posible. Heroísmo por orden, violencia sin sentido, y todo la pestilente tontería que se hace en nombre del patriotismo –¡Cómo los odio! La guerra me parece un negocio ruin y abominable. Y sin embargo, tan alta, a pesar de todo, es mi opinión de la raza humana que creo que este espectro hubiese desaparecido hace mucho si el sentido común de las naciones no hubiese sido corrupta por los intereses comerciales y políticos que actúan a través de las escuelas y la prensa.»
«No sé con qué armas de va a pelear la Tercera Guerra Mundial, pero la Cuarta Guerra Mundial se va a pelear con palitos y piedras.»
Y de la necesidad de la paz:
«Nada que pueda hacer cambiará la estructura del universo. Pero tal vez, levantando mi voz pueda ayudar con la más grande de todas las causas… buena voluntad entre los hombres y paz en la tierra.»
Después de todo, «no podemos resolver nuestros problemas con la misma mentalidad que usamos cuando los creamos».
Economía
Aunque admitió que inspira las emociones de una religión, Einstein no creía en el comunismo. Pero consideró que la libertad económica necesita ciertos límites, como fijar el número de horas de trabajo a la semana para reducir el desempleo, arreglar el salario mínimo para que el poder de compra de los trabajadores mantenga el ritmo de la producción, y controlar los precios de las industrias con prácticas monopólicas.
«La anarquía económica de la sociedad capitalista como existe hoy es, en mi opinión, la fuente real del mal. Vemos frente a nosotros una gran comunidad de productores, cuyos miembros progresan sin cesar en privarse a cada uno de los frutos de su trabajo colectivo –no por la fuerza, pero en general en complicidad fiel con reglas establecidas legalmente. Estoy convencido que sólo hay una manera de eliminar estos graves males; a saber, a través del establecimiento de una economía socialista, acompañada por un sistema educacional orientado a metas sociales.»
*Einstein sintió el Bern antes que los millenials.
Cultura, arte, ciencia, y expresión
La leyenda dice que cuando una madre le preguntó a Einstein qué debía leer un niño para prepararse para una vida en la ciencia, este respondió: «cuentos de hadas y más cuentos de hadas». Para él la fantasía, la imaginación, y la creatividad son tan elementales en el arte como en la ciencia.
«Después de que cierto nivel alto de habilidad técnica es logrado, ciencia y arte tienden a juntarse en estética, plástica, y forma. Los más grandes científicos son artistas también.»
«Todas las religiones, artes y ciencias son ramas del mismo árbol. Todas estas aspiraciones se dirigen a ennoblecer el alma de un hombre, levantándola de la esfera de la mera existencia y liderando al individuo a la libertad.»
Y tanto la disciplina del arte como la disciplina de la ciencia comparten una razón humana de ser en su mente:
«Una de las motivos más grandes que guiaron hombres al arte y la ciencia es el escape de la vida diaria con su dolorosa crudeza y su inevitable monotonía, desde los grilletes de sos siempre cambiantes deseos de uno.»
La cultura es la manera de hacer las cosas, y Einstein consideró su desarrollo y preservación elemental para la vida.
«Creo en estandarizar automóviles. No creo en estandarizar seres humanos. La estandarización es el gran mal que amenaza a la cultura Americana.»
*«It’s herd behaviour!» Video de Do the Evolution, de Pearl Jam.
«Sin cultura ética, no hay salvación para la humanidad»
«Aquel que atesora el valor de las culturas no puede fallar en ser un pacifista».
Y para que la cultura florezca, consideraba que se necesitan dos cosas:
«[…] primero que nada, un cierto grado de prosperidad, lo que permite que una fracción de la población trabajar en cosas que no son directamente necesarias para mantener la vida; en segundo lugar, una tradición moral de respeto por los valores y logros culturales, en virtud de la cual esta clase es provista con los medios para vivir por las otras clases, las que proveen las necesidades inmediatas de la vida.»
Y ese mismo respeto es indispensable para la expresión libre:
«Las leyes solas no pueden asegurar la libertad de expresión; para que todo hombre presente sus perspectivas sin penalización, debe haber un espíritu de tolerancia en la población entera.»
«Los grandes espíritus siempre han encontrado oposición en las mentes mediocres.»
Conocimiento e imaginación
Quizás el aporte más grande de Einstein entre los que buscan el conocimiento fue reconocer la imaginación y la creatividad como sus dos herramientas de trabajo principales, por encima del conocimiento. Postura que las escuelas y universidades apenas comienzan a adoptar en algunos países desarrollados:
«Quién emprende a prepararse como juez de la verdad y el conocimiento naufragará por la risa de los dioses.»
«El sentido común es la colección de prejuicios adquiridos antes de la edad de dieciocho.»
«Lo único que interfiere con mi aprendizaje es mi educación.»
*«We don’t need no education
We don’t need no thought control
No dark sarcasm in the classroom
Teacher, leave them kids alone!»
Clip de Another Brick in the Wall de Pink Floyd.
«El valor de una educación en un colegio de artes liberales no es aprender muchos hechos, sino el entrenamiento de la mente para pensar algo que no se puede aprender de los libros.»
Y finalizo este viaje por la filosofía de Einstein con sus más grandes consejos profesionales:
«No tengo talentos especiales. Sólo soy apasionadamente curioso. La curiosidad tiene su razón de existir. Uno no puede más que asombrarse cuando contempla los misterios de la eternidad, de la vida, de la maravillosa estructura de la realidad.»
«Soy suficientemente artista para dibujar libremente sobre mi imaginación. Imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento es limitado. La imaginación circunda el mundo, estimulando el progreso, dando evolución.»
«Cuando me examino a mí y a mis métodos de pensamiento, concluyo que el don de la fantasía ha significado más para mí que mi talento para absorber conocimiento positivo.»
«El secreto para la creatividad es saber cómo esconder tus fuentes.»
«La creatividad es el residuo del tiempo perdido.» [Y el comediante y tesoro nacional inglés, John Cleese, tiene muy buenas cátedras de esto en YouTube]
«No es que sea tan listo, es sólo que me quedo con los problemas por más tiempo.»
«Una persona que nunca cometió un error nunca trató nada nuevo.»
«El estado emocional que lleva a los logros se parece al de un adorador o un amante.»
«Los intelectuales resuelven problemas, los genios los previenen.»
*«Genio es cuando una idea y su ejecución son simultáneas.»
«In a nutshell»
Y esos son los pensamientos de Einstein sobre el mundo en el que nos encontramos.
Es claro que, como podemos apreciar, desde su entendimiento de la realidad y nuestra razón de existir, hasta la cultura de la que fue parte y su manera de trabajar, mantuvo una gran congruencia de filosofía, principios, y lógica. Tuvo una clara armonía entre su pensar y su actuar.
En lo personal, yo tomo que, como él, algunos podemos sentir un Dios, personal o universal, que no podemos confirmar, pero todos sabemos que estamos aquí en este mundo, que estamos juntos compartiéndolo como comunidad, que sólo tenemos un tiempo limitado para hacerlo, y que la imaginación es la mejor herramienta para sacarle partido.